Áɴɪᴍᴏ

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Durante todo el tiempo que había pasado, Poco estaba dudando si realmente le hacía falta salir, pues sus dos amigos le insistían bastante, sólo estaba tirado en una esquina de su cama, pues pensaba que otra vez podría evitar salir, no se esperaba que está vez sus compañeros no le dejarían pasar lo que prometía.
Cuando ellos le invitaban a los eventos, él se arrepentía cuando llegaba el momento.

Amber: ¡Hey Poco! ¿¡Listo!?

Poco: ¡Creo que lo volví a olvidar! ¿Salimos el próximo fin de semana? -Dijo abriendo la puerta, tallando uno de sus ojos con su mano derecha-

Este sólo traía puesto su pantalón y su sombrero negro de siempre al igual que su camisa blanca que usaba bajo su saco, hacía ya semanas que lo había dejado de usar, al igual que su moño del cuello.

El Primo: ¡Para nada! -Exclamó para luego jalarlo dentro del cuarto otra vez-

Amber de igual forma entró, revisó lo que el esqueleto usaba para maquillarse, mientras que el luchador sacó un saco del clóset para ponérselo a la fuerza.

Amber: Algo le falta...
-Tenía una mano en su cara pensativa mientras veía al menor de los tres, quien estaba algo incómodo por la situación -

Amber: ¡Ya sé! -Sacó un moño de uno de los cajones del mariachi para luego comenzar a ponérselo.

Aunque ella no lo sabía, para él estaba demasiado ajustado, El Primo tomó un delineador y le maquilló un corazón medio mal hecho, tomó la guitarra que estaba en una esquina y se la puso en las manos, lo cargó y lo sacó de la casa aunque cuando ya hiban saliendo Poco ya se estaba resistiendo a salir.

Poco: ¡Hey! ¡¿Qué les pasa?! ¡Déjenme aquí!

Amber: No Poco, necesitas salir, no se que te pasó pero te hará bien. -Jugaba con su antorcha aunque aún no tenía fuego -

El Primo: La última vez me dijiste que hibamos a salir los tres a comer y me pusiste otra excusa, vamos a un atrapagemas.

Amber: Órale pues.

Poco suspiro y se quedó quieto hasta llegar a los eventos, aunque lo que menos quería era encontrarse con alguno de los del trio de Mortis.

Al llegar al dichoso modo ya se encontraban ahí los que serían sus oponentes, no eran nada más y nada menos que Carl, Rosa y Crow.

Rápidamente inició la competencia, Poco se quedó atrás afinando su guitarra, sus compañeros ya estaban a los lados para intentar mantener el control del mapa.

Carl: Según mis cálculos Rosa debe ir por El Primo, yo por Amber, y Crow contra Poco, si lo mantiene envenenado será más fácil eliminarlo si llega a tomar todas las gemas y así...

Crow: Sólo vamos y ya, deja de estar perdiendo el tiempo. -Corrió como pudo para llegar al centro y esconderse tras un muro-

Rosa: Ya sabes cómo es -Le sonrió al minero y después se fue por el otro lado del mapa-

Carl se quedó en silencio y fue al otro lado.

Ya al afinar la guitarra, cuando Poco se dirigía hacia el centro estaba distraído, rápidamente fue envenenado por unas de las dagas de Crow, Rosa empezaba a dar los primeros golpes al Primo quién retrocedía constantemente para no recibir tanto daño, Amber hacía lo mismo con Carl aunque igualmente se esforzaba por mantener a Crow alejado para que Poco pudiera tomar las gemas, aunque para su mala suerte el mariachi ni siquiera ponía tanta atención a la pelea, pero tampoco estaba al pendiente de sus aliados.

El Primo: ¡Poco! ¡Necesito un "poco" de ayuda!

Era obvio que necesitaba que el esqueleto lo reanimara con las melodías que solía tocar.

Poco: ¿Cómo dices? -Analizó la situación por unos momentos -

Poco: ¡Si, claro!

Tocó rápidamente su melodía pero fue tarde, El Primo ya había sido eliminado.

