FRUIT

Capítulo 8

FRUIT

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 8 ::.

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------- ADVERTENCIA -------

Este fic contiene "TRÍO", "LEMON FUERTE", "PRÁCTICAS POCO CONVENCIONALES". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que no debe pasar más allá de la lectura.

Este capítulo contiene: LEMON, lenguaje obsceno . NO ES APTO para menores de 18 años.

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A menudo estaban en la azotea de la escuela, especialmente después de clases. Sin embargo, hoy era una ocasión especial.

Había sido difícil encontrar un momento para cumplir su promesa y estar juntos los tres. Y cuando por fin pudieron apartarse de los demás, fue un tanto incómodo.

Rukia evitaba mirarlos a los ojos, especialmente a Ichigo, con quien no había hablado sobre la inusual relación que, al parecer, comenzarían a partir de ese momento.

Ichigo estaba más callado que nunca y Renji. . . no pudo hacer algún comentario sarcástico para hacer enfadar a su amigo.

De alguna forma, los tres se sentían fuera de lugar por primera vez.

Ichigo se giró a ver la vista de Karakura: los edificios, el cielo al atardecer sin nubes.

""Tal vez esto sea un error.""

Pensaba el pelinaranja, inseguro de que su amistad con Rukia y Renji estuviese a un paso de dar un giro tan drástico.

Abarai fue quien dio el primer paso, quizás adivinando la inseguridad de Kurosaki. El pelirrojo no quería dar marcha atrás. Sabía que su amistad de alguna forma se fracturaría si ahora se arrepentían, así que él estaba dispuesto a seguir con esta locura. . . por Rukia, por Ichigo. . . por él mismo.

Así, Renji se acercó a la pelinegra, abrazándola desde atrás. Sus grandes manos se deslizaron por los hombros de la joven y recorrieron su cintura hasta posarse en las caderas femeninas, acercándola más a su cuerpo y apretándola contra sí para hacerla sentir la erección que él ya tenía.

* Ahh, Renji !. *

Ichigo se giró donde sus amigos al escuchar el gemido de Rukia. Aquel simple sonido fue suficiente para excitarlo, pero encontrarse con la imagen de su enana entre los brazos del pelirrojo, lejos de molestarlo, lo excitó aún más.

Esa piña pervertida estaba jugando con los pequeños pechos de la ojivioleta, oprimiéndolos, amasándolos por encima del uniforme escolar, pellizcando los duros pezones que se notaban bajo la tela.

Aunque trataba de disimularlo, Kuchiki disfrutaba de las caricias de Abarai; el carmín en sus mejillas la delataba y ni hablar de los suaves jadeos que se escapaban de su boquita.

Pero a pesar de que era Renji quien la tocaba y disfrutaba de sus encantos, era a Ichigo a quien Rukia miraba. Estaban de frente, sus ojos fijos en el otro. Y fue al pelinaranja a quien ella llamó en un apagado susurro.

* Ichi. . . go !. *

Apenas pudo escucharla, pero fue suficiente para que Kurosaki tuviera una erección.

Los perfectos labios femeninos formando su nombre. . . él no pudo evitarlo y su pene reaccionó al instante, empujando contra los pantalones.

* ¡ Bésala !. *