Love Bomb [Ryusei Sato x Chifuyu Matsuno

09

Luego de esa conversación hace ya casi 3 días Chifuyu y Baji habían sido más cercanos que nunca. No podían estar más felices los dos ¿O tal vez si? Había algo que rondaba en la cabeza de Chifuyu desde hace algunos días, más que algo era alguien y ese alguien era Ryusei Sato. Luego de el extraño desplante y el frío "nada de lo que te imaginas" Ryusei no le había vuelto a buscar, en la salida ya no se lo encontraba y durante los almuerzos Ryusei no era encontrado por ningún lado (no es que lo haya buscado, solo pasa por los lugares en los que más andaba Ryusei, obvio).

-Baji-san, también quería decirle que sobre la próxima pelea podríamos hacer alguna estrategía en grupo- le dice Chifuyu a Baji

-hm... creo que sería factible- le contesta Baji, concentrado en algo que escribiría en su cuaderno.

-Además de ello también me gustaría pedirle un consejo sobre...- antes de que Chifuyu pudiera terminar de hablar puede escuchar un inepto hablando sobre él.

-Creo que ese delincuente está intimidando a Keisuke-kun- cuando decide dejar de centrar su atención en Baji se da cuenta de que no hay solo un inepto, sino casi todo el salón de Baji. Parados y siendo envueltos por un aura de pura preocupación por su compañero.

Cuando por fin identiticiba al dueño de ese comentario decide levantarse a enfretar al idiota, sin embago antes de poder abrir su boca es jalado del brazo por Keisuke, siendo sacado del salón a jalones, dejándolo totalmente desconcertado.

-ven un momento conmigo- le dice Baji, luego de un rato de caminar Baji se detiene en el hueco de las escaleras de la azotea, ahí se sienta y le pide a Chifuyu que haga lo mismo.

-si Baji-san, estoy para usted

-escúchame bien, por favor- le dice, extrañamente cauteloso- Yo quiero estar contigo, me gusta que vengas a visitarme pero con esa pinta de delincuente no me estás ayudando. Necesito mantener mis notas y con ello mi reputación porque lo que te pido es que por favor cuando vayas a verme luzcas lo más normal posible. Eso es todo, ven a visitarme cuando te veas más normal- le dice para luego levantarse e irse, dejando a Chifuyu en blanco.

El hecho de que ahora Baji tampoco lo quiera tener cerca, aunque sea solo por su peinado, le sumaba un problema más a los que ya tenía ¿Que peinado no es intimidante pero cool a la vez? Esto si era un verdadero dilema,más difícil que un problema de matemática y más subjetivo que una opinión redactada para literatura. Camina hasta el baño, en donde comienza a mirarse al espejo, buscando como parecer menos un delincuente ¿Es sólo el pelo o toda la cara? No puede cambiarse de cara así que tendría que hacer el mejor trabajo con el pelo.

(...)

Sin darse cuenta se había pasado toda la última hora de clases en el baño, a pesar de eso no había tenido ningún avance. Su cabeza se seguía viendo como la de un delincuente y así Baji no lo quería ver.

¿Qué haría ahora? No tenía a quien pedirle ayuda, sus amigos eran unos tontos y su madre le iba a decir que se afeita la cabeza y ya ¿Lo más triste? Le gustaba mucho su copete, podía imaginar toda su vida y en cada escenario estaría con un el copete, en su velorio, boda y el bautizo de sus hijos. Su copete lo era todo, así que estaba en un gran dilema ahora, decidiendo que era lo menos delincuente que su copete y que se le viera bien, qué dilema. Derrotado, regresa a su salón y mientras alista sus cosas ve una cabeza conocida por la ventana.

Ryusei Sato caminaba frente a su salón, mirando hacia dentro como si buscara a algo o alguien ¿Lo estaba buscando? ¿O estaba buscando a una chica? Termina de guardar sus cosas lo más rápido que puede y alcanza a Ryusei en medio del pasillo.

-¡Ryusei!

(...)

Sabía que lo que estaba haciendo no era correcto, era tremendamente incorrecto. Su capitán le había dicho algo muy claro, que no se acercara a Chifuyu, pero aún así no puede evitar sucumbir ante el llamado de Chifuyu y mirarlo detenidamente, como no lo había hecho durante toda una semana. En su rostro encuentra una expresión triste, no está cabizbajo pero tampoco tiene esa típica sonrisa o ese ceño fruncido siempre que lo molestaba.

Su cuerpo se mueve solo y se dirige hacia Chifuyu, sus manos acunan el rostro del rubio y con un tono preocupado comienza a hablar.

-¿Keisuke te hizo algo?- le dice mirándolo directamente a los ojos, esperando la afirmación para ir a buscar a su capitán y darle una paliza sin pensar en las consecuencias.

-No...no solo. Necesito tu ayuda- le dice un poco sonrojado por las acciones de Ryusei.

Chifuyu luego de varios días vuelve a sentir esa calidez en el pecho, como su corazón se acelera, tiene miedo de que Ryusei escuche como su corazón late como loco por el simple hecho de tenerlo cerca, quiere saltar de la felicidad por la atención que Ryusei le está dando pero a la vez quiere irse corriendo a su casa de la vergüenza que siente al tener al chico tan cerca suyo. Una situación complicada lo vea por donde lo vea.

-Te escucho, te ayudaré en lo que me pidas - dice, alejando sus manos de Chifuyu al darse cuenta de la cercanía.

Se siente intoxicado pro Chifuyu, drogado, tonto. Como si una palabra de Chifuyu significaba todo. No puede mantener la indicación de su líder porque a él también le gusta Chifuyu, lo suficiente como para ignorar la estúpida jerarquía de la pandilla y desobedecer las indicaciones. Quiere tenerlo cerca aún si eso signifique una enemistad con Keisuke, no le importa el costo, solo quiere escuchar a Chifuyu una vez más, verlo sonrojado por sus acciones y escucharlo titubear o gruñir ante las preguntas y comentarios coquetos que él le hacía. Era demasiado tarde para que Baji lo pudiera detener, su corazón y su cerebro no actuaban de la mano. Una parte suya le decía "vete, no busques problemas" mientras que la otra le decía algo como "¿qué es lo peor que puede pasar?" Obviamente una parte ya había sido la ganadora.

-Primero hay que salir de la escuela. Vamos a mi casa- le dice Chifuyu.

"¿Si ya había desobedecido porque no disfrutaba el pecado correctamente?" Pensó Ryusei antes de seguir a Chifuyu hasta su hogar.