𝘿𝙧𝙞𝙣𝙠 - Rodrivan

VII

El dolor de cabeza era leve, pero estaba presente, haciendo que el pelinegro quisiese tirarse por la ventana nada más despertar.

Hizo memoria de lo ocurrido ayer y solo necesito ver la ropa extendida por el cuarto y el cuerpo de su mejor amigo desnudo, el cual yacía dormido, para que miles de recuerdos de la otra noche pasasen por su cabeza como si de una película se tratase.

Joder, de nuevo había caído en los encantos de Rodrigo Carrera. Con el era especial, no había mentido, el de ayer había sido el mejor sexo de su vida y ni siquiera habían llegado al final.

Mierda, ese chico le estaba volviendo loco.

Sus bromas e indirectas, su sonrisa torcida, sus ojos color esmeralda y ese cuerpo blanquecino ahora cubierto de chupetones y mordidas.

Joder, le gustaba Rodrigo Carrera.

Es más, le encantaba Rodrigo Carrera.

Que cojones había pasado con ese Iván frío que rechazaba sus coqueteos y bromas. Probablemente desapareció el primer día que le besó.

Y porque siempre hacía todo borracho? Tenía que aprender a tomar las riendas de su vida y empezar a tener más valor.

Y es por eso que no huyó, se tomó una pastilla para combatir el dolor de cabeza y preparó otra para cuando el contrario se despertase.

No sabía mucho de cocina, pero buscó un tutorial de youtube y con ayuda de esa señora llamada "María_Cocinitas" consiguió preparar unos pancakes. Bueno, quizá no fuese un buen cocinero pero podría empezar a ser un buen... Amigo?... Novio?... Dejemoslo en una buena persona.

Terminó los pancakes y les untó algo de nutella, preparó dos cafés y lo dejó todo en la cocina para subir y despertar a Ro.

Lo vió dormido y sintió la necesidad de tirarse a su lado y abrazarlo mientras dormía, pero ya eran las cinco de la tarde y tenían que hacer stream.

Se sentó en el colchón justo a su lado y le dió algunas caricias en el pelo.

- Ro, despierta lindo, no me seas vago, son las cinco de la tarde.

- Mhhh, Ivi?- susurró entreabriendo sus ojos y cerrándoles por la claridad de la habitación.

- Sí, soy yo- respondió enternecido por la escena- ahora levanta, hay que desayunar.

El otro se sentó en la cama, sobando sus ojos y soltando un bostezo.

- A que huele?

- Pancakes

- Hiciste pancakes?!- grito el menor emocionado.

Iván asintió y cargó al castaño al estilo princesa bajándolo y sentándolo en la encimera de la cocina, entregándole una pastilla para la resaca, el cafe y su plato de comida.

El pelinegro se sentó a su lado y ambos comieron en silencio, cuando terminaron, lavaron los platos mientras hablaban de cosas random.

- Pues para ser un poste de luz, mas frío que un hielo, que solo come capeletinis, la verdad te quedaron ricos los pancakes.

El otro frunció el ceño, una mueca tierna a los ojos del menor.

- Para empezar, la altura no tiene que ver con como cocinar, segundo, no es mi problema que seas tan enano y me llames poste de luz y, tercero, si fuese tan frío no estaría aqui haciéndote pancakes solo porque me gustas.

El otro se quedo en blanco pensando que acababa de decir el mas alto.

- Has dicho que...

- Perdon, es cierto, no me gustas- el menor sintió unas tremendas ganas de llorar- me encantas.

No pudo procesar bien todo y solo saltó encima del otro pegándole un puñetazo en el brazo.

- EHHH, puto enano agresivo- el menor le pegó otra vez y se calló.

- Tu también a mi.

- Espera, que?

- Que tu también me gustas pelotudo de mierda.

- Nunca me había declarado alguien sus sentimientos mientras me insultaba- admitió el pelinegro.

- Bueno, soy especial entonces.

- Sí, si lo eres para mi Ro.

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Aqui escribiendo cosas cursis para que les de una sobredosis de azúcar después del capítulo anterior.

En fin, el próximo cap ya es el final, una historia corta pero intensa JAJSJA

Bueno y como siempre, besos en el siempre sucio <3