Madam Mo estaba feliz de haber encontrado a su bebé Xuanyu, lo había recuperado, la vida le había dado otra oportunidad para amarlo, cuidarlo y darle todo lo que una ves le faltó, hace unas semanas atrás ella fue a la ciudad, en raras ocasiones salía pero está ves uno de los clientes le pidió un favor personal por el cual pago mucho, a ella no le quedó de otra más que ir a recoger un paquete que le iban a entregar, en una de las plazas más concurridas de la ciudad, con lo que ella odiaba las multitudes, llegó como siempre la puntualidad ante todo.
El cliente llegó unos minutos más tarde hablaron del paquete que le entregaría y ella puso su total atención al hombre. Terminaron las negociaciones, Mo Fang se despidió llevando el sobre que su cliente quería que transportara, al salir del local, se topo de frente con una pequeña familia.
Un hombre, con tres niños todos sucios de comida, al lado de el iba su bebé Xuanyu, cargando otro niño, era su hijo no podía equivocarse , los mismos ojos color plata tan alegres y expresivos, su cabello negro y largo sedoso y brillante, la misma piel blanca y tersa, quizá esas orejas de conejo no cuadraban con la imagen de su bebé pero era el, más maduro, obviamente pero era el.
Quiso acercarse, abrazarlo, decirle lo arrepentida que estaba de haberlo dejado solo ese día, el fatal día que su hijo murió, pero que en esta nueva oportunidad no cometerá los mismos errores, se enfocaría en hacerlo feliz, pero lamentablemente al querer llegar a el, uno de sus guardias más antiguos la detuvo diciendo, madam no creo que ala la familia Lan les agrade su presencia, le dijo su acompañante, ella se le quedó viendo un rato y le pregunto, acaso no lo viste Wijiu, es mi bebé, mi niño, no lo estoy soñando, regreso debe estar con su madre, no lo crees.
Actualmente su bebé Xuanyu está durmiendo en su habitación ahora remodela para un adolescente, seguramente debe tener entre 17 y 18 años, se mira tan pacífico durmiendo, todo despernancado, con las sábanas en el piso cojines y almohadas revoloteadas por toda la cama, con la mitad de su cuerpo arriba de la cama y el resto en el piso, si ese era su bebé siempre enérgico hasta para dormir.
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Con mucho amor acomodo a su hijo sobre la cama otra ves, recogió las sábanas, cojines y demás cosas del suelo, arropo al pequeño bulto, le inyectó una nueva dosis de sedante, no quería que pasara por otro episodio violento como la última vez que despertó. El primer día que su hijo despertó después de que sus agentes lo recuperaron de ese consultorio del que salía, se despertó casi por la tarde, ella se quiso acercar para abrazarlo pero el comenzó a arrojar todo lo que estaba a su alcance, decía algo como que dónde estaban sus conejitos, su esposo, su familia.
Para Mo Fang solo eran incoherencias que su Xuanyu decía por el estrés del momento, ella era su madre, le compraría todas las mascotas que el pudiera en cuanto a su esposo bueno ella pensaba que estaba demaciado joven para tener uno pero que si más adelante el quería hacer su propia familia, bien podría conseguir un buen hombre para esa función.
Pero aunque ella explicará eso su hijo el no entendía solo se dedico a destrozar su habitación, rompió las ventanas, los muebles todo, tuvieron que someterlo entre cuatro personas y ella con todo el dolor de su corazón tubo que sedarlo, de eso ya habían pasado una semana.
