La Chica Que Vive En Mi Garaje (Jenlisa ) [Completada]

Part 16

A la mañana siguiente, me despierto con un dolor de cabeza peor que la resaca promedio. Probablemente una combinación del colapso emocional en la fiesta y la discusión con Lisa. El recuerdo de Nayeon me siguió a mis sueños anoche. Más como una pesadilla. Estuve allí con Nayeon el día que murió. Las pastillas estaban en sus manos, pero no pude hacer nada para detenerla. Grité y lloré y le supliqué que se detuviera, pero no funcionó. Se tragó las pastillas con una sonrisa en su rostro, y luego me desperté llorando.

Tal vez una ducha me ayude a aliviar mi dolor de cabeza y a dejar de lado la pesadilla. Mientras me lavo el pelo, mi mente se dirige a Lisa. Todavía no parece correcto que no me diga lo que esconde. Mi secreto podría haber sido compartido todo el tiempo, simplemente no quería compartirlo. Con Lisa, ese no parece ser el caso. Tal vez su secreto es algo que no puede compartir. Tal vez las sospechas que he dejado de lado tenían razón. Tal vez es más peligrosa de lo que me he permitido considerar. No quiero pensar en la vida sin Lisa. El problema es que a ella también le resulta difícil imaginar la vida con ella.

Una vez vestida, decido salir a caminar. Despejar mi cabeza. Mis padres son fanáticos del ejercicio, y no puedo meterme en muchos problemas en una caminata, así que dudo que tengan un problema con eso. Cuando bajo, mamá está planchando.

"Buenos días," dice ella.

"Mañana. ¿Está bien si salgo a caminar?"

"¿A dónde?"Mamá pregunta, alisando la plancha sobre un par de pantalones particularmente arrugados.

Tirando de mi vellón, digo: "Solo quiero salir de la casa por un rato."

"Supongo que está bien", dice mamá. "A la vuelta de la esquina, ¿verdad?"

"Derecho."

Mira el reloj. - Vuelve en media hora."

"Gracias."

Mamá saca los pantalones de la tabla de planchar y los pone en una percha antes de agarrar una de las camisas de vestir de papá. Mi familia es tan doméstica que es repugnante. Casi estoy fuera de la habitación cuando mi mamá dice: "Oye, Jennie?"

Conozco ese tono. Es el tono de "mamá es sospechosa". El tono de "voy a tener que mentir". Me detengo. Convertir. "¿Sí?"

"Mi despertador no sonó anoche para los controles de cama. No sabrías nada de eso, ¿verdad?"

"No", digo, toda inocencia con los ojos muy abiertos. "¿De verdad? Creí oírte entrar. Debe haberlo soñado."

Mamá levanta la vista de una arruga en la camisa el tiempo suficiente para estudiarme. "¿Estás seguro de eso?"

Afortunadamente, los días en que no podía mirar a mi madre a los ojos y decir una mentira descarada se han ido. "Positivo."

La plancha silba una nube de vapor. Mamá suspira. "Debo haberme olvidado de ponerlas. Disfruta de tu caminata."

Eso fue fácil. Cuando entro en el garaje, no espero que Lisa esté allí, por lo que casi salgo de mi piel cuando está.

"Oye", dice, de pie desde su escondite.

"Me asustaste", le digo, con una mano en el pecho.

"¿Por qué?"

Doblo los brazos sobre el pecho. "Por lo general, te vas durante el día."Además, pensé que se habría retirado después de nuestra discusión. Por un tiempo de todos modos.

Ella se encoge de hombros. "Quería hablar contigo. ¿A dónde te diriges?"

"Salir a caminar."

"¿Puedo unirme a ti?"