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Narra Max

Es hoy, hoy saldré de este lugar que es peligrosamente bonito, pero en realidad es una prisión con jardines y vistas de ensueño.

Fue mi idea ingresar aquí, no me arrepiento de nada de esto que pasó en los últimos seis meses, pero este es un lugar de rehabilitación que trata principalmente a personas con problemas de drogas y mentales. He visto de cerca cómo lo pasan mis compañeros, esos compañeros que al entrar aquí se veían desnutridos, débiles y cansados por el consumo de drogas, tuvieron su etapa agresiva y de negación y finalmente aceptación y superación.

Al salir es como salir de una cárcel ya que el lugar esta rodeado de portones de metal.

Estoy muy emocionado por ver a Alex, cuando la veo trato de no salir corriendo a abrazarla porque me siguen observando y en vez de eso prefiero terminar de salir de manera tranquila del lugar y llegar a donde se encuentra Alex, quien al verme aparte de sonreír, empieza a correr hacia mi y yo debo extender mis brazos para poder abrazarla, pero no es un simple abrazo, ella salta un poco y el abrazo es más bien ella rodeando mi cintura con sus piernas y agarrada de mis hombro. No hace falta decir que nos besamos de un solo sin perder más tiempo.

- Hola amor -susurre sobre sus labios.

- No volveré a dejarte ir sin mi -dijo ella sin soltarme.

- Y yo no volveré a irme sin llevarte conmigo.

Narra Molly

Le avise a Meg que había llegado y que iba directamente al departamento donde estaba.

Al entrar me sorprendió mucho ya que todo se veía en orden a excepción de unas cosas tiradas en el suelo, y que pude entrar sin problema porque no tenía llave la puerta.

- ¿Meg? Ya llegué -dije con voz alta y escuche un ruido algo lejos de unas cosas moviéndose y unos cuantos quejidos, me acerqué al lugar- ¿Meg?

- ¡Que lo sueltes! -dijo Meg de mal humor, se le veían los pies estaba bajo la cama.

- ¿¡Meg!? -dije asustada al ver algo que no era ella moverse cerca mio.

- ¡Dios Molly! -dijo después de darse duro en la cabeza con la cama- mil gracias por llegar en tan poco tiempo.

- ¿Esta todo bien?

- Si, bueno, no, yo no diría que esta todo "bien" -dijo remarcando la palabra bien- tengo un pequeño problema.

- ¿Qué clase de problema?

- Pues.... -fue interrumpida por un gran ruido seco.

- Miau -se escucho después del ruido, abrí mis ojos como nunca y me tapé mi boca y nariz con la bufanda que llevaba.

- Lo siento -dijo Meg- es que lo vi en el patio, le di un poco de leche y desde entonces no se ha ido, ese día estaba lloviendo y tronando mucho, no lo pude dejar afuera, y cuando lo vi estaba tan sucio que corrí a vomitar.

- Pero Meg, Charly...

- Es alérgico a los gatos, lo sé, y tu también, no sé que hacer Molly -dijo Meg- si tan solo fuera un perro podría hacer que se quede con nosotros pero es un gato y Charly es alérgico a los gatos, no sabia a quien más llamar, lo siento.

- Tranquila, vamos a solucionarlo de algún modo, ya pensaremos en algo -dije para consolarla pero la verdad es que no se me ocurria nada en esta situación, hasta que pensé en algo- ¿Alguna vez has visto Chestnut?

- ¿La película de las huérfanas que son adoptadas y ellas andan con un gran danés a escondidas de todo mundo? -preguntó Meg.

- Si, claro que si, dime que piensas lo mismo que yo -dije sonriendo.

- Estas pensando en encontrar algún modo en donde pueda esconder al gato de Charly hasta que crezca un poco y que Charly no lo descubra.

- Así es -busqué algo en mi bolso.

(#)

- Quiero que le des esta pastilla todos los días cuando venga por la tarde o noche, se la puedes pulverizar en jugos o refrescos, la pastilla no sabe a nada aunque se nota si la pulverizas en agua, es para la alergia.

- Me has salvado...

- Espera, ¿aquí hay algun cuarto o algo donde Charly nunca entre?

- La lavandería -se encogió de hombros- casi siempre lavo la ropa yo o vamos a una lavandería pero él no usa la de casa, pasa más tiempo en la cocina.

- Que suerte que Charly cocine -dije abriendo mis ojos- a mi nunca me quiso ni freír un huevo.

- Bueno, sus opciones son o cocinar o comprar comida rápida o morir envenenado por mi comida -dijo bromeando- si, lo mío no es la cocina.

- Lo mío no es la lavandería -le dije yo para reír un rato- cuando venga Charly me avisas para yo venir, ¿okay? No queremos que Charly descubra que pase todo el día aquí mientras él no estaba ¿cierto? -Meg asintió así que salí un rato a conocer por aquí.

(#)

Meg me había escrito que Charly le aviso que iba a llegar a casa en media hora, así que me fuera alistando para llegar y hacer como si no conociera.

Voy caminando hacia una parada de taxis que esta por donde estoy ahorita pero antes algo llama mi atención.

Me vine a una feria que había aquí en Arkansas, vine a pasar el rato, solo compre algunos dulces y jugue unos juegos de lanzar aros a las botellas y me gané un peluche en ese juego, tengo buena puntería.

Como sea, lo que llamó mi atención fue un juego a un lado medio oscuro donde no había mucha gente, en el pequeño rotulo decía Tarot/Veo tu futuro/Leo tus manos. Me acerqué a ver y una señora salió enojada de ahí y al pasar a mi lado me empujo y casi me hace caer por eso y no se disculpó solo se fue.

- ¿Hola? -dije yo entrando al lugar, estaba nerviosa no se porque.

- Oh, hola -dijo una señora mayor, atrás de ella estaba un hombre viéndome seriamente- ven siéntate.

- ¿Quién? ¿Yo? -me sentí tonta al preguntar eso porque era obvio que me hablaba a mi- Claro, lo siento -me senté adonde había dicho la señora.

Me miró fijamente y luego tomó mi mano y la empezó a ver de una manera que me pareció extraña.

- Tienes buena aura, veo que eres una chica llena de positivismo aunque has pasado por mucho desde la muerte de tu madre -me tensé cuando dijo eso, yo no le he dicho nada de mi y eso es muy personal, pocos lo saben- tienes un gran corazón Molly, pero veo un futuro duro y doloroso no solo para ti, sin embargo, también veo gran alegría. Debes tener cuidado con quien te metes, podría hacerse realidad tu peor pesadilla.

Aparte mi mano de ella y me puse de pie nerviosa.

- Yo que tu empiezo a correr, no te cobraré nada, suerte con tu vida -dijo ella y me fui corriendo.

Al salir corriendo de ahí choqué con alguien y casi caemos los dos pero fue más rápido y me sujeto a tiempo.

- ¿Molly? -cuando lo vi no lo podía creer.

- Luke -dije más tranquila al verlo a él y no al guardia ese raro que estaba con la señora que me acaba de decir corre pero al darme cuenta de que lo tenía aún cerca mio lo empujé alejándome lo suficiente para recuperar mi espacio propio- ¿tu que haces aquí? -pregunte en un tono más enojado.

- ¿Yo que hago aquí? ¿Tu que haces aquí corriendo como si alguien te fuera a matar? -dijo él alzando un poco la voz luego negó- lo siento, he tenido un día largo e intenso.

- ¿No crees que yo también? Una señora me acaba de decir que corriera y su gorila me fulmina a con su mirada, ¿como no voy a hacer lo que dice e intentar huir antes de que me haga algo ese hombre de dos metros? No contestaste mi pregunta ¿Qué haces aquí?

- Es privado, ahora dime qué haces tu aquí cuando deberías estar al otro lado del país haciendo saber qué.

- Lo mío igual es privado -empecé a caminar lejos de él.

Confía 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora