Después de un día con sesiones dobles de entrenamiento preparando los partidos del Europeo, Leila, Patri, Alexia, Pina, Luisita y Amelia, se encontraban en la sala de estar del hotel hablando sobre recuerdos, cómo se conocieron entre ellas, y las primeras impresiones que tuvieron.
- Pues nosotras, - empezó a decir Patri - nos conocimos cuando Leila llegó al Barça después de sus aventuras por tierras valencianas, y nos tocó compartir vestuario. Como toda historia con final feliz, al principio nos llevábamos como el perro y el gato.
- Pero no pasa nada, porque aquí estamos, - saltó Leila - porque lo importante es cómo acaba la historia, no como empieza. Pero a decir verdad hay veces que me caes igual que al principio, y te mandaría a la mierda... - terminó confesando.
- Piensa que nuestra amistad depende de un tatuaje, y como nos enfademos quitarlo es muy caro. - dijo Patri. - Y vosotras, Luisita, ¿cómo os conocísteis?
Luisita y Amelia se miraron, sabían que ese momento llegaría, y que tocaría remover el pasado, pero como habían acordado, estaban juntas en esto, e intentarían salir lo más aireadas posible.
- Nosotras nos conocimos con 12 años en un campamento de fútbol en Asturias. - empezó Luisita.
- A diferencia de vosotras, nosotras nos hicimos inseparables desde el primer día. - siguió Amelia - Y aunque nos veíamos un mes al año, y en torneos donde algunas veces coincidíamos con nuestros clubes, siempre intentábamos estar en contacto.
- Pero hay que decir que no nos hacíamos mucho caso hasta los 14-15 años, que fue cuando empezamos a tener más cosas en común, y ya no todo lo relacionábamos con el fútbol.
- También te digo, entre vacas y prao' poco se puede hacer, ¿eh? - comentó Alexia.
- Pues no te creas, ¿eh? - dijo Amelia - Los monitores se lo montaban bastante bien para que por la noche solo quisiéramos dormir...
- Dormir, dice... ¡PERO SI NO CALLABAS, TRONCA! - dijo Luisita - Vaya noche me diste la última semana que estuvimos ahí...
- No te quejes, que solo fue un día... - intentó defenderse Amelia.
- No me estoy enterando de nada, así que ya podéis estar contando la historia, - soltó Patri - que aquí todas queremos shippear y que el barquito siga a flote, y esto es contenido Luimelia.
- Pues a ver... - dijeron Luisita y Amelia a la vez.
*flashback*
Siempre iban juntas a todos lados, eran uña y carne. Compartían habitación y por las noches tenían conversaciones donde se confesaban sus mayores secretos. Con 16 años, sabiendo que podía ser su último campamento juntas, una noche antes de dormir, Amelia le contó a Luisita, algo que no le había dicho a nadie.
- Luisita... ¿estás despierta? - preguntó Amelia susurrando.
- ¿Qué quieres? - dijo Luisita con voz ronca medio dormida.
- Necesito decirte algo... es importante para mí.
Luisita, al escuchar eso, no dudó ni un segundo y se giró hacia su compañera, dándole pequeños golpes al colchón para que se tumbara con ella. Amelia, con un poco de miedo, se levantó y se tumbó junto a su amiga, se apoyó en su pecho, y la abrazó. La rubia sabía que si la de rizos se ponía en esa posición, era algo muy importante, y que tenía miedo de su reacción, por lo que para tranquilizarla, empezó a acariciarle la cabeza, y con la otra mano buscó el brazo que Amelia había estirado por encima de su barriga, y con pequeñas caricias, llegó hasta su mano y la apretó en señal que estaba con ella, que podía confiar, y fuera lo que fuese, saldrían de ello juntas.
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Toda una vida sobre el verde
FanfictionLuisita, jugadora del Valencia CF. Amelia, jugadora del FC Barcelona. Ambas, compañeras de la Selección Española, vivirán un giro en sus vidas. Como la mayoría de veces, detrás de las bromas hay sinceridad e indirectas.