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Narra Alex

Abrí mis ojos y de inmediato vi mi despertador, hoy era el día, no, hoy era el gran día. Hoy iría a recoger a Max al centro de rehabilitación que está en Florida. Eran las 3 de la mañana, tuve que acostarme temprano ya que la hora de salida de Max es al medio día y considerando donde estoy actualmente, tardaría seis o siete horas en llegar, por lo tanto tendría que salir de aquí máximo a las 5 de la mañana.

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Ya estaba lista para salir, había dejado una nota en la refri para Chris, quien estaba aquí conmigo en la casa y seguramente estaba durmiendo, le deje en la nota que regreso en la noche para la cena y que pase lo que pase, que estuviera listo porque de seguro saliamos a celebrar hoy en la noche, no le dije porque pero espero que este listo y a tiempo.

Llevo esperando con ansias este día desde hace unas semanas que Max me llamó para darme la noticia de que saldría de rehabilitación justo este día.

Hoy es martes 12 de julio, no me lo creo aún. Tuvimos que pasar separados por seis meses, ¡Seis meses!

Tanto alboroto para solo seis meses, dirían muchos, y los entiendo, pasamos un poco menos del doble tiempo ignorandonos y estando distanciados, cualquiera hubiera pensado que estábamos a punto de divorciarnos o separarnos. Y si, lo llegamos a considerar, no lo voy a negar, pero honestamente eso iba a ser lo peor para los dos, por un lado, nos hubiera distraído de nuestras ocupaciones diarias, yo con el trabajo y él con su proceso de terapia. Por eso solo estábamos distanciados, sin hablarnos, sin estar muy cerca y a veces hasta nos turnabamos para estar en la casa para evitar toparnos.

Fue duro, pero fue lo mejor, gracias a eso estos seis meses separada de Max, sin poder hablarle y sin saber nada de él, no han sido tan duros para mi, pero sé que sin haber hecho lo anterior, hubieran sido los peores seis meses de mi vida.

Ya eran las ocho de la mañana y me preguntaba que estaría haciendo Chris a esta hora. Y no aguantaba por ver a Max.

Narra Chris (horas antes)

- ¿Seguro que puedes estar aquí? ¿Tienes permiso de mami? -dijo Molly en modo broma al abrirme la puerta.

- No necesito el permiso de mami para venir -dije siguiendo su broma.

- ¿Y por eso vienes a media noche? ¿No será que no le dijiste nada? -pregunto Molly acercándose a mi.

- Soy un chico rebelde -bromee mientras la rodeaba con mis brazos y ella me abrazaba más.

- ¿Pasas? -pregunto sin soltarme.

- Si me dejas entrar, pasaré.

- Me gusta -dijo ella en modo coqueto dejándome pasar a su casa.

Molly vive sola. Su papá vive en la playa, en Miami y su mamá murió hace años, ella no tiene hermanos ni hermanas.

- ¿Cuando fue la última vez que viste a Meg? -no pude evitar preguntar, ya hace seis meses que no la veo, es extraño.

- ¿Vienes a mi casa a media noche y me preguntas por mi mejor amiga? -bromeo- Que lindo chico, pero no deberías preguntarle a tu novia por otra chica, aunque se trate de tu hermana ya que tu lo deberías saber, pero considerando que soy su mejor amiga te lo dejaré pasar, ella esta con mi primo desde la luna de miel de tus tíos.

- ¿Qué? -dije sorprendido.

- ¿Qué sucede? ¿No te alegra que mi primo y tu hermana estén juntos? -pregunto Molly llendo a la cocina, la seguí- Charly es buen chico.

- De eso no tengo duda, desde pequeños han sido amigos pero no creí que eran tan cercanos como para quedarse juntos tanto tiempo.

- A veces creo que no te das cuenta de nada -dijo Molly dándome una taza de chocolate caliente y se sentó en el comedor.

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