Feliz cumpleaños Persia

5.- Luna Roja

Inuzuka llegó al dormitorio y fue a visitar a un viejo conocido.

- ¡Ey! ¿Para qué me llamaste estúpido Inuzuka?

- Hola Chizuru, me alegra que vinieras.

- ¿Qué pretendes al hacerme venir aquí? ¿Pretendes burlarte de mí para restregarme tu relación con Hasuki?

- Claro que no, por lo contrario, vengo a pedirte un favor.

- ¿Un favor? ¿De qué se trata?

- Tengo un plan para destruir a los Gatos Blancos de una vez por todas.

- Ehh... ¿Enserio?

- Claro que sí, después de todo soy el ex líder de los Perros Negros.

- Hmm... me interesa lo que dices, ¿De qué se trata?

- Necesito que saques de su habitación a Scott Fold y a Aby Ssinia.

- ¿Cómo?

- Necesito que los saques, les daremos una lección.

- ¿Y para qué necesitas a esos dos?

- Primero, Scott es el perro de Persia, si lo destruimos entonces le daremos una lección de que no se meta con nosotros, que podemos destruirla cuando queramos.

- Me agrada la idea, ¿Y Aby?

- Era líder de una facción de los gatos blancos, especialmente una que se oponía a Persia. Haremos parecer que ella fue quien lo mandó a atacar, haciendo caer su popularidad y luego cuando dejemos a Scott dejaremos claros que nadie se salva de nosotros.

- Me agrada la idea, por fin piensas como uno de nosotros.

- Claro, ¿cuento contigo?

- Claro

Esa noche Chizuru y sus lacayos secuestraron a Scott y a Aby como Inuzuka tenía planeado. Mientras ellos hacían el trabajo, Inuzuka disfrutaba la noche con Hasuki para prepararse por lo que estaba a punto de suceder. Nadie tenía idea de lo que esa noche pasaría, del tono rojo que la luna tomaría.

Después de una hora, le dieron aviso a Inuzuka sobre la conclusión de la misión, por lo que salió despacio de la habitación para evitar despertar a Hasuki. Tomó su mochila con las cosas que iba a utilizar esa noche y partió hacia el lugar de encuentro.

- Así que ahí están.

- Como mencionaste, les tapamos la cara y los amordazamos para que no vean quienes somos y tampoco puedan gritar.

- Eh, buen trabajo. De ahora en adelante me encargo yo.

- ¿Qué planeas hacer? ¿Golpearlos hasta que queden hechos polvo?

- No mi querido compañero. Algo más... entretenido.

- Escóndanse para que los vean, les quitaré la bolsa de la cabeza.

Inuzuka tomó las bolsas que les cubrían el rosto y procedió a quitarlas, al momento de hacerlo, ambos miraron el rostro de quien había planeado todo. Quedaron fríos al momento de mirar el rostro de su perpetuador, tenía una sonrisa macabra, y unos ojos que gritaban por sangre, ninguno lo sabía, pero sus cuerpos intuían lo que sucedería.

- Eh, así no te ves tan rudo Scott. Fue fácil sacarte de tu habitación, ¿qué harás ahora que estás amarrado y amordazado eh? Y tú Aby, ya nadie se preocupa por ti, desde tu trampa en el festival cultural vives como un vagabundo, nadie se preguntará donde estás, pero serás un gran sacrificio.