El Padrino | Jaedo (Adaptación)

14

No ve a Jaehyun de nuevo, hasta el día siguiente. Está en el trabajo, y Sicheng le cuenta lo que hizo durante los días festivos, y cuando mira por la ventana, justo en ese momento Jaehyun pasa caminando por ahí.

Camina precipitadamente hacia la puerta, deja a Sicheng hablando solo, en realidad no sabe qué va a decirle a Jaehyun, sólo tiene que verlo.

Pero se detiene en la puerta, porque Jaehyun ya está ocupado. Está hablando con un muchacho afuera de la tienda en la esquina, le habla acercándose a él, como lo hace con Doyoung, y todo lo que está murmurándole parece agradar al muchacho porque sus párpados se entrecierran y asiente con la cabeza, luego Jaehyun saca su teléfono, escribe algo mientras continúan hablando.

No sabe cuánto tiempo se queda ahí mirándolos, pero al final el muchacho se aleja, mirando a Jaehyun y prolongando una sonrisa coqueta mientras lo hace, y luego Jaehyun gira como si sintiera la mirada de Doyoung, se sostienen la mirada desde el otro lado del camino.

Doyoung se pregunta si Jaehyun se dio cuenta que todo el tiempo estuvo ahí, observando la interacción.

Sale de la cafetería para acercarse, y Jaehyun se aleja de la tienda de la esquina para encontrarse con él en el medio, se detienen uno frente al otro, parece una escena sacada de una película del Salvaje Oeste.

Es ridículo, y las manos de Doyoung están temblando.

Intenta un simple hola.

—Doyoung.

Traga saliva. —¿Dónde has estado?

—Aquí y allá.

—Taeyong va a empezar a preocuparse.

—Él sabe cómo soy —dice Jaehyun—. Que yo desaparezca durante unos días no es nada nuevo para él.

Doyoung asiente con la cabeza, y se lame los labios, desea más que nada en el mundo que Jaehyun de una pista, una mirada, el brillo en sus ojos o algo. —¿Tú estabas... estabas guardando el número de ese chico?

—Sí. —Vacila antes de añadir—: Para planear algo juntos.

—¿Qué?, ¿cómo que plan, ir a tomar una copa? —Las entrañas de Doyoung se retuercen con desagrado, inspecciona con su mirada la cara de Jaehyun, sin encontrarse con nada más que vacío, sus ojos no reflejan nada en absoluto.

La sonrisa de Jaehyun es retorcida, llena de insinuaciones y completamente, desesperadamente, falsa. —Probablemente no ese tipo de plan.

—No. —La palabra sale de la boca de Doyoung antes de que tenga la oportunidad de contenerla.

Algo aparece en la cara de Jaehyun entonces, un indicio de la verdad que oculta. —¿No? ¿Qué no tenga sexo con ese chico?

Doyoung traga, se acerca un poco para poder bajar la voz. —No tengas sexo con nadie.

Parece que miles de pensamientos recorren la cabeza de Jaehyun, y ninguno de ellos es satisfactorio. —Un hombre tiene necesidades, Doyoung.

—Lo sé, pero... Te vas en unos pocos días, ¿verdad? Y entonces yo... no tendré que saber.

—Mientras tanto —dice Jaehyun, lentamente y la expresión en su cara sugiere que no puede creer lo que está escuchando—tengo que ver cómo te casas con alguien.

—Sé que no es justo...

—¿No es justo? ¿Al menos te das cuenta de lo que me estás pidiendo?

—Jaehyun, por favor... —Tomándolo por el brazo, tira de él hacia el callejón. Por alguna razón, Jaehyun no se resiste, y eso da esperanza a Doyoung —. Esta... esta cosa, —dice en voz baja. Tiene los ojos fijos en el pecho de Jaehyun en lugar de mirar la reacción en su cara— no sé lo que es, y no sé lo que estoy haciendo, me voy a casar con tu mejor amigo en unos pocos días. Yo solo... —entonces mira a Jaehyun a los ojos, y al hacerlo recibe un soplo de valor—. Todo lo que sé es que no puedo soportar la idea de verte con otra persona y sé que estoy siendo completamente irracional, pero...