Rosalie Potter lo hace todo de nuevo

Capitulo 38-Hora de ir a casa

El tiempo pasó rápidamente después de la brutal práctica de quidditch, y finalmente fue el comienzo de las vacaciones de Navidad. Todos en Slytherin estaban tan felices de finalmente irse a casa y alejarse de todas las miradas y comentarios que les decían las otras casas. No fue un problema para los primeros años, quienes tenían amigos en todas las demás casas.

Sin embargo, las otras casas en los años anteriores eran crueles con los Slytherins mayores, por lo que todos estaban emocionados de irse a casa. Rosalie y todos sus amigos se habían prometido escribirse al menos una vez a la semana y encontrarse en algún momento durante las vacaciones.

Rosalie estaba tan emocionada de ver a Sirius y Remus, pero también estaba muy preocupada. Se había prometido a sí misma que les iba a contar todo en Navidad y no sabía cómo reaccionarían. Existía una gran posibilidad de que no le creyeran y pensaran que se estaba volviendo loca. Rosalie solo tenía que esperar que eso no sea lo que suceda.

Era la noche anterior a su partida para ir a casa y todas las chicas de primer año de Slytherin ya habían empacado todo lo que necesitaban. Lo único que quedaba era su Pijama que sería empacado en la mañana junto con sus cepillos de dientes y cepillos para el cabello, junto con cualquier otra cosa que usaran para sus rutinas matutinas. Sin embargo, los chicos todavía estaban empacando cosas allí.

Esto se debió a que Blaise, Gregory y Vincent habían decidido que iban a tirar toda la ropa sin doblarla, pero luego tuvieron que sacar todo de nuevo y volver a hacerlo casi de nuevo, mientras Theo estaba sentado riéndose de la tres de ellos. Draco, por otro lado, era un perfeccionista, y había decidido que cada vez que empacaba su baúl todo se veía horrible y luego había decidido volver a hacerlo, en ese momento lo estaba haciendo por tercera vez.

Mientras los chicos hacían esto, las chicas hablaban y se reían de lo tontos que podían ser los chicos a veces, lo que hizo que los chicos mayores de Slytherin fruncieran el ceño, lo que hizo que se rieran aún más.

Los chicos finalmente salieron de los dormitorios con sus baúles flotando detrás de ellos. Todos los de primer año se pusieron de pie y fueron al gran salón con sus baúles flotando detrás de ellos, riéndose y bromeando entre ellos, pero tan pronto como salieron de las mazmorras todos se quedaron en silencio. Tenían que ser serios y parecer fríos a las otras casas.

Llegaron al gran salón rápidamente y se sentaron en la mesa de Slytherin actuando como perfectos sangre pura. Todos comieron lo más rápido posible para poder llegar primero al tren y tener un buen compartimiento, también querían pasar el mayor tiempo posible con sus otros amigos sin ser juzgados por los mayores, especialmente porque eran amigos de Faye. que era un Gryffindor.

Salieron del gran salón y se encontraron con los demás en las puertas. Rosalie y los demás fueron a subirse a los carruajes sin caballos que los profesores también les habían dirigido. Rosalie se había preguntado si todavía sería capaz de ver a los thestrals, y resulta que sí, por lo que estaba muy feliz porque le encantaba pasar tiempo con ellos y con Luna. Fue lo que la conectó a ella ya Luna y lo que ayudó a convertirse en amigas tan cercanas. Honestamente, Rosalie no podía esperar hasta el próximo año cuando finalmente podría volver a ver a Luna y, con suerte, evitar que la intimidaran como si fuera la primera vez. Todos subieron a los carruajes con la gracia que cada sangre pura les había martillado desde muy jóvenes.

Esto hizo que Rosalie pensara en las horas agotadoras que pasó para que Narcissa le enseñara cómo ser una dama adecuada antes de llegar a Hogwarts. Sin embargo, cuando Narcissa terminó, era tan elegante y dama como cualquier mujer de sangre pura.

Era increíble lo rápido que Narcissa había logrado esa hazaña, especialmente porque Rosalie era una de las personas menos elegantes que conocía.

La única persona que Rosalie podía pensar que era peor era Nymphodora Tonks, quien era la persona más torpe que Rosalie había conocido.