Confía 3

4

Narra Meg

- ¿Sabes? Hay algo que no me queda claro -le dije a Molly mientras le ponía un trapo mojado en la frente- nunca me dijiste que tenias un ex.

- No lo vi necesario, duramos tres meses nada más, tu conociste a Charly desde pequeña, eso ha durado toda una vida, lo mío solo unos meses.

- Pero...

- Mejor dime como se conocieron, cuando llegaron a la playa clandestinamente era obvio que ya se conocían, dice Chris que cuando Charly llegó al colegio ya se conocían y se sentó contigo.

- Si, nos conocimos de pequeños... pero fue en un momento raro y algo incómodo.

- Dímelo, necesito chisme aunque mi cabeza duela horrible.

- Esta bien... era de tarde, fue un domingo 22 de junio cuando eso pasó -no pude evitar recordar esa tarde.

- Vaya hasta la fecha exacta recuerdas.

- Fue un día inolvidable, pero no en un buen sentido - cerré mis ojos recordando- hace unos días me habían regalado un perrito.

- Desde siempre has amado los perritos -dijo Molly pero la ignoré.

- El perrito enfermó mucho en esos días, ese domingo a media tarde lo llevaron al veterinario por emergencia, no tenía que ser lista para saber eso, en su lugar dijeron que lo habían llevado a bañar o a dar un paseo en auto, no era estúpida, sabía que estaba enfermo y que lo llevaban al veterinario. Cuando llegaron no traían al perrito, a mi perrito -sentí mis mejillas húmedas pero no importó- Dijeron que había encontrado a su familia y que se quedaría con ellos. Yo me escapé al parque, sabía que me mentían. Era una pequeña niña pero no era ninguna tonta, sabía perfectamente que mi perrito había estado enfermo, era imposible que se lo hubieran llevado a dar un paseo o a bañar, si encontró a su familia o no, no me importó. Sabía dos cosas importantes, que nunca volvería a casa o conmigo porque era imposible y que no importaba cómo pero sabía que estaba muerto. Desde entonces lo que más odio son cualquier tipo de mentiras. Esa tarde, después de eso fui al parque, a los columpios. Me quedé ahí sentada llorando mientras llovía. Después de unos minutos alguien puso una sombrilla sobre mi, evitando que me empapara más de lo que ya estaba. Era un niño más o menos de mi edad, Charly, y me dijo "sigue llorando, eso te hará sentir mejor, está bien llorar", yo seguí llorando hasta que paró de llover, el niño me puso un suéter y me limpio la cara con la manga de su suéter y luego hizo una cara boba que me hizo reír. Nos vimos por dos semanas en el parque a la misma hora, solo el domingo llovió, los siguientes días fueron soleados, uno de esos días me dijo que iría a un nuevo colegio y que le daba miedo ser el nuevo y no conocer a nadie -sonreí recordando cuando la semana siguiente apareció en mi salón de clases y al verme se sentó conmigo- Chris no sabe eso, sabe lo de mi perrito pero no que iba al parque ni de que ese día conocí a Charly, ni se te ocurra decirle o lo negaré.

- Prometo no decir... -se quedo en silencio un rato y salio corriendo al baño.

Empezó a vomitar.

- ¡Molly! -corrí detras de ella y le sostuve el cabello, cuando dejó dejó de vomitar la ayude a ponerse de pie e ir al lavamanos, estaba pálida- ¿Estás bien Mo...?

No termine de preguntar cuando Molly se desmayó y caímos las dos al suelo, ella encima mio.

- ¡Molly! ¡Molly, o por Dios! -no podía creer esto, la deje como pude en el sofá, y digo como pude porque Molly es más alta que yo, fui por el teléfono y llamé rápido a emergencias.

(#)

Estaba frente a la camilla de Molly, ella seguía inconsciente, yo estaba preocupadisima, Molly nunca dijo que se sentía mal, pensé que era una simple resaca porque había tomado algo anoche o yo que sé, y Charly estaba en la universidad y luego iría a trabajar. Y Chris también, por eso no lo he visto en meses y no le he dicho nada, todo ocurrió tan rápido, hace media hora estábamos chambrenado y pasándola bien.

Salí de mis pensamientos porque alguien me llamó. Decía número desconocido y si no me equivoco no es un número de celular sino un número telefónico, quizás de algún teléfono publico, ¿quien ocupa esas cosas en la actualidad? Como sea, conteste porque no paraba de insistir.

- No cuelgues, soy yo, Erika.

- ¿Erika? -estaba sorprendida por escucharla, creí que estaría ocupada trabajando o algo así.

- Está viva. Ella está viva.

- ¿Qué? ¿Quién está viva?

- Nos hizo la vida imposible y tu madre se sigue culpando por sus acciones.

- ¿De qué estas hablando?

- Ella no murió ese día. Sobrevivió y está de vuelta, los buscará, la buscará y querrá venganza -dijo Erika bien rápido.

- ¿Estás hablando de Alana Castillo? -de pronto me sentí mareada al escuchar su silencio.

- Estaré en contacto. Solo yo sé esto, no los alertes aún -seguido de eso colgó sin despedirse. Típico viniendo de la tía Erika a decir verdad.

Pero entonces, Alana Castillo está viva... Sam está en peligro. Jack está en peligro, Marissa está en peligro, David y Tito también, Chris también, Charly también y yo, y puede que Molly también esté en peligro. Todos estamos en peligro.

- ¿Megan Reyes Campos? -dijeron frente mi- su amiga tiene un embarazo de alto riesgo. La vi con los ojos bien abiertos.

- ¿Qué?

- Su amiga está embarazada y es un embarazo de alto riesgo, esto se debe a la mala alimentación y consumo de alcohol, no es tan grave solo debe cuidarse -asentí de manera manua y empecé a caminar sin rumbo, tantas cosas pasan por mi cabeza justo ahora, es imposible concentrarme en una sola cosa.

Fui a la habitación, estaba ida, son muchas cosas de la nada. Molly estaba abriendo los ojos y sentándose cuando entré, creo que me vio pálida e ida.

- ¿Qué me está pasando?

- Estás em... embarazada -Molly abrio sus ojos de manera grande.

- ¿Cómo está? -fue lo único que dijo- no me alimentado correctamente para un embarazo, no tenía idea, yo -guardo silencio para dejarme hablar.

- La doctora dijo que es un embarazo de riesgoso, debes formalizar tu manera de alimentación y cuidarte...

- ¿Qué sucede Meg? No estás bien.

- Alana Castillo está viva.

Molly abrió más los ojos y la boca.

- Lo sé, no, no me siento bien -dije yo- estoy mareada y creo que... -me senté.

Me desmayé.