Amiga Mágica

Cap 1 Engañada

Lisa se sentó en el sofá de y se llevó las manos a la cara, estaba bastante deprimida al saber lo que había pasado, había descubierto el secreto que escondía su novio James.

Había cumplido 24 años y ya sabía lo que era sufrir, tras que sus padres se separaran, pensaba que podría tener una vida mejor con su nuevo novio, con el se independizo y con el comenzó una nueva y mejor vida.

La chica de físico delgaducho, pelo extremadamente largo y rubio, rostro pecoso, intentaba estar siempre radiante para él, el amor de su vida. Se llevo sus finas manos a sus pechos y pensó que podría a verse operado los pechos, era el imán perfecto para los hombres, para su hombre, pero jamás se atrevió.

Cerro los dientes con fuerza y comenzó a llorar por rabia, hasta que se tiro contra el sofá tapándose su rostro. Estaba con Lola una de sus mejores amigas, una chica etnia india, pelo totalmente negro, una mujer bastante atractiva, de una mirada hipnótica, con deliciosas curvas, vestía de negro.

Las dos se miraron a los ojos, la chica rubia con las lágrimas en sus ojos, la chica gótica barajando sus cartas de Tarot, estaba pensativa, pensando un buen castigo para el novio de su amiga.

-Podemos darle una lección a James...Conozco un hechizo que puede transformarle en mujer y darle una lección, solo necesito que vengas a mi tienda para comenzar su castigo....

Lisa le miro limpiándose las lágrimas, sería un castigo increíble, ella creía totalmente en su amiga, ya que le había visto hacer cosas increíbles, con sus poderes mágicos:

-Si, gracias, Lola, quiero que sufra....

Lola se cogió sus cosas y miro a Lisa sonriendo:

-Voy a preparar el hechizo recuerda ven a mi tienda....

La joven bruja salió del piso de su amiga y la dejo a solas con sus recuerdos, con su dolor, pero una sonrisa apareció en su rostro, podría darle una lección.

Alguien comenzó a picar a la puerta, al abrir la puerta pudo ver a su mejor amigo Raul, su amigo de la infancia.

Un chico que tenía unos kilos de más, bastante alto y con una barba de tres días, con el pelo canoso, vestía siempre de sport. Ella al verle le dio un fuerte abrazo y le miro a los ojos:

-¿Raul me arias un favor?