Capitulo 7: Enfermedad o ¿Algo mas?

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La conversación resulta rara de tan sutil. Tardo un rato en darme cuenta de que se trata de un chantaje.

Ambos estábamos sentados en diferentes sillones en la sala de estar, a solo un metro de distancia de cada mueble, cuando cheong, con insinuante calma, me dice: 

—Necesitamos salir.

—¿Disculpa? —Levanto la vista de la bitácora para mirarlo, visiblemente aturdido.

—Decía, —repite, pasando -con demasiada calma- la página con la ayuda de su mano derecha. —Que tenemos que salir. 

Sin comprender del todo a qué se refería, cierro lentamente el libro por un extremo, -cambiando mi mirada de perplejidad por una de extrañeza -, dejando "la libreta" en mi regazo, para así, prestarle la debida atención que requería este asunto. 

—¿A que te refieres con salir?

Susurro con minuciosidad, entre cerrando mis recelosos ojos en dirección a mi "Calmada" pareja, negándome a entender el punto de hacia dónde se dirigía su conversación. 

A consecuencia, veo como sus finos pero carnosos labios se curvan en una mueca, quizás por el tono de mi voz o mirada. No lo sé. Pero en este punto, ya no me importa.

«Lo que me interesa es el motivo de su petición».

Es extraño, para una persona como el, o yo; que a tenido que pasar por demasiadas tragedias o sucesos -Para nada gratificantes, si me lo preguntan a mi- tener que volver, o querer ir al exterior de nuevo. 

«No, ninguna persona en su sano juicio saldría de su casa a como están las cosas.» reflexiono, sin evitar clavar mi pesada mirada en Cheong, viéndolo tensarse sutilmente. 

«No cuando esas cosas , o esos locos abundan por ahí». 

Como reflejo de la súbita imagen de quienes nos perseguían, fruncí el ceño, apretando la mandíbula por la irritación que invadía mi cuerpo, ciñendo los dedos a cada extremo del sillón negro dejando impresas las marcas de mis uñas, sintiendo la sangre hervir por mis venas.

«Esos idiotas, cuando los vea, me desharé de ellos» Decreto, chasqueando la lengua con molestia.

«De todas formas, eso no es normal cuando tienes de casi todo para vivir en una casa como esta.

Suspiro cerrando mis ojos, tratando de calmar mi explosivo temperamento, viéndome interrumpido por la suave pero temblorosa voz de mi novio. 

—Ya sabes. —Murmura indeciso, escondiendo la mirada en el álbum de recuerdos, que de seguro encontró rebuscando en los estantes de la sala.

—No, no lo se. —Hable una vez más aclarando que no sabía a qué se refería, más que nada, me preocupa que esto no sea una simple broma de su parte.

Mi respuesta fue el inicio del sepulcral silencio que nos invadió, después de unos minutos inspeccionando su resguardado rostro, cambio la dirección de mi pesada mirada a "mi ahora -recién nombrada- bitácora".

Realmente me molesta saber que yo soy el causante de este devastador silencio, devastador; por que muy dentro mío me duele estar en silencio con el, y que no sea de los silencios agradables.

«Pero eso no quita el hecho de que su petición es peligrosa.

—Mi amor— susurro con suavidad, tratando de compasar mi falta —¿Por que razón quieres salir?

Pregunto, esperando un mínimo movimiento de su parte, después de unos segundos, veo como su cabeza de asoma, para fruncir los labios en un puchero.

«Lindo» Pensé.

"Estamos muertos" Cheong x Gwi-Nam "Entre odio y amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora