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 Todo había cambiado.

 Jungkook y Jimin llevaban unas semanas evitándose y, aunque los demás no sabían por qué, decidieron no entrometerse.

 Aquel día era un día especial para todos. Para todos menos para Jimin.

 Navidad es ese día en que toda la familia se reúne, donde todos están felices y unidos. Pero él no podía sentirse más solo.

 No todo se reducía a Jungkook, Jimin también echaba de menos a su madre en aquellas fechas importantes.

 Misoo les había pedido ayuda para decorar la casa para aquella noche. 

 Cada navidad se reunían en casa de los Jeon, junto con Soyeon y su madre. Siempre había sido así hasta hacía unos años. Pero para Jimin era difícil volver a la normalidad teniendo en cuenta la ausencia de su madre.

 Se encontraba colgando las guirnaldas subido a una silla que Taehyung se encargaba de sujetar, mientras Jisoo y Jungkook terminaban de decorar el árbol a unos pasos de ellos.

 - Muy alto.- Indicó Tae.

 Jimin lo bajó un poco.

 - Muy bajo.- Corrigió de nuevo, haciendo que el rubio respirase hondo intentando mantener la paciencia antes de subir la cinta.- Mmm... No, estaba bien antes.

 - ¡Como vuelvas a quejarte vas a ser tú el que las coloque!

 - No puedo, ya sabes que me dan miedo las alturas.

 Jimin rodó los ojos y se estiró para colocar el dichoso adorno.

 - Anda mira estas luces.

 El rubio sintió la escalera tambalearse cuando el chico la soltó.

 - ¡Tae!

  Pero cuando este se apresuró a agarrar de nuevo la escalera, Jimin ya había caído.

 - ¿Te has hecho daño? 

 Parpadeó varias veces, al darse cuenta de que Jungkook le había atrapado, evitando que cayese al suelo. Asintió incómodo y el chico le dejó despacio, aunque manteniendo un brazo alrededor de su cintura.

 - E-estoy bien.

 Apartó sus ojos del castaño.

 - Ejem...- Ambos miraron a Jisoo.- Estáis debajo del muérdago.- Dijo divertida.

 Los dos miraron hacia arriba encontrándose con él y, posteriormente, se miraron el uno al otro sabiendo lo que aquello significaba.

 Jungkook parecía no saber qué hacer, pero estaba claro que no quería soltarle. Jimin no pudo evitar perderse en sus ojos después de tanto tiempo ignorándolos.

 Pero negó rápidamente y puso sus manos en el pecho del castaño, alejándole.

 - Creo que estoy un poco mareado.- Dijo excusándose para irse rápidamente a su habitación.

 Jungkook se quedó mirando las escaleras, sintiéndose sumamente impotente. 

 - No sé qué le habrás hecho, pero estoy segura de que tiene solución.- Trató de reconfortarle Jisoo.

 Él asintió, aunque cada vez tenía menos esperanzas.

✨✨✨

  Cuando bajó ya todo se encontraban en la mesa y solo quedaba un sitio libre.

 Al lado de Jungkook.

 El chico, con Soyeon a su otro lado, no le miró en ningún momento.

Promise ✨| KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora