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El joven don Diego llego a enterarse lo que causado el comandante con los campesinos, incluso a su padre don Alejandro le pareció abominable lo que hicieron los soldados, del cual parecía que si la tiranía continuaba, los hacendados y los civiles se levantarían en armas.

Pero Diego fingía impresionarse de forma exagerada por el suceso, y su padre le decía:

-No debes acobardarte, debes empuñar la espada y luchar como el Zorro que le pone en su lugar a esos militares bellacos.

-Lo sé, pero me podría lastimar-Respondió Diego.

-Un día de estos te voy a enseñar esgrima y así dejaras de actuar como un cobarde-Le respondió.

Volviendo a su habitación a solas con Bernardo, le dijo sobre su plan:

-Esta noche el Zorro va a aparecer para darle una sorpresa al comandante, pero antes voy a buscar información por mi cuenta.

Yendo al pueblo, incluso para hacer las compras, vio a los pobres campesinos que fueron castigados por los militares, y cuando se acercó para hablarles, estos se pusieron hostiles y uno le dijo:

-Déjanos en paz maldito ricacho, no nos quitaras lo poco que tenemos.

-Tranquilos, no vengo a hacerles daño, solo vengo a hacerles preguntas-Respondió el joven.

-¿Preguntas? Al no querer pagar los impuestos, los soldados nos agredieron y nos quitaron nuestras cosechas y nuestros animales ¿eso es lo que quieres saber?-Dijo enojado uno de ellos.

-No se enojen, pronto el Zorro aparecerá y pondrá en su lugar a esos villanos-Y siguió con su camino.

Al llegar al cuartel fue recibido por el sargento García que lo saludo amistosamente, y el joven le dijo:

-Vengo a conversar con el alcalde, es urgente.

-Bueno, pero no creo que a su excelencia le agrade-Dijo dudando el sargento.

-Igual, no tardaré-Replicó.

Al pasar por la puerta, el alcalde lo recibió de forma soberbia y le preguntó:

-¿Qué lo trae por aquí?

-He venido a saber del motivo de que haya agredido a los campesinos-Respondió el joven.

En ese momento apareció Velázquez y mirándolo fríamente le pregunto:

-¿Qué quieres aquí?

-Solo vengo a decirles que lo que le hicieron a los campesinos no fue de mi agrado-Respondió.

-¿Ah sí? Pues usted señorito debe preocuparse por sus asuntos, pues yo hago mi trabajo para mantener el orden y que la chusma respete a la autoridad-Le dijo el comandante mirándolo de frente.

-Mire don Diego, le sugiero que se vaya porque su presencia incomoda-Le dijo Enrique.

Al retirarse del cuartel, se acercó a Bernardo y en secreto le dijo:

-Son unos pesados el comandante y el alcalde, pero esta noche el Zorro aparecerá.

Preparando su vestimenta negra, su capa, su antifaz, su sombrero, sus armas y su corcel, el jinete se dirigió hacia el pueblo en medio de la noche.

El capitán y el teniente, junto con tres soldados salían de la posada después de beber unos tragos, y de la nada apareció la bandida y desenvainando su espada se lanzó violentamente hacia los soldados, y por medio de golpes y patadas dos de ellos fueron puestos fuera de combate, mientras que el tercero la contenía hasta que con una patada en la zona púbica lo abatió.

El capitán y el teniente, junto con tres soldados salían de la posada después de beber unos tragos, y de la nada apareció la bandida y desenvainando su espada se lanzó violentamente hacia los soldados, y por medio de golpes y patadas dos de ellos ...

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Ahí, Fernando y Francisco la encararon con sus espadas y el teniente dijo sin perder la sonrisa:

-Si llego a desarmarte me divertiré un poco contigo.

Pero la bandida reacciono y le dio un tremendo puñetazo y lo hizo echar al suelo, y el capitán no hizo más que seguir encarando a la bandida.

Mientras tanto, el enmascarado ingreso de forma secreta al cuartel y de forma sigilosa se dirigió a la habitación en donde Velázquez se preparaba para dormir; de repente le sorprendió apuntándole con su espada y le dijo:

-Por lo que le hizo a los campesinos va a tener pesadillas.

Como un rayo, tomo su espada y se enfrentó al Zorro, mientras que llamo a los soldados y al sargento para que vengan a ayudarle:

-No escaparas de aquí-Le dijo el comandante.

Cuando aparecieron los soldados, el jinete negro tuvo que contenerlos, y en ese momento el comandante lo agarro por detrás, pero el Zorro no se daba por vencido y le pateaba a sus oponentes, y cuando iba a quitarle el antifaz, se pudo salir con un...

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Cuando aparecieron los soldados, el jinete negro tuvo que contenerlos, y en ese momento el comandante lo agarro por detrás, pero el Zorro no se daba por vencido y le pateaba a sus oponentes, y cuando iba a quitarle el antifaz, se pudo salir con un codazo.

El sargento trato de cortarle la retirada, pero el enmascarado le cortó los pantalones y le dio un empujón para poder escapar.

En la calle, el capitán no se daba por vencido, pero la bandida esquivo un ataque y de una patada en el vientre pudo noquearlo y ella le dijo antes de irse:

-La próxima prepárate.

Al montar en su caballo, vio que el Zorro escapaba del cuartel y desapareció en la oscuridad montado de Tornado:

-La próxima que lo vea, tratare de conocerlo-Dijo en pensamientos.

El Zorro y la bandidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora