𝘊𝘐𝘕𝘊𝘖

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Jongseong pensó un poco en su venganza, al fin tenía su plan.

Estaría evitando los abrazos y besos de Jungwon, básicamente ignorarlo, pero tal vez sea más difícil para Jongseong que para Jungwon.

Porque cuando Jungwon viene hacia él con esa sonrisita y esos ojitos no podía evitar apretujarlo en sus brazos.

Pero pues ya había elegido ese plan y comenzaría cuando llegase a casa, le faltaban tres calles.

En esos cortos segundos se preparó mentalmente para ignorarlo.

Estacionó el auto enfrente de casa, tomó aire y colocó una cara seria para bajar del auto y abrir la puerta, como siempre su lindo novio lo recibió con un abrazo y un beso, o eso intentó.

—¡Jay!— Jungwon se levantó del sofá yendo a saludar a su pareja, lo abrazó sin ser correspondido de vuelta e intentó darle un pequeño besito como siempre que llegaba a casa después del trabajo, el más alto solía agacharse para que Jungwon se coloque de puntillas y poder darle un pequeño besito en los labios.

Pero el mayor siquiera lo miró, pasó de largo después de sacarse los zapatos y realmente fue muy difícil rechazar ese beso pues los ojitos de Jungwon lo miraban preocupado.

—¿Pasó algo en el trabajo?— Jungwon lo siguió con una sonrisa.

—No— y subió a su habitación para cambiarse de ropa, pero Jungwon solía sacarle la camisa y él se colocaba algo más cómodo.

Sin embargo eso no pasó hoy, se sacó la camisa y los pantalones, los tiró por ahí y se colocó ropa de casa, más cómoda.

—Amor, si paso algo, puedes decirme— Jungwon seguía insistiendo.

—No pasó nada— carraspeó saliendo de la habitación.

Jungwon estaba entrando en desesperación ¿qué habría podido molestar a su novio? Muchas cosas, pero siempre se ponía de buen humor cuando le daba un besito, si, tal vez eso sería la solución.

Bajó siguiéndolo hasta la cocina, lo vio sentado mirando su teléfono comiendo el almuerzo.

¿Qué estaba pasando? Si Jongseong no comía sin él por más molesto que esté.

—¿Jay?— Jungwon se acercó a él —¿Algo está mal?

—Solo cállate ¿si?

Y eso hirió los sentimientos de Jungwon, nunca le había dicho aquello ¿acaso era su culpa que su novio esté así?

—Lo siento...— tal vez necesitaba espacio, así que se lo dio, retrocedió sus pasos y volvió a su habitación sin saber qué hacer para ponerlo de buen humor, si, un beso lo arreglaba todo, pero seguro no lo aceptaría.

Tragó grueso e intentó su último movimiento, caminar por su casa usando la ropa de Jongseong, le hacía grande y holgada, pero siempre funcionaba, cada que lo usaba o le sonreía y lo abrazaba o se lo llevaba en brazos hasta quedar acostados lado a lado.

Una camisa negra fue lo que eligió como arma, el negro le quedaba bien, igual el blanco y el rosa, todos los colores le quedaban bien.

Pero el negro hacía lucir su piel mucho más lechosa y bonita, así que eligió ese color, se lo colocó con un short dentro y caminó hasta la cocina para almorzar con la esperanza de causar al menos una acción en Jongseong.

Caminó por toda la cocina, vuelta y vuelta, pero Park no hacía nada más que mirar su celular.

Y es que Jongseong estaba haciendo un gran esfuerzo por no abrazar esa cintura o levantarlo y llenarlo de besos, las ganas de hacerlo lo carcomían internamente.

—Saldré un momento— Jongseong se paró y salió de la cocina e inmediatamente Jungwon lo siguió.

—E-espera... ¿No quieres ver una película?— sostuvo su brazo.

—Aún no terminaste de almorzar, saldré un rato— se zafó del agarre y siguió sus pasos, pero Jungwon rápidamente sostuvo su mano.

—¿Hice algo mal?— su voz estaba quebrada.

Oh, no.

Todas las debilidades de Jongseong estaban juntas si se daba la vuelta, su novio estaba sollozando y con una de sus camisas puesta, sus ojos seguro estaban decaídos y sus mejillas sonrosadas, sus labios apretados intentando no soltar algún sollozo.

—Lo siento... te espero aquí— soltó su mano y retrocedió dos pasos sin darle la espalda, miró el suelo conteniendo sus lágrimas, Jongseong nunca lo había tratado así.

Jay estaba a nada de darse la vuelta y envolver a su novio en besos y abrazos, pero tenía que tratar de seguir con su plan en pie.

Pero un sollozo escapó de los labios apretados de Jungwon y junto con él salieron las lágrimas, ya no podía aguantarlo más.

Le dolía no tener un besito y un abrazo como todos los días y estaba siendo ignorado desde que su novio llegó a casa.

Esa fue la gota que colmó el vaso, Jongseong se dió la vuelta y levantó a Jungwon en un abrazo protector mientras este lloraba en su pecho.

—Lo siento... pero caíste— Jongseong habló esperándose los golpes de su novio.

Y tal y como predijo, los débiles puños del bajito se estrellaban en el pecho contrario.

—Eres un idiota— Jungwon reclamaba limpiando sus lágrimas.

—Fue más difícil para mí que para tí... ahora ¿puedo cobrar los besos que estúpidamente rechacé?— sostenía su cintura.

—Hazlo antes de que me arrepienta— su mirada era un poco molesta, como si fuera un berrinche.

El más alto sonrió y lo levantó del suelo para poder besarlo cómodamente, Jungwon no dudó en enrollar sus brazos y piernas a la anatomía contraria.

—Me voy a vengar— Jungwon sonrió en medio del beso.

—Inténtalo— retó Jongseong.

Y estuvieron toda una tarde llena de besos y caricias después de esa pequeña reconciliación, obviamente, Jungwon terminó de comer su almuerzo.

𝘾𝙊𝙇𝘿 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora