Fantasías con Axl Rose (+18)

Mi perra

Estaba en la pool party, sin sostén, con un cigarro en la mano y un vaso de vodka en la otra, Rose me llevó a un cuarto de arriba de la casa.
Entramos, él se sentó en el sillón y yo me senté encima de sus piernas. Tomé el último sorbo y lancé el vaso para atrás.

__Vamos a divertirnos -dijo él rozando su nariz en mi cuello, hasta llegar a mis labios.-

__Extrañaba estar así de cerca contigo. -dije yo entrelazando mis manos en su cabello luego de tirar y pisar el cigarro-

__Yo te extrañaba demasiado linda -agregó para después comerme los labios con un beso-

Su mano derecha bajó por mi torso, acariciando mi abdomen hasta llegar a mis bragas. Jugó con el borde hasta entrar a mi feminidad.

__Alguien está demasiado exitada -dijo él con una sonrisa cuando notó lo humedecida que estaba, a lo que yo solo mordí mi labio inferior notando su erección-

Acarició mi clítoris un poco para después meter dos de sus dedos dentro

__Dios... que rico -dije yo para después gemír-

Movía mis caderas inconscientemente para aumentar la velocidad, él los movía lento.
En un inesperado momento retiró sus dedos y me tiró a la cama como a una perra.

__Oye, no! ¿qué haces? quiero más. -dije mirando a Axl cómo se sacaba su traje de baño y no tenía ropa interior abajo-

__Vas a tener amor -dicho eso tiró su traje a la mierda y fué a buscar un cinto en la habitación de al lado-

Acarició mi cintura, lentamente fué bajando hasta mis bragas y las fué deslizando hasta sacarlas. Me dijo que me pusiera en cuatro y que me quedara callada. Fuí sumisa ante sus órdenes, hasta que empezó a pegarme nalgadas con el cinto. Sentía dolor pero era mucho más fuerte la excitación que tenía, así que gemía.

—Dije que te quedaras callada, perra. -dijo pegándome más fuerte e incluyendo sus manos-

Apoyó su pelvis en mí, provocando que su miembro rose con mis partes húmedas, al mismo tiempo armó unas esposas con el cinto y ató mis manos en mi espalda, eso provocó que el único sostén de mi cuerpo sean mis rodillas y sus manos apoyadas en mis senos.

—Ya quiero sentirlo -dije muy exitada-

—Shh.. -masajeó mis senos y pellizcó mis pezones haciéndome gemir y mover mis caderas-

En el momento menos esperado con ayuda de una de sus manos introdujo su miembro en mi feminidad. En su segunda embestida lo hizo duro y cada vez más duro, entraba y salía como cuando agitas tu desodorante.

Mientras yo inundaba la habitación de gemidos, él soltó mi seno y eso provocó que apoyara un lado de mi cara en la cama.
Antes de que yo llegara al orgasmo sacó su cosa de mí.

—¿otra vez idiota? -dije molesta- ¿qué carajos te pasa?

—Todavía no termino -dijo mientras me desataba el cinto de mis manos-

Se levantó a buscar algo, mientras yo me dí la vuelta y acomodé bien en la cama, acostada boca arriba masajeando mis senos.

—Volví zorra -dijo él con un juguete en la mano- Ahora sí bebé -abrio mis piernas y me dió el vibrador-

—Mmh -mordi mi labio inferior y agarré el juguete-

—Te vas a masturbar con ésto -dijo mientras acariciaba mi ano-

Empecé a sobar mi clítoris con el vibrador para introducirlo en mi vagina. Al mismo tiempo que lo introduje, él metió su pene en mi ano y comenzó con las embestidas.

—Más -gemí- Axl, más mi amor.

—Perra, eres una perrita -gimió-

Haciendo círculos con la otra mano a mi clítoris legué al orgasmo después de dos atrasos y casi al mismo tiempo sentí que su sustancia se liberó dentro de mí. Es el placer más grande venirnos juntos y gemir como si se acabara el mundo y como si fuera la última vez que vas a tener sexo en tu vida.

Retiré el vibrador y lo último de mi sustancia lo terminó lamiendo él.
Acabamos abrazados con un beso largo y delicioso hasta que sentimos que entran a la habitación Duff y Slash.

—Te estábamos buscando por todas partes Axl. -dijo Duff con su Jack Daniels en la mano-

—Acaba de tener sexo -dijo Slash masticando- Vamos a cortar la torta, ¿Ya terminaron? ¿O hay segundo round?

—Terminamos... -dije yo tapándome con las sábanas-

Axl se puso una toalla al rededor de la cintura y bajó a la fiesta, sin decirme una sola palabra, ya queda claro que para él sólo soy otro objeto sexual...

(...)