espías

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Decidí espiarlo un día, en su habitación, se estaba masturbando con mi ropa interior. No le dí importancia, digo, no puede un hombre como él sentir algo por alguien tan común y corriente como yo, hasta que una noche, en una fiesta de drogas y alcohol lo ví viéndome a mí masturbarme en el piso de su baño.

—Axl qué carajos -dije deteniendo lo que estaba haciendo- Ya te ví, vaya, no eres muy bueno para espiar a la gente sin que se den cuenta

— -entró cerrando la puerta- ¿por qué no lo haces conmigo?

—Quería hacerlo sola, ¿Algún problema? -dije desinteresada-

Mirándome a los ojos desabrochó su jean para sacarlo y quedarse desnudo

—¿No usas ropa interior? -reí divertida-

—Levántate del suelo y ven conmigo

¿Será que todas mis fantasías con él se cumplirán esta noche?

Fuimos a la cama. Se medio sentó sobre mi cara después de exitarse el miembro un poco más con sus manos, lo metió a mi boca, primero chupé la punta haciendo movimientos circulares con mi lengua hasta que poco a poco lo iba metiendo hasta mi garganta.

Me estaba ahogando pero me gustaba sentir sus bolas contra mi barbilla.

De su boca salían sonidos de placer.
Por mi parte tenía las dos manos exitándo mis senos, lo retiró desprevenidamente para frotarlo contra ellos

—Axl -dije mirando exitada, mordí mi labio y gemí suavemente-

Lo puso al medio y yo apreté los laterales con mis manos para unirlas, se estaba masturbando brutalmente con mis tetas

Lo tenía arriba mío gimiendo, la vista de su torso hasta su cara de exitación era una maravilla.
Iba cada vez más rápido. Me tapó la boca para que no saliera ningún sonido de placer por mi parte.
A los minutos sentí un líquido tibio correr por mi cuello, levantó el pene e hizo que el semen se esparciera por mis pechos y casi toda mi cara.

Agarró mi mano y la dirigió a tocar su miembro... por última vez.

—Gracias por todo perrita -se levantó de la cama tirándome dinero al cuerpo-

—No juegues hijo de puta vuelve a la cama -dije viéndolo ponerse un short- Axl te voy a matar -le lancé con una almohada-

—¿Querías hacerlo sola? Está bien, te dejaré sola -se fué por la puerta riendo, antes de cerrarla sopló un beso para mí-

¡Mierda!
Rápidamente busqué una foto de él en el cajón para volver a masturbarme. Apagué la lámpara.
Sólo quedaba la luz de la luna entrando por la ventana iluminando una parte en la que estaba.
Le dí un beso a la foto y la froté en mi vagina
Pasé mis dedos por los restos de semen que tenía y los chupé.

Bajé a meterlos profundamente moviéndolos dentro y gemí jadeando unas cuantas veces.

—Axl -gemí desesperadamente su nombre- Vas a ser mío amor -besé nuevamente la foto mientras mis dedos bailaban-

Exité el clítoris cambiando de posición. Ahora estaba en cuatro con una mano atrás metiendo los dedos nuevamente, me sostenía mi codo y mis rodillas.
No dejaba ni un segundo de ver la foto, mis piernas temblaban, no podía controlar la respiración y estaba sofocada de calor y transpiración.
Sintiendo el orgasmo apretando los dedos, moví mi cadera de atrás hacia delante involuntariamente gimiendo fuerte y casi sin aliento.
Agotada me dejé caer en la cama poniendo su foto en mi seno izquierdo

—¿Eso fué brujería o masturbación salvaje?

Escuché su voz, me asusté, prendí la luz, estaba parado al frente

Fantasías con Axl Rose (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora