Dazai actualmente se muestra fuerte y con una sonrisa siempre por qué a aprendido que es mejor disfrutar la vida.
Pero eso era diferente antes, demasiado diferente.
El castaño creció en una familia que no se sentía como una, sus padres no lo maltrataban ni nada de eso pero... Sus padres nunca estaban.
Y para colmo es hijo único.
Su madre se iba de viaje de negocios y su padre regresaba en la madrugada a casa y se iba muy temprano, se quedaba con una niñera a la que nisiquiera hablaba más que para darle gracias cuando le servía la comida.
Básicamente el trabajo de la niñera era estar ahí y nada más.
Así fue hasta que Dazai entro a la universidad, sus padres consideraron que ya no era necesario tener una niñera y básicamente Osamu se quedó completamente solo en casa, como si ya se hubiera independizado.
Y justo ahí empezó todo...
El inicio de un casí final.
Sus compañeros de salón y de otros salones lo molestaban, lo acosaban y agredían.
El momento más memorable (para su mala suerte) fue cuando lo llevaron a la cancha y lo patearon, luego de eso lo llevaron a los baños donde metieron su cabeza en el inodoro.
Aún así el castaño siempre