Capitulo 2.

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-No lo entiendo Salmée, ¿por qué te gustan tanto los girasoles? Son solo flores y todas son iguales- dije mientras llevaba una chucheria a mi boca.
-Ese es el problema Lucas, no eres capaz de ver la belleza de las cosas pequeñas y cotidianas como las flores- dijo mientras no apartaba la vista de esa foto de un enorme girasol- ¿Sabes cuál es el significado de los girasoles?
-¿Tienen significado?
-Pues claro, todo en esta vida tiene un significado- dijo mirándome a los ojos mientras su pelo se movía con el viento- en la cultura china los girasoles son los portadores del amor, de la admiración, la vitalidad, el positivismo y la energía. También dicen que si alguien te regala un ramo lleno de estas flores es porque quiere llenar tu vida de buena suerte. Creo que es un significado muy bonito y muy importante para una flor tan delicada y pequeña.
-¿Es tu flor favorita Salmée? -dije mientras miraba a los niños jugar en la fuente del parque.
-Si, por supuesto, lo supe desde que Martina trajo a casa un girasol de plástico para decorar nuestra habitación. Desde ese momento soñaba un visitar un campo lleno de girasoles y poder llenarme de vitalidad y amor. También le decía a mi madre que le iba a regalar un ramo de girasoles para que pudiera curarse, es algo tonto, pero de pequeña pensaba que eso pasaría.
-Es interesante- dije mientras su explicación seguía procesándose en mi cabeza
-¿Y tú?- dijo apoyando su cabeza en la palma de sus manos
-¿Yo? ¿Qué pasa?
-¿Tienes alguna flor favorita?
-Tú eres mi flor favorita en el mundo Salmée, tú eres mi pequeño girasol- susurré mientras mi boca rozaba la suya.

Aquella tarde busqué por todas las floristerías de Barcelona un buen ramo de girasoles para poder dárselo a mi pequeña Salmée, pero ninguna parecía estar interesada en aquella flor tan exótica.
Pero cuando al fin estuve a piques de rendirme, la suerte quiso estar de mi parte.
Corrí hasta la casa de Salmée rodeado de girasoles desprendiendo su dulce aroma. No sabía diferenciar si por ese olor estaba tan feliz o por ver la dulce sonrisa de Salmée al ver ese ramo tan grande, pero en ese momento sentía que nada podía conmigo.

-¿Has encontrado girasoles en Barcelona?- dijo mientras sus ojos se empezaban a humedecer.
-Todo por ti, y aún así siento que es ramo no es lo suficientemente grande- dije agarrando su cadera.
-¿Por qué?- dijo mirando mis ojos.
-Porque si, porque eres tú. Jamás me cansaré de decírtelo, te quiero y te mereces esto y más- dije besando su frente.
-El día de mi boda, llevaré un ramo de girasoles, ese es mi sueño.

"El día de mi boda"

Lo siento Salmée, no pude verte vestida de blanco con tu dulce ramo de girasoles adornando tus delicadas manos.
Lo siento.

Los besos que no pude regalarte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora