Dean llegó a Idaho. Aparcó el impala delante del motel y se registró. Su móvil empezó a sonar. Era Bobby.
- ¿Qué pasa, Bobby?
- He conseguido un cazador para que vaya a ayudarte.
- ¡Te había dicho que no!
- ¿De verdad te crees que alguan vez te hago caso? -Dean resopló- Se llama Lara. Es una gran cazadora que me salvó el culo un par de veces.
- Seguro que solo te lo salvó -dijo Dean entre risas.
- Muy gracioso -dijo Bobby con sarcasmo- Lara te espera en una cafetería de ahí cerca. No tardes.
- Vale, Bobby.
Dean colgó y se fue a la cafetería. Una vez allí, miró mesa por mesa hasta que vió a una chica rubia bastante joven mirarle. Dean se acercó a la mesa y se sentó.
- ¿Eres Lara? -dijo Dean mirandola con detenimiento.
- Tú debes ser Dean Winchester -Lara también le miró de arriba a abajo- Eres más guapo de lo que esperaba.
- Yo también opino lo mismo de ti -Dean le guiñó un ojo.
- Dejemos el placer a un lado, hay que trabajar.
- A lo mejor luego tú y yo podríamos... -Lara le puso el dedo en los labios a Dean.
- Quieto ahí, no vayas tan rápido -Lara quitó el dedo- Creo que sé donde podría estar el nido.
- ¿Sí?
Lara sacó un periódico y lo puso encima de la mesa.
- Los cadáveres fueron encontrados cerca de una granja abandonada. Seguramente esten allí.
- ¿Vamos?
- Primero hay que prepararse. Nos vemos en la puerta de la cafetería en un par de horas.
Dean asintió y Lara se fue. Deab entró en la habitación del motel. Su móvil empezó a sonar en su bolsillo.
- ¿Qué ocurre, Sam?
- ¿Dónde estás?
- ¿Yo? En Carolina del Sur, donde antes.
- ¿De verdad? Pues no te veo por ninguna parte.
- ¿Estás allí?
- Sí, ¿dónde estás?
- Estoy en Idaho.
- ¿Qué? ¿Qué haces en Idaho? -dijo Sam enfadado.
- Sé que estás enfadado.
- ¡Claro que lo estoy! Deberías haberme llamado.
- Y te lo iba a decir.
- ¿Cuándo?
- Eh... -Dean se quedó pensativo- Vale, no pretendía decírtelo, pero era por una buena razón -hubo un silencio incómodo.
- Estoy esperando esa razón.
- Quería que vigilases a Ruby.
- Dejemos ese tema. ¿Qué ocurre en Idaho?
- Vampiros. Bobby me ha asignado a uan cazadora que me ayude, y está muy buena.
- Dean...
- ¿Qué pasa? Es la verdad.
- Voy para allá.
- ¡Ni se te ocurra! -Sam colgó- ¿Sam? ¡Sam!
Dean tiró el móvil en la cama y se preparó para la caza.
* * * *
Sam colgó. Ruby se acercó.
- ¿Qué ha pasado? -dijo Ruby.
- Está en Idaho.
- ¿Qué hace allí?
- Un caso.
- ¿Hola? ¿Has vuelto, cariño? -Sam y Ruby se miraron y bajaron al sótano. El demonio seguía atado- No eres Dean -el demonio miró a Ruby- Vaya, vaya, vaya, la puta de los Winchester -Ruby se acercó a él con el el cuchillo mata demonios, Sam la cogió del hombro e hizo que parase- Guarda las uñas, gatita.
- ¿Por qué Dean no te ha matado -dijo Sam.
- Supongo porque le caigo bien.
- Sam, deberíamos irnos ya.
- Ya voy.
- Acabemoslo -Ruby le dió su cuchillo a Sam y se lo clavó en el pecho al demonio. Los ojos y la boca del demonio parpadearon en rojo hasta que dejó de moverse.
-Bien, mi cuchillo.
Sam se lo guardó dentro de su chaqueta.
- Me lo quedo.
Sam subió las escaleras y Ruby le siguió mientras gruñia.
* * * *
- Entonces, ¿qué tengo que hacer? -preguntó el moreno de ojos verdes.
- Mata a sus conocidos, y todo empezará -dijo el rubio.
- ¿Estás seguro?
- Sí, utiliza esto -el rubio le dió una pistola al moreno.
- ¿Para qué quiero esto?
- No pueden sospechar de nosotros. Espera al mejor momento y matala, será la primera de muchos.
- Está bien -el moreno se dió media vuelta.
- ¡Ah! Y Dehio, no me falles.
- Sin problemas -dijo el tal Dehio.