HASTA EL FINAL//FINNEY BLAKE

[002]

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Esa mañana Adara se despertó sola, James había salido antes y Dylan seguía dormido así que fue a levantarlo. Hizo lo mismo que cualquier otra mañana, dejó a Dylan en su colegio y se dirigió al parque. Esperó a Chris y a Dan sentada en un columpio mientras escuchaba "Ya no hay verano", sí era muy pesada con la canción.
Algunos me llaman especial
Que debería estudiar más
Que siendo así quien me va a querer
Yo solo pienso en salir de esta ciudad
Esas palabras siempre resuenan en su cabeza aunque no escuche la canción. Se quedó absorta escuchando la canción mientras se balanceaba un poco. A lo lejos aparecieron Chris y Dan, Dara no pareció darse cuenta.

—¿No crees qué estos días está un poco rara?

—Eso pensé el viernes cuando estuvimos fuera.–Habló Chris.

Los dos chicos se acercaron a su amiga para después dirigirse a la escuela secundaria donde estudiaban. Al entrar se separaron para ir a sus respectivas clases.

Adara –con sus cascos puestos– se dirigió a su taquilla para tomar algunos de sus libros. Al llegar se llevó una sorpresa no muy grata.
Su taquilla estaba pintada con graffiti, tenía manchas rojas y varias palabras escritas, "Perdedora" "Muérete" "Huérfana" "Das asco", entre muchas más. Su corazón se rompió más de lo que ya estaba al ver su taquilla en ese estado. Todo el mundo la miraba, cosa que le incomodó. Un grupo de 5 personas se acercó a ella.

—Uy Adara ¿Qué le ha pasado a tu taquilla?–Preguntó Alan, las otras personas le rieron la gracia. Ella no respondía, sus ojos se cristalizaron.

—¿Por qué habéis hecho esto?

—Porque te lo mereces.-Habló Michael.

—Seguro que tus padres están mejor muertos, así no tienen que aguantar te.

—Además, su muerte fue tu culpa.

—Que te jodan, yo no tengo la culpa. Ni si quiera estuviste allí.

—No, pero estoy seguro de que todo es culpa tuya.
Ella solo los ignoró.

—¡Y mejor no hablamos de su hermano el alcohólico!-Rio Alan.

—¿Qué has dicho de mi hermano?

—Qué es un alcohólico, además es un tío sin futuro que se tirará toda su vida trabajando de mecánico.
Se mordió el labio inferior, eso último que dijo fue la gota que colmó el vaso. Adara llevaba bastante tiempo recibiendo burlas de estos chavales, y no saltó ni una sola vez, pero su paciencia se acabó. Tiró su mochila al suelo y apretó sus puños. Miró fijamente a Alan –el promotor de todo– y se abalanzó sobre él tirándole al suelo. La gente se acercó formando un corro. Ella le pegaba con todas sus fuerzas, el chaval no podía ni defenderse, un golpe, otro, otro, tenía la cara toda ensangrentada. Pero ella no paró.

—¡Adara!–Robin gritó su nombre con intención de que parara, pero hizo caso omiso y continuó. Alan pudo reunir fuerzas y pegarle un puñetazo. Siguieron peleándose hasta que llegaron los profesores. Cada uno agarró a uno.

~

~Adara~

—Siéntate Adara.
Asentí y me senté.

—Espero que sepas que lo que has hecho es muy grave y puede conllevar consecuencias.

—Se... Se me fue la cabeza, colapsé.

—Sé que hoy hace un año desde que tus padres fallecieron.–Bajé la cabeza—¿Alguien te ha dicho algo?
Asentí desanimada.

—Han destrozado mi taquilla.