Jimin despertó con una sonrisa, que duró tan poco como tardó en darse cuenta de que se encontraba solo en la cama. Frotándose los ojos bajó a la cocina encontrándose únicamente con Jisoo.

 - Creo que Jungkook te ha preparado el desayuno.- Le informó señalando una taza tras él. -¿Sabes que tienes una marca en el cuello?- Preguntó para después tomar un sorbo de su café, claramente divertida.

- Ha-habrá sido un mosquito.- Respondió incómodo, llevando la mano al lugar señalado.

Justo en ese momento Jungkook entró en la cocina, con su pelo aún goteando sobre la camiseta a causa de la ducha.

- Supongo que este es el mosquito.- Rio, dejando a Jungkook confundido y a Jimin completamente abochornado.- Por cierto, os recuerdo que las paredes no están insonorizadas.- Se mofó.

- Vete a la mierda, Jisoo.- Respondió su hermano, poniéndose delante de Jimin al ver que estaba a punto de colapsar a causa de la vergüenza.

 Ella rio.

 - Voy a ducharme.- Anunció dejando su taza ya vacía en la encimera.

 - No le hagas caso, solo quería molestarte.- Dijo una vez ella hubo desaparecido.

 Jimin frunció el ceño.

 - Me has dejado una marca.- Le acusó.

 El castaño llevó sus ojos a la blanca piel de su cuello, encontrándose, como decía Jimin, con una pequeña mancha de distintos tonos morados.

 - No debí de darme cuenta, lo siento. - Se disculpó.

 El rubio le miró serio, pero finalmente cedió ante su puchero.

 - Está bien, iré a vestirme y... a tapar esto.

 Antes de que diese dos pasos, Jungkook tomó su mano, reteniéndole.

 - No has desayunado.

 Miró a todas partes, buscando encontrar alguna excusa, pero sabía que no tenía más opción que aceptar. Por primera vez prestó atención a la taza de fresas que Jungkook se había encargado de preparar.

 Con Jimin sobre su regazo, se encargó de mimarle, mientras se aseguraba de que comiera.

 - Había pensado que después de clase podríamos ir a dar una vuelta. Han abierto una heladería nueva cerca del parque.- Sugirió el castaño.

- Hoy ya he quedado con Yoongi.- Reconoció algo incómodo.

Jungkook trató de hacer como si aquello no le hubiese afectado.

- Bueno, supongo que entonces podemos ir mañana. ¿Te parece bien?

 Jimin asintió aun masticando el último trozo de fruta que Jungkook le había ofrecido.

 Le encantaba la idea de que el castaño quisiese pasar tiempo con él fuera de casa, le hacía sentir especial...

 - Por cierto, no conocía tu faceta de anoche.- Comentó Jungkook divertido levantándose para recoger.

 Jimin miró al suelo, buscando evitar cualquier tipo de contacto visual.

 Él también desconocía aquella faceta suya, y realmente ahora le costaba pensar en ello sin abochornarse. Aunque por otra parte tenía que reconocer que había sido increíble.

 - Sí, esto ya me suena más.- Dijo en respuesta al intenso rubor de Jimin.- Ve a vestirte, anda.

 Le atrajo para dejar un corto beso en sus labios y después le dejó ir.

Promise ✨| KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora