La calidez de los rayos del sol de la mañana acariciaba mi piel, pero aún con la leve sensación de calor, no podía competir con el frío que crispaba la punta de cada uno de mis nervios, buscando mayor consuelo, recurrí a la fuente de calor más cercana, acurrucándome más cerca de ella, todo estaba en completo silencio, ni un pájaro sonaba alrededor, quizás por la hora o época en la que nos encontrábamos.
Entre abrí mi único ojo con pesadez, la sensación de sueño aún no se había ido del todo, incluso podía asegurar que lo sentía aún más.
Lo único que entró en mi campo de visión una vez que tuve un poco de mi casi nula conciencia fue una tela blanca, que descansaba frente a mí, me quedé un rato mirándola tratando de comprender el porqué desprendía un calor tan exquisito, suspiré con satisfacción, podía sentir como su calor se mezclaba con el mío al igual que también subir y descender por todo mi cuerpo mandando una sensación agradable por mi espina dorsal, se sentía como si fuera una gran ola proveniente del mar la cual chocaba con mi cuerpo arrastrándome entre la arena de la playa, para mi, era, simplemente tranquilizador.
Ronroneé, embriagado por la nueva sensación, frotándome los pies presa del conformismo, dejándome llevar Cerré los ojos una vez más con somnolencia, sentí que el sueño reclamaba mi conciencia una vez más.
Y así fue.
Porque de nueva cuenta;
Caí entre los brazos del Morfeo.
Durmiendo abrazado a la cálida pero dura tela blanca.
Desconozco el porqué sentía la calidez y la sensación de tranquilidad cada vez que me acercaba más a ella, pero la sensación era como la de una droga.
Una vez que la pruebas.
Ya no quieres soltarla.
.
.
.
.Cuando volví abrir mi ojo, la calidez que me rodeaba momentos atrás ya no estaba, en cambio, fue sustituida por el sonido incesante de cosas moviéndose y pisadas de desplazamiento de un lado a otro, un poco incómodo, me levanté sentándome en mi lugar, mi movimiento hizo que las mantas que me tapaban cayeran a mi regazo, extrañado, tomé una de las sábanas blancas entre mis dedos tallando la con mi dedo pulgar tratando de recordar cuando fue el momento que me arrope con ellas.
Fruncí el rostro con duda.
Yo no recordaba haberme tapado.
Mi concentración se vio interrumpida por el inesperado pero fuerte ruido de las mochilas al caer en el sucio piso levantando consigo una nube de polvo terminando de aterrizar a un contado mío, el movimiento brusco me alertó haciéndome pegar un sobresalto en mi sitio sacándome de golpe de mi mente al igual que dudas, alce mi mirada encontrándome con la de Gwi-Nam el cual estaba metiendo sus manos en sus bolsillos poniéndose ligeramente derecho.
Me miro unos minutos, en los cuales parpadeo y relajo la mirada, parecía que se preparaba para hablar, y parece atine por que abrió ligeramente su boca.
— Fui yo quien te cubrió, de nada, ahora, si pudieras ser tan amable de sacarte del improvisado "futón" que tenemos por cama para que yo lo levante, sería genial.—Hablaba con voz cansada, su respiración era un poco irregular tomando pequeños respiros al final de cierto número de palabras, su pecho se movía de arriba a abajo y el sudor descendía con delicadeza por su cuello marcando su clavícula.
Verlo de esa forma me ponía un poco nervioso.Ahora que lo pienso.
¿Por que esta tan cansado?
Apresurado mire a mi alrededor buscando las cosas que esparcimos la noche anterior cuando comimos y desinfectamos nuestras heridas, pero.
ESTÁS LEYENDO
"Estamos muertos" Cheong x Gwi-Nam "Entre odio y amor"
Fiksi PenggemarEsta historia se me ocurrió cuando ya estaba por finalizar la serie, cuando Lee cheong san agarro a Yoo Gwi Nam para saltar antes de que el fuego les llegara, se que quizás la idea no era esa, pero mi descabellada cabeza se pinto un cuentecito. La h...