¿Y vosotros os pensáis que publico aquí para excitaros? ¿Para que os matéis a pajas? ¿Para alimentar mi ego de escritora? Todo lector piensa que es él el protagonista de lo que lee y, a veces, así es. Pero, en la mayoría de los casos, la escritura se utiliza para acallar al subconsciente sin consecuencias en tu día a día. Escribir es psicoanalizarte por dentro y sacar la basura a pasear disfrazándola de arte. Eso es para mí escribir: curarme, limpiarme... por lo menos, temporalmente.
La inseguridad nos acompaña de por vida a las personas con discapacidad y esto nos vuelve frágiles. Es lícito inundar las redes sociales contra los escalones y barreras arquitectónicas pero muy pocos tweets veréis sobre "Tengo 40 años y mis padres no me dejan ni pajearme porque me tienen controlado en todo momento" Y esto está pasando. O permitir maltrato psicológico de tu pareja por ignorarte sexualmente por que ya bastante suerte tienes si tienes pareja. O volver al cliché de ser "la otra" por volver a sentirte viva y deseada sin ningún compromiso. Pero quizás, con cuarenta años a tus espaldas, esta situación duela un poquito. Situaciones he conocido muchas y, lamentablemente, las más complejas atañen a mi generación, por eso hablo de los cuarenta.
La juventud con discapacidad parece que, por lo menos en España, están viviendo una sexualidad sana y con otra mentalidad aunque el sobre proteccionismo parental sigue haciendo mucho daño. Pero los de cuarenta para arriba estamos jodidos. Nos educaron con "tú no puedes" y crecimos con "aquí no puedes ir". Ahora cualquier niño con un mínimo problema tiene a su disposición un taller de habilidades sociales. La mayor habilidad social que aprendí yo en el colegio fue a tirar el bocadillo al suelo cuando me decía alguna niña "cuando acabes de comer, jugaré contigo", súmale a eso visitas periódicas médicas donde eras el cuerpo desnudo extraño a estudiar por tres o más doctores de bata blanca. ¡Tachan! Fetiche médico y sumisión instalados en nuestro cerebro... Así, casi de serie....
Ahí va un truco, si queréis ligar con una persona con discapacidad, poneos una bata blanca. Espero que hayáis entendido que esto último es una broma ya que puede provocar dos reacciones: que se excite o que salga por piernas, por muletas o por ruedas. Porque somos un grupo muy heterogéneo al fin de cuentas. Pero seguro que el sexo con una persona con discapacidad os hará vivir situaciones inéditas. (Puedo hacer un relato sobre ello, si queréis)
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Discapacidad y sexualidad
Non-FictionConvivir con discapacidad a veces puede ser complejo a nivel sentimental. También tenemos sentimientos y deseos. Conjunto de experiencias reales o fantaseadas vividas por protagonistas diversos.