Pasaron cuatro días y tres noches en lo cuáles Maui estuvo inconsciente, al principio cuando comenzó a recobrarse todo se miró difuso y lejano, flash backs borrosos acudían a su memoria, el sentimiento de urgencia por saber si ella, "su princesa" se encontraba bien, le oprimía el pecho.
-Maui... Mau...i Maui.
-¡Moana! -Se sentó sobresaltado sobre el lecho en el que yacía.
-Maui, aquí estoy, todo está bien. dijo acariciándole la mejilla con la mano que tenía libre puesto que la otra el semidiós la tenía apresada contra su pecho.
Poco a poco su respiración se fue normalizando.
Ambos juntaron sus frentes, disfrutando únicamente de la cercanía del otro.
Después de separarse por un instante la chica rompió el silencio.
-En verdad temí perderte.- Maui acarició su mejilla con el dorso de la mano.
-Jamás dejaría que la humanidad perdiera un personaje tan increíble como yo- replicó con desenfado y una chispa de picardía.
Moana lo empujó divertida haciendo que él perdiera el equilibrio pero al momento de caerse llevó a la isleña con él aterrizando sobre el pecho del semidiós ambos rieron con ganas, libres y maravillados, por fin todo había terminado y ¡estaban juntos! el bien había triunfado, la isla libre, los pueblos sometidos bajo el terror ahora eran libres también y nada podía cambiar eso.
-Mo ¿damos un paseo?
-Por supuesto.
Caminaron por la playa, el mar impasible, el replicar de las olas entonando una bella canción de un idioma olvidado, el aroma a sal y la humedad del aire, todo conjunto en una armonía perfecta y pacífica. Moana perdió su vista en el mar y recordó a Tangaloa ocupado en atender los asuntos y menesteres del océano, el albergar a grande y terroríficas criaturas, pero también a majestuosas y nobles. Con misterios y enigmas, con espíritus buenos y toda clase de cosas que hacían ver al humano tan pequeño y que a su vez suscitando sentimientos en la chica.
-¿En que piensas?
-En el océano.
Maui guardo silencio esperando a que ella prosiguiera.
-Quiero decir, siempre me ha causado una profunda fascinación y en estos momentos pensaba en lo antiguo que siempre estuvo aquí incluso antes de la creación de los humanos y puedo imaginar que seguirá aquí, incluso cuando yo ya no este... seguirá aquí y tú también.
-Mo...
-No, necesito saberlo... ¿qué pasará con nosotros? Maui yo entiendo si tú no quieres...
Pero no terminó su frase pues el semidiós la jaló para envolverla en un suave abrazo.
-Pasará lo que tenga que pasar.- El peso del mundo cayó sobre sus hombros y ella bajo la mira, pero él nuevamente no se lo permitió.- ¡Hey!, princesa mírame,- ella rehuyó,- mírame,- sus miradas se encontraron.- Pasará lo que tenga que pasar y eso estará bien.- los bellos hoyuelos de Maui iluminaron con ternura su rostro al sonreír.
-¡NO! No, no no no.- ella se soltó de su agarre y corrió mientras las lágrimas empañaban su rostro. De pronto con gentileza un agarre apresó su mano, era Maui con un rostro lleno de empatía y calma, ella dejó de huir y se arrojó a sus brazos. -Debe haber alguna forma una manera. - Él enjugó sus lágrimas.
-Ojalá la hubiera, pero ni Te Fiti, ni Tangaloa, ni Hina, o todos lo dioses juntos pueden hacer algo al respecto, nadie puede revertir mi condición, ni otorgar la inmortalidad.
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Pídele tu deseo a una estrella
Genel KurguEl tiempo ha avanzado, desde el día en que Moana y Maui regresaron el corazón de Te Fiti, dos años después ellos siguen conservando una muy linda amistad, hasta que un día Maui se va sin decir adiós ni dar explicaciones, cuando la gente de Motonui...