Amber: ¡Hey! ¡¿Que fue eso?! -Bajó la guardia para ver a Poco-

Bandera roja.

Carl: ¡Incorrecto!
-aprovechó eso para acercarse y eliminarla, pero como estaba ardiendo él también fue eliminado-.

Crow: Buen trabajo, pero ya es mi turno. -Se lanzó contra Poco quién reaccionó cuando ya todas las dagas lo habían picado, perdiendo las gemas que ya tenía-

El Primo apareció detrás de este para luego eliminarlo con facilidad, Rosa aprovechó para usar su súper y eliminarlo llevándose así todas las gemas, la cuenta regresiva comenzó a sonar.

El Primo y Amber caminaron para recuperar lo que habían perdido, el mariachi reapareció cuando ya faltaban 8 segundos para que la batalla terminara, ni siquiera se inmutó y dejó que el juego terminara.

Su cabeza estaba baja, pensando en aquella chica, realmente quería verla pero no tenía el valor para hacerlo.

La pregunta era, ¿Por qué? ¿Por qué quería verla si fue él quien no le correspondió al instante? ¿Y realmente sentía algo por ella?

Ya no había nadie en ese lugar, sólo ellos, sus pensamientos fueron interrumpidos por sus compañeros.

Amber: ¡Poco! ¿Que pasó? Creímos que sólo necesitabas despejar tu mente.

El Primo: ¿Desde cuándo comenzaste a bajar la guardia? Que yo recuerde...¡Nunca fallabas de esa forma!

Amber: ¡Sólo dinos que pasa! ¡Dices que estás bien pero no sabes ni mentir!

Sus amigos no se mostraban molestos, se notaban preocupados, esperaban respuestas, era lo único que querían, pero el menor siempre se rehusaba a hablar.

Poco al escuchar aquellas palabras, se quebró.

La vez que me dejaste sólo... ¡Emz me dijo que le gustaba! ¡Pero como soy un distraído le dije que estaba confundido de una forma que quizá se pudo mal interpretar! ¡La hice llorar! ¡Hice llorar a la única persona que me ponía más atención que nadie! ¡Hice llorar a la chica que lo único que hizo fue estar conmigo cuando yo ni siquiera me daba cuenta! ¡Después de eso no puedo ni dejar de pensar en ella! ¡Después de eso ni me siento buena persona! Soy un cobarde... -Susurró, cayó de rodillas al suelo agarrando su cabeza, no se notaban lágrimas pero sus ojos estaban llorosos y mostraban una tristeza enorme-

El luchador y la traga fuegos se quedaron en silencio y se miraron por unos segundos después de escuchar aquellas revelaciones que el chico les había hecho.

El Primo: Bueno, ya era hora que lo notaras.

Poco lo vio por tal comentario.

Poco: ¿Ustedes lo sabían?

Amber: ¿Qué no era obvio? -Preguntó con intriga-

El Primo: Poco, no te culpes, si nunca te has enamorado es común que no sepas lo que se siente. Pero si cres no sentir algo ¿Porque piensas tanto en ella?

Poco se quedó callado.

Amber: Tranquilo, date un tiempo, trataremos de salir contigo para despejar tu mente por un tiempo, quizá te ayude para pensar si realmente la quieres.

El Primo: No soy experto en eso pero se ha de solucionar.

Poco se sintió aliviado, los dos lo ayudaron a levantarse con una sonrisa, regresaron al lugar donde se encontraba su casa, pero en lugar de entrar, se sentaron en el escenario de Amber.

El Primo: ¿Mañana vamos por la noche al bar? Esta vez iremos los tres, lo juro.

Poco: Espero que esta vez sea cierto -Sonrió cómo siempre lo había hecho, realmente se veía que esa sonrisa era sincera-

Amber: ¿Es un si? Juro que está vez también voy. -Levantó su antorcha, la cual se cayó y comenzó a arder dicho escenario-

Amber: ... Voy por la manguera.

Corazón confundido, lo que no siento por nadie más. (Poco x Emz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora