02

826 132 12
                                    




Vice capitán de la Tokyo Manji, ese tipo... Ryusei era el vice capitán de la tokyo manji. Un tipo que a primera impresión era un total idiota, pero un idiota fuerte. Si Chifuyu quería ser el vice capitán tendría que cuidarse bien de Ryusei y también superarlo.

—Chifuyu, no puedes venir solo, es peligroso y tu tampoco, Ryusei si sigues con ese comportamiento te voy a matar.

—bueno, bueno ... quiero ver hasta donde soy capáz de llegas antes de que me mates—le responde.

Nadie decía nada, ni Chifuyu, ni los demás miembros hablaban. El ambiente tenso se sentía en todo el lugar, el líder y la mano derecha se miraban, uno con furia y el otro con burla. Baji solo le dirige una intensa mirada a Ryusei, recordando que si es capaz de golpearlo en cualquier momento

—era una broma, que aguafiestas eres— se retracta por fin Ryusei— no tienes porqué preocuparte por nosotros dos.

Baji no le responde nada más, los demás miembros de la primera división revisan los alrededores y terminan de noquear a algunos que seguían despiertos.

Chifuyu no sabe qué hacer, sigue ahí parado en esa sala de operaciones sin saber si lo hizo bien o mal, si era parte de la primera división o si luego de golpear a todos los enemigos el siguiente era el. Solo Baji, Chifuyu y Ryusei parados el uno al lado del otro sin decirse nada. Chifuyu mira de reojo a los dos chicos, estando en medio de ellos solo podía sentirse un poco más intimidado por la energía que los dos le daban. Violencia y golpes, cuando por fin Ryusei habla el ambiente simplemente se hace más tenso debido al tipo de comentario.

—¿Chifuyu? Un lindo nombre para una linda personita— Chifuyu solo quería estampar su cabeza contra la pared hasta la muerte, el decir que era lindo podría causar un cambio en la idea de Baji sobre él ¿Y si ya no lo quería como un miembro de la Tokyo Manji porque era "lindo"?

—no me llames lindo, por favor— le contesta un poco harto de la situación, ahora más que nunca solo quería irse y esconderse en su cuarto y acariciar a Peke J.

—pero solo digo la verdad, Chifuyu-chan— Ryusei pasa su brazo por la cintura de Chifuyu, atrayéndolo más a él, eso parece por fin hacer que Baji se de cuenta en la situación en la que estaba su ¿seguidor? lo que sea —y eres tan delgadito que podría....

—Ryusei, Chifuyu y yo no vamos. Te dejo a cargo— antes de que Ryusei pudiera decir algo Baji ya había tomado a Chifuyu del brazo y se lo había llevado.

—Qué pena, tendré que esperar para volverlo a ver— se resignó.

(...)


Fuera del hospital el ambiente tenso se había disipado totalmente Baji y Chifuyu caminaban hasta la moto del mayor. Los dos se subieron a la moto y emprendieron el camino hacia su edificio.

—¿te estuvo molestando antes de que llegara?— preguntó Baji ya casi a medio camino.

—¿eh?

—Ryusei ¿El te estuvo molestando?—no puede ser, ahora se sentía como una de esas doncellas en peligro de los mangas que leía. De verdad quería estrellar su cabeza contra una pared— Si te hace algo no dudes en golpearlo, te doy permiso.

—Gracias, Baji-san— a pesar de que la idea de ser una doncella le parecía vergonzosa estaba emocionado. Baji tenía interés por él, lo consideraba de una u otra forma, un punto a su favor.

—N-no pasa nada. Bienvenido a la Tokyo Manji, Chifuyu.

Los ojos de  Chifuyu brillaron, por fin había logrado una parte de su gran meta. 



(...)



A pesar de ser parte de la pandilla más importante e increíble de todas, aún tenía que ir a la escuela a escuchar a los inútiles de sus "amigos" y a sus pláticas vacías y tontas. El receso todavía no terminaba pero Chifuyu sentía que ya habían sido dos horas de descanso, más que descanso esto parecía un calvario. No aguantaba más a los tres chicos que lo perseguían y que aunque se la había pasado toda la semana ignorandolos solo para ir a buscar a Baji habían vuelto a pulular a su alrededor.

—ya regreso—les avisa para luego escapar de la molesta charla. Sube hasta la terraza, en donde sabe que esos tipos nunca subirían, por fin estaba solo y podía pensar en todo lo que había pasado ese infame viernes.

Para empezar había conocido a su némesis, el chico solo lo había tomado como una broma y Baji lo había visto por lo tanto seguramente él también terminaría pensando en él como alguien lindo y no varonil o fuerte. Si eso no fuera suficiente durante el fin de semana que fue a comprar mangas casi todos sus títulos favoritos se habían acabado y Peke J lo había arañado, dejándole una gran marca en el brazo. De verdad parecía que desde que Ryusei le había dirigido la palabra todo su buena suerte se había esfumado. Por esa misma razón había decidido no buscar a Baji por el momento, le podría pegar su mala suerte.

Todo era culpa de Ryusei Sato, ese tipo irritante que por alguna razón no salía de su cabeza ¿Porque Baji elegiría a un tipo así como su mano derecha? El solo pensarlo le hacía doler la cabeza, el solo recordar esa sonrisa burlona de Ryusei lo molestaba por un buen rato, el recordar todos los "lindo" que habían salido de su boca dirigidos hacia a él lo hacía querer golpear por dejarse avergonzar de es manera.

Cuando por fin llega al techo de la escuela decide dejar de pensar en pensar en problemas y maquinar soluciones. En cuanto a Baji, están en la misma escuela y en el mismo año, hace una amistad o por lo menos ser más cercanos no sería tan difícil. En cuanto a Ryusei el evitarlo es la mejor solución, si no va a las reuniones va a ser mucho más fácil el evitarlo a toda costa. O al menos eso pensó hasta que escuchó una voz conocida.

—uaaaah~ que bien dormí

Chifuyu quería morirse, esa no era otra que la voz de Ryusei Sato. Chifuyu dirige su mirada hacia arriba y ve a Ryusei ya despierto y sonriéndole.

—Buenos días, lindo.

La tarea que creyó que sería fácil ahora sería su eterna piedra en el zapato. 

Love Bomb [Ryusei Sato x Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora