Heart Attack.

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Una carta.

Demasiado sencillo.

Flores y chocolate.

Cursí y cliché.

Una serenata.

No sabe cantar ni tocar la guitarra.

Osamu llevaba toda la tarde pensando en cómo declararse, desechaba idea tras otra, hasta que se le prendió el foco.

Preguntarle a un amigo suyo.

Tomó su celular y le marco a Ranpo.

- ¿Quién habla? - Se escuchó a el azabache hablar desde el otro lado del teléfono en tono ligeramente suave y bajito.

- Ah, Ranpo-kun, soy Dazai, ¿Pasó algo? - Pregunto el castaño con un poco de preocupación en su voz.

- Nop, no te preocupes, solo Poe vino a verme y se quedó dormido en mi regazo. - Habló Edogawa mientras acariciaba el cabello de su novio con ternura.

- Iré directo al grano, ¿Cómo te declaraste a Poe? - Un ligero sonrojó se formó en las mejillas del moreno ya que escucho la risita de su amigo.

- Bien... Primero lo lleve a cenar, de ahí vinimos a mi casa a ver películas, y antes de ir a dormir, cuando el salió de bañarse ya que se quedó a dormir conmigo... Le dije directamente y taraaaa~ - Ranpo miro a Poe con dulzura.

La relación de Poe y Ranpo era la relación más sana que Osamu había visto, con comunicación, apoyo mutuo y amor sincero.

- Gracias Ranpo-kun, ¿Recuerdas al nuevo amigo que hice? Quiero declarme porque al parecer le gustó de vuelta. - El castaño y el azabache platicaron un rato hasta que Poe despertó y Ranpo tuvo que cortar la llamada.

El moreno empezó a investigar buenos restaurantes que estén en sus posibilidades, finalmente se decidió por uno que se veía acogedor y lindo, además que tenía muy buenas reseñas

El plan era el siguiente.

Invitar a Chuuya a almorzar, luego ir de compras y al final del día declararse sinceramente.

Llegó el día siguiente.

El moreno caminó como de costumbre a su salón de clases, encontrándose cómo siempre con el pelirrojo.

Se sentó a su lado y hablaron de cosas banales pero para ellos interesantes.

- Uh, cierto, Chibi. - Dijo el moreno cambiando repentinamente de tema. - Quería preguntarte algo.

- Claro, lo que sea. - Chuuya afirmó con alegría en su voz.

- ¿Te gustaría ir a almorzar conmigo hoy y luego ir de compras? Yo invito. - Osamu sonrío levemente.

- ¡C-claro! - Chuuya asintio con entusiasmo.

Lo que no sabían es que... La declaración sería un desastre, un desastre lindo.

Porcelain [Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora