"Estamos muertos" Cheong x Gwi-Nam "Entre odio y amor"

Capítulo 9: Corre

Incluso en las circunstancias más impensables, sostengo la esperanza como una llama incansable que ilumina mi camino.

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Capitulo 9:
"Escapando de lo impensable".

—Con esto bastará.

Complacido mire mi gran trabajo, en la mesa de la cocina se encontraba un gran plato de frutas, donde predominaba las manzanas rojas en finos pedazos, acompañado a su alrededor de uvas verdes y unos pedazos de pera.

Sonriente al imaginarme la expresión feliz de Cheong, tomé el tazón, saliendo de la cocina.

Camine con calma por los pasillos de la casa, escuchando el rechinido de la madera al subir las escaleras embriagando me con el olor a cedro del lugar, tomando con mi mano libre el barandal.

Al llegar arriba, heche un vistazo al lugar, recordando vagamente el primer momento en el que llegamos aquí.

Estábamos sin un rumbo fijo, heridos, molestos, llenos de odio, pero aún así, la fidelidad por cuidar del otro estaba ahí, presente, quizás eso fue lo que dio inicio al amor que tenemos el uno por el otro.

La confianza que nos dimos.

La chispa que desató la detonación en mi mundo.

Suspiré feliz por el pensamiento, éramos únicos en eso.

Toque la puerta de madera con la parte superior del dorso, golpeando sutilmente con mis nudillos de forma secuencial.

Toc ,toc, toc.

Pero solo me recibió el silencio.

Extrañado, volví a tocar un par de veces más. Carente de respuesta.

Fruncí mis cejas confundido, ¿porqué no responde?, me pregunte. Cambie el plato de frutas a mi otra mano, impaciente aclare mi garganta antes de hablar.

—¿Cheong, estás ahí? —pregunte, tocando de nuevo la puerta, quedando con el mismo resultado, contraje mis labios dudoso por su inusual silencio —, Traje fruta, voy a pasar ¿De acuerdo?

Abrí la puerta, asomando un poco mi cabeza, pero no había nadie en mi campo de visión, pensando quizás que estaba en el baño, camine hasta el mueble que estaba a un lado de la cama dejando el tazón cerca del vaso con agua.

Inspeccione aburrido la habitación, notando que el ropero que guardaba la ropa se encontraba abierto, sonreí cansado, caminando hasta las puertas semi abiertas del mueble, pensando en lo desordenado que podía llegar a ser mi pareja.

Cerré las puertas, escuchando el característico Clik del seguro al cerrarse.

Suspire caminando hasta la cama, undiendome en la suavidad de las mantas, pensando en alguna forma de complacer a mi adorable pareja. Distraído, tomé un pedazo de manzana del tazón, llevándolo a mi boca degustando su sabor dulce sabor.

—¡Cheong termina de hacer lo que estés haciendo y sal! —mire el techo mientras terminaba mi pedazo de manzana -, ¡Te traje fruta! ¡Esta dulce y fresca!

Tome un poco más de fruta, esta vez un racimo de uvas, esperando distraídamente a que terminara de asearse o de hacer del baño, cualquiera de las dos, no me gustaría molestarle, quizás necesita un poco de espacio, y no me gustaría hostigarlo de más.

Me distraje un poco, pensando en las dudas existenciales que no había tenido tiempo de atender.

Ahora qué soy un mitad zombi mitad humano, ¿hasta qué punto puedo morir?, divague sin evitar recordar cuando me arrojaron por el edificio de la escuela. Chasque mi lengua, irritado al recordar como mi actual pareja casi me mata, jorder, eso dolió, aún que se me adormilaron las extremidades cuando se rompieron.