El color del atardecer inundó las pupilas de Moana, sentada en la arena contemplaba el bello espectáculo. Soltó un suspiro tratando de acomodar el tumulto de pensamientos que se congregaban en su cabeza, recostandose sobre la arena el agobio le hizo cerrar los ojos.
Ya habían pasado tres semanas desde su regreso del último viaje, y moría por volver al mar, tomar su bote y descubrir nuevas islas o simplemente navegar tranquilamente, pero en estos días la responsabilidades y obligaciones como la jefa de al aldea la tenían más atada que nunca, normalmente era algo que no le pesaba pues amaba a su isla y a su gente, pero las circunstancias que se estaban presentando en este momento no le agradaban del todo. Resultaba que la tribu de Ulkui se presentaría en su isla para tratar con asuntos "diplomáticos" y establecer una relación de amistad, pero Moana no se tragaba ese cuento, en varias ocasiones ya había escuchado terribles historias sobre esa tribu, sobre todo del gran jefe que los lideraba, Kóonul, un hombre sediento de poder que ya tenía bajo su dominio a varias islas y sometidas a grandes tribus, por aquella razón le parecía extraño que Koónul, "El señor de las calaveras" como lo llamaban y aparentemente con mucha razón, solo quisiera presentarse en Motunui, para entablar relaciones diplomáticas o "amistosas."-"Claro, porque no le conviene tener como enemiga a una aldea que tiene la amistad de un semidiós y el respaldo del océano".- pensó la isleña. A su mente vino la imagen de Maui, y en automático sintió un pellizquito en el pecho, de esos que te dejan la punzada de añoranza al extrañar tanto a una persona. Hacía más un año que no lo veía, y la tristeza pero igual la rabia se presentaban cada vez que un recuerdo asaltaba su mente, el semidiós sólo desapareció un día, simplemente dejó de ir a la isla, sin decir adiós, Moana al principio atribuyó su ausencia a lo deberes que tenía como héroe, pero siguieron pasando lo días y aunque la chica miraba al cielo en busca de un halcón gigante sobre volando por la isla con esperanza, estas siempre se venían abajo pues solo se encontraba con el vasto cielo celeste. Después de varios días así Moana comenzó a preocuparse, tal vez Maui estaba herido o enfermo, ¿Los semidioses también enfermaban? Seguramente no, o no como los humanos. Una noche cuando la incertidumbre era muy fuerte Moana tomo su bote y decidió seguir las estrellas, la punta del anzuelo de Maui donde pensó que lo encontraría, sí él, no se encontraba bien buscaría la forma de ayudarlo, si estaba bien tal vez lo tomaría de una oreja y le reprocharía su ausencia, pero no lo encontró, fue ahí cuando el pellizco en su pecho apareció, la incertidumbre multiplicada cien veces, la desolación, Maui su confidente, su mejor amigo, no sabía nada de él su tristeza creció. El último día antes de que él desapareciera asaltó su memoria:
Flashback
Moana y Maui caminaban por la orilla de la playa, el sol se encontraba en su punto más alto y buscaban un lugar fresco para empezar a comer la canasta de fruta que la gente les había regalado.
-Maui, ¿vendrás a mi coronación cierto?
-¿Qué cuando es esa cosa? - dijo deteniéndose en seco y rascándose la cabeza en un gesto que demostraba confusión.
-Maui, te repetí hasta el cansancio el día, ya solo faltan dos- puso una mano sobre su cintura y lo miró frunciendo el ceño.
-Jajaja tranquila rizos, solo bromeaba claro que estaré ahí- rió y despeinanado el cabello de la chica.
Siguieron caminando unos pasos hasta que se sentaron a la orilla de la playa, resguardados por la sombra de una roca enorme, quedándose algunos minutos en silencio, hasta que Moana soltó un resoplido y se dejó caer en la arena.
-Hey, ¿qué pasa princesa?-pregunto el semidiós dejándose caer en la arena y apoyando su codo sobre esta para recostar su cabeza sobre su puño, comiendo un plátano despreocupadamente.
Moana volvió a soltar un resoplido, incluso más prolongado que el anterior.
-En realidad no es nada... bueno es solo que...-una mueca de pesadumbre se dibujó en su rostro - En realidad tengo miedo Maui, es decir, que tal que no sé guiar a mi gente, si no soy todo lo que ellos esperan de mí como jefa de la aldea y que tal que pasa una situación tan grande que no tenga idea de como manejarla- hizo una pausa y después agregó.- En verdad me asusta, siento que no estoy lista para cargar con tanta responsabilidad.- La chica bajo la cabeza
-Hey, tranquila chiquilla- Maui colocó su mano sobre la de ella- Lo harás excelente, porque eres la persona más valiente que conozco, la heroína que salvó al mundo al entregarle su corazón a Te Fiti, Claro que jamás lo hubieras logrado sin mí ¿verdad? pero aún así no estuvo nada mal para una chiquilla - continúo con una pizca de altivez y logrando sacarle una sonrisa a Moana- Aparte teniendo a este magnífico semidiós de tu lado ¿qué puedes temer?- prosiguió alzando su ceja con picardía en ese gesto tan característico de él. - De cualquier forma estaré ahí ese día por si decides salir huyendo.
-Gracias Maui, eres el mejor amigo que alguien podría tener.- La isleña le sonrió dulcemente al semidiós y no lo dijo en voz alta, pero la verdad era que ahora se sentía mucho más tranquila.
Fin del Flashback
Esa fue la última vez que Moana vio a Maui.
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Holaaa!!!! Bueno este es el primer cap. espero que les haya gustado agradeceré infinitamente sus comentarios, quejas, sugerencias, críticas diganme que les pareció, el Moaui lo desarrollaré poco a poco , pero tampoco tan lento. Yo creo actualizar el fic cada semana.
Gracias por leer!!
Ciao..
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Pídele tu deseo a una estrella
General FictionEl tiempo ha avanzado, desde el día en que Moana y Maui regresaron el corazón de Te Fiti, dos años después ellos siguen conservando una muy linda amistad, hasta que un día Maui se va sin decir adiós ni dar explicaciones, cuando la gente de Motonui...