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Narra Chris

- Meg, despierta pero tapate los ojos -dije tocando su hombro y dejandole un pañuelo en la cara- Meg, ¿estas despierta? Ya llevo buen rato hablándote... Meg.

- Dejame dormir -gruñó- arg ya me desperté.

Le puse la mano en el hombro para que no se moviera.

- ¿Podrías taparte la cara? Es para la sorpresa.

- Pero...

- Prometiste portarte bien Meg -dijo Alex.

- Ay esta bien -se puso el pañuelo de modo que tapara sus ojos como un antifaz.

- Bien, apurate siento que llevo medio día en el auto.

- Fueron algunas horas... como sea, sigue mi voz, ya te doy una mano, solo sal del auto.

- Es más fácil decirlo que hacerlo a ciegas -murmuro de mal humor.

Charly llegó a mi par.

- Bien, toma mi mano -Charly le puso la mano a Meg para que la agarrara, la agarró.

- Eso, no lo olvides, ya casi llegamos -dije cuando estábamos frente a la puerta, le mande un mensaje a Sam y abrió la puerta sin hacer mucho ruido- sígueme y ten cuidado, aquí hay una grada para arriba -paso la grada- bien, ahora vamos en línea recta.

Llegamos al jardín y la dejé frente a un árbol. Charly se puso atrás de ella y la soltó lentamente.

- Bien, cuando te diga puedes quitarte el pañuelo.

Vi que todos ya estaban listos para sorprenderla, me tenia que apurar antes de que entraran sus hermanos.

- Ya puedes quitarte el pañuelo.

Meg se quitó el pañuelo y después de unos segundos de ver la pared que tenia enfrente se dio la vuelta y todos gritamos.

- ¡Sorpresa! -gritamos todos.

Estábamos Max, Alex, Jack, Sam, Charly, David y yo. Ya pronto entraran Tito y Marissa, porque podrían haber dicho algo antes de que Meg se quitara el pañuelo.

- ¡Sam! -dijo Meg- ¡Jack! ¡David! -los abrazo a los tres y Max, Alex, Charly y yo nos unimos y fue un abrazo grupal.

Narra Molly

- ¡Paaaa! -dije riendo con papá- extrañaba estos momentos contigo pa.

- Yo también, ojalá no te hubieras ido tanto tiempo, pero fue mi culpa y lo bueno es que estas en casa -dijo mi papá.

- No me quedaré mucho pa... debo volver pronto, me preguntaba si nos podíamos quedar unas noches aquí, tal vez una o dos noches.

- ¿Tan poquito? -dijo mi papá triste- Pero si, hay espacio para que se queden, esta tu cuarto y el cuarto de invitados del otro lado.

- Claro, gracias papá -suspire- ya no dijiste que te cuento antes...

- ¿Entonces el estar comprometida con Chris no era la buena noticia?

- No exactamente... te lo contaré en orden. Me conozco con Chris hace mucho pero estos últimos dos años estuvimos saliendo y este año, en San Valentin me propuso matrimonio, yo acepté por supuesto. El hecho es de que unos meses después tuve que ir al hospital para una revisión médica que llevo una vez al año -mi papá se puso atento a lo que iba a decir- cuando llegaron mis resultados me mandaron con un oncólogo -vi que tenso su quijada- y él me mandó a hacerme una resonancia magnética y yo tengo... -no pude seguir hablando por el nudo en mi garganta y aparte porque me abrazó.

Confía 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora