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Curiosamente no viste a Deku durante tres días.

No se presento a prepararte el desayuno y tampoco había cosas flotando por tu casa.

Quisiste pensar que quizás se había ausentadounos días, a pensar de qué ya se había ido.

Ese día, fuiste a trabajar con un vestido floral amarillo y un sombrero con un girasol de adorno.

Esta vez te tocaba ir al almacén por lo que saludaste a Serena mientras dejabas tu sombrero sobre el perchero.
Te encaminaste al almacén, divagando en tu mente y con un sentimiento de angustia que por más que tratabas de calmar, no se iba.

Empujaste la puerta del cobertizo y te encontraste con la silueta de Tenya dentro. Se giró a mirarte. Esbozó una sonrisa de amabilidad al verte.

— Buenos días, señorita (Nombre).

— Hola, Tenya.

Te acercaste a él con cautela al mismo tiempo que el bajaba la caja que traía sobre sus manos.

— Pensé que estaría en la universidad — murmuraste.

— Sí, solo vine a dejar unas cajas que mi madre me pidió.

— Ah, ya veo.

En ese instante, una de las cajas salió volando. Dejaste salir un grito del susto y Tenya retrocedió con horror, lo que provocó que se cayera al suelo.
Te inclinaste para ayudarlo. Le extendiste tu mano y él la tomó con entusiasmo.

— ¿Qué fue eso? — preguntó con la voz temblorosa.

— N-no lo se, debió…debió ser el aire — mentiste. Tenías el presentimiento que cierto ente de meceta verde y ojos esmeralda estaba detrás de esto.

— Es imposible que sea el aire — debatió Tenya con el rostro pálido. Eso lo sabías bien, pero ¿que le podías decir a un erudito?

— Debe haber alguna explicación lógica Tenya…

— ¿Recuerdas lo de la lata en el supermercado? — cuestionó y se giró para verte. Asentiste algo nerviosa por el repentino acercamiento —. Pues, ¿no te parece similar a lo que acaba de suceder? ¿No es extraño?

— Sí que lo es, Tenya, pero siempre hay una explicación-

— Y yo tengo una — te interrumpió, tomando tus brazos con fuerza —. Tengo la hipótesis de que…estoy embrujado.

Frunciste las cejas.

— ¿Embrujado? — repetiste lentamente, tratando de entender.

— Sí, alguien o algo me está acechando que viene del más allá.

Un tintineo detrás de Tenya llamó totalmente tu atención de su ingenua explicación. Viste como dos pares de cubiertos, tenedor y cuchillo, se elevaban por el aire y se quedaban estáticos por unos segundos.

Escuchabas la voz de tu acompañante al fondo mientras detenidamente observabas como los tenedores y los cuchillos giraban. Sus partes filosos quedaban en su dirección, punzantes y amenazantes.

Te alarmante un poco por las intenciones sobrenaturales del ente. Él pudo verlo en tu cara.

La pared del fondo fue su mensajera entre tú y el ser demoníaco que te embrujaba. Te sentiste aterrada cuando letras hechas sobre el granito aparecieron de la nada y con una velocidad impresionante. Aunque claro está que superó en creces el miedo que te fundió el mensaje que escribió:

"Lo voy a matar"

—...ñorita (Nombre), señorita (Nombre) — te llamó Tenya. Moviste la cabeza hacia el chico de cabellos zafiros y ojos del mismo tono.

ɪᴍᴘᴜʀᴏ; ɪᴢᴜᴋᴜ ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora