ᴄᴏɴꜰɪᴀɴᴢᴀ

335 29 4
                                    

Han pasado ya semanas, Mortis, al ver qué su sobrina no salía de su cuarto empezaba a preocuparse un poco, aunque parecía que siempre estaba bien.
Pensaba en buscar algún pretexto para tratar de hablar con ella pero nada se le ocurría, su curiosidad se hacía más grande y ni siquiera podría disimular, por lo que Frank rápidamente lo notó y lo veía raro y confundido

Mortis: ¿Está algo extraña verdad? -le preguntó a su amigo con una sonrisa como siempre solía estar-

Frank sólo gruñó y asintió con la cabeza un tanto serio, pues era obvio que algo andaba mal con Emz.

Mortis: ¿Debería preguntar? Esta algo distante, hace semanas que ni la vemos.

Frank: -Volvió a asentir con la cabeza-

Mortis: ¡Ya sé! Hay que llevarle uno de esos cupcakes que hicimos ayer.

El mayor le dio un codazo y el vampiro solo se quejó.

Mortis: Está bien, está bien, uno de esos cupcakes que hiciste ayer -Dijo mientras hiba a la cocina -

Mortis tomó aquél panquecito y se dirigió a las escaleras hasta llegar a la puerta del cuarto de Emz, Frank lo siguió y se quedó a lado de dicha habitación, ni siquiera había un ruido, estaba todo en silencio por lo que dudó en llamarla, sólo tocó la puerta esperando una respuesta.

Emz: ¿Quién?

Mortis: ¡Soy yo! ¡Mortis! Te traje un cupcake de ayer.

Emz: Gracias tío, pero ¿Puedes dejarlo por la mesa? Más tarde voy por él.

Mortis: ¿Emz estás bien? -Pegó su oído a la puerta para escuchar mejor su voz-

Emz: Si estoy bien, es más -Abrió la puerta y tomó el panquecito - ¿Ves? Puedes estar tranquilo tío, no pasa nada.

Mortis la vio directamente a los ojos y su reacción era a una de sorpresa.

Mortis: Emz no estás bien. -aseguró y trató de sonar lo mas serio posible -

Emz: ¿Que dices? Estoy perfecta. -Se sentó en su cama y dejó la puerta abierta para que el vampiro pudiera pasar-

Mortis: No, no has salido, no vas a eventos, tus redes sociales están más muertas que tú Frank y yo juntos, ni los mensajes respondes, además, te falta el labial.
Pero lo más raro... Tú nunca me dices tío. -se sentó al lado de la chica esperando que le respondiera-

Emz: Bueno...  No se si contarte. -Jugaba con sus manos ya que estaba nerviosa, bajó la cabeza y miro a otro lado-

Mortis: Emz, sé que has crecido, que has cambiado y las cosas no son iguales, pero eso no significa que no puedas confiar en mí, sigues siendo mi sobrina y yo tu tío.
-Le dedicó una sonrisa -

La chica se sintió en confianza, se decidió rápidamente a contarle lo que le pasaba.

Emz: Lo que pasa es que...
-al recordarlo sus ojos se pusieron llorosos y ella hacía lo posible para secarlos-
La última vez que salí, encontré a Poco en la taberna, le dije lo que sentía por él y me rechazó de una forma muy rara -su voz se quebró y llegó al punto de no poder detener las lágrimas-

Mortis: Exactamente, ¿Que fue lo que te dijo? -Preguntó confundido-

Emz: Me dijo que era complicado y extraño, le tomé la mano y el la quitó.

Mortis: Emz, el nunca dijo que no.

Ella lo vio extrañada

Mortis: Quizá no estaba listo para una respuesta, Poco es muy distraído y no se daría cuenta si le robaran la billetera, ni cuando le tomabas fotos se daba cuenta. Nunca se le vió mostrando interés en alguna mujer, y si dedicaba algún poema o canción era sólo por amabilidad, así es él.
No me sorprendería que no sepa distinguir el amor de amigo y el amor de pareja.

Emz: ¿Tu cres que aún tengo posibilidad? -Se tranquilizó gracias a Mortis, quien mostraba seguridad en sus palabras-
Por favor, si lo llegas a ver, no lo lastimes.

Mortis: Claro que tienes oportunidad, eres quien más lo ha apoyado en lo que hace.
Y descuida, sabes que no me atrevería a hacerle daño, además, sé lo mucho que lo quieres aunque sea un distraído -Se río de lo que anteriormente había dicho -

Emz: Eso espero y te creo.

Lo abrazó con una sonrisa, lo que fue extraño para Mortis, pero sólo correspondió al abrazo.

Mortis: Si necesitas algo solo dime, y si quieres hablar más me llamas. -Ajustó su sombrero y salió del cuarto de la zombie cerrando la puerta-

Emz, se sentía más tranquila, el sólo pensar que Poco podría sentir algo por ella le hacía sentir bien, pero a la vez se sentía mal pensando que sólo podría ser una triste mentira.
Ella sólo sabía que lo amaba como a nadie, que lo que sentía por él no lo sentía por nadie más, reflexionó sus actos cuando él la quiso tomar de la mano y ella lo empujó, se dio cuenta que debió escucharlo, lo único que Poco necesitaba era tiempo, tiempo para asimilar sus emociones.
Pero era tarde, el error ya había sido cometido por ella misma.

Corazón confundido, lo que no siento por nadie más. (Poco x Emz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora