Jungwon despertó estornudando, Jongseong estaba a su lado abrazando a su noviecito mientras este intentaba volver a conciliar el sueño.
—¿No te enfermaste?— Jungwon le hablaba a su novio, ya que la noche anterior, Jongseong lo había besado repetidas veces.
—Nop, soy fuerte, por eso siempre te estoy diciendo que te pongas calcetines y que duermas abrigado— beso su esponjosa mejilla mientras seguía en sus brazos.
—Jay... quiero una paleta— se le acababa de antojar algo dulce.
—Claro, ya vuelvo— lo dejó suavemente recostado sobre la cama y salió a la cocina en busca de las paletas favoritas de Jungwon.
Jongseong estaba pensando en hacerle una "prueba" a Jungwon, Jongseong siempre le compraba sus caprichos, sus peluches, ropa, comida, todo lo que Jungwon quisiese, Jongseong se lo compraba, pero ¿Y si Jungwon está a su lado por simple conveniencia? No lo creía, no, pero sería una pequeña broma lo que haría en unas horas.
—Aquí está, amor— Jongseong le trajo 3 paletas de fresa, sandía y limón, Jungwon sonrió tomándolas agradeciéndole en el acto.
—Te amo— aún con su nariz tapada, sonrió y habló con firmeza aquellas palabras.
La paleta era dulce y roja, era deliciosa, pero antes de que pueda metérsela a su boca, Jongseong se la arrebató.
—¡Hey!
—Primero tu medicina— al igual que el día anterior, le entregó un té caliente de manzanilla con 30 gotas de propóleo.
—¡Pero no me gusta! — pataleó agitando sus manos y piernas.
—¿Quieres que te den una inyección entonces?— dejó la taza en la mesita de noche que estaba a la derecha de Jungwon, sentándose a su lado.
—No...
—Entonces toma la medicina, vamos, te curarás pronto— al ver que Jungwon no respondía, trató de otra forma —si no lo haces, me comeré tu paleta— amenazó con meterse la roja paleta a la boca.
—No me importa, puedo quitártela y comérmela yo— abultó sus labios.
—Bueeeeno— y ahora esa paleta estaba en su boca —toma la medicina— habló con un tono más serio.
—Gigi, sabes que la od——
—Jungwon, tómala.— y esa mirada lo obligó a hacerlo.
El bajito tapó su nariz y tomó lo más rápido que podía casi atragantándose en el acto.
—Muy bien— habló Jongseong aún con la paleta en su boca.
—Dámela— sacó la paleta de los labios de Jongseong y empezó a comerla.
El más alto rió, se acostó al lado de su lindo novio abrazando su fina cintura simplemente dejando pasar el rato.
En poco tiempo, los labios de Jungwon estaban de un hermoso color cereza gracias a la colorida paleta, y es que todo en Jungwon era tan delicado y rosita, su naricita, sus labios, sus orejas, sus mejillitas adorables.
Hasta lo que no todos veían era rosa, sus nudillos, sus hombros, sus rodillas.
—Te amo— Jay habló de la nada inhalando el dulce aroma natural de Jungwon, durazno.
—Yo te amo más— se acurrucó en el pecho de su pareja.
Sus ojos se encontraron, Jongseong miraba aquellos gatunos ojos color miel que tanto amaba, aquellos que lo habían enamorado profundamente, Jungwon se levantó levemente para poder mirarlo mejor, sus manos se encontraron intencionalmente y de igual forma se entrelazaron, sus rostros estaban cada vez más cerca.
Jongseong sacó la paleta de los labios de Jungwon y atacó sus acaramelados labios, era delicioso besarlo, Jay podría sobrevivir días, sólo con esos besos.
Y es que besarlo era tan adictivo, aún recordaba el torpe primer beso que se dieron, fue muy torpe de parte de Jungwon y Jay reía un poco en su interior por el intento de Jungwon por seguir el ritmo de labios.
Sus belfos siempre fueron así de adictivos, una vez que empezaba a besarlo, podía no detenerse hasta que Jungwon se lo pidiese, pero en este momento, ninguno quería separarse.
La fiebre de Jungwon aumentó un poco por el sonrojo de sus mejillas, sus labios se movían en un ritmo tan parsimonioso y atrevido a la vez.
Jongseong se separó por unos escasos segundos, solo quería ver el rostro de su novio, pero Jungwon volvió a atraerlo besando sus labios nuevamente.
—No te detengas— Jungwon habló sentándose en el regazo contrario para poder manejar mejor el beso.
—Oh, amor, no pensaba hacerlo— tomó sus caderas volviendo al beso, si que esos labios eran su perdición, esponjosos y siempre dulces, pero esta vez con un sabor especial gracias a la paleta de fresa.
Todo en Jungwon era así de perfecto, todo.
El calor en el cuerpo de Jungwon cada vez aumentaba un poco al pasar de los besos, pero la temperatura de Jongseong igual subía, como una fiebre.
Por poco y se olvidaban que Jungwon estaba enfermo, si la tos de Jungwon no lo hubiera atacado en ese momento, seguro seguirían muchos minutos más entre caricias y besos desenfrenados.
Jungwon se separó del beso y dentro de su brazo, empezó a toser dentro de la curvatura de su codo, cuando paró, miró apenado a Jongseong.
—Lo siento...— se ocultó en su pecho, había roto el ambiente.
—En realidad... hay algo que tengo que decirte— pondría de pie su plan malvado y ante la mirada de Jungwon, habló —Me despidieron.... no podrás tener las mismas cosas que siempre te dí, no podré cumplir todos tus caprichos... lo siento.
Era mentira, en realidad fue ascendido, pero quería ver la reacción de Jungwon, era una pequeña broma.
—¿En serio?— Jongseong asintió —Oh, Gigi, no siempre tienes que darme todo lo que quiero, yo igual, cuando terminen mis vacaciones, seguiré trabajando en las pinturas y esculturas que estaba haciendo y juntos juntaremos dinero.
Jungwon era especialista en dibujo, tallado y esculpismo, los primeros años que salía con Jay, este era su Musa, siempre lo dibujaba, dormido o posando para él, le encantaba hacerlo, pero cuando consiguió un trabajo por buena paga, se llenó de felicidad al saber que él también podría consentir un poco a su novio.
En ese momento estaba de vacaciones por 4 meses para seguir nuevamente con el tallado y pintura.
Jongseong sonrió, sabía que Jungwon reaccionaría así.
—Caíste— Jongseong rió ante la mirada algo preocupada de Jungwon —Amor, no me despidieron, fui ascendido, pero quería ver qué dirías— y volvió a reír.
—Igual juntaremos dinero— abultó sus mejillas —¡Tengamos un hijo!— habló feliz dejando a Jongseong en shock.
—Jungwon.... eres hombre... no pod——
—Un cachorrito ¿no crees que sería bonito tener un perrito?— se imaginó un cachorro correteando por la casa.
—Ah.... sí, ¿Quieres uno?— habló quitando los anteriores pensamientos.
—¿Me lo darás si te lo pido?
—Haría cualquier cosa por verte sonreír.
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𝘾𝙊𝙇𝘿 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉
Fanfiction❝Un pequeño resfriado, en un pequeño cuerpo, Yang Jungwon se había destapado la noche anterior que su novio no llegó a casa por estar de viaje ¿Cómo reaccionará Jay al ver a su temblante novio con fiebre y escalofríos? -Te dije que te cuidaras. -Tú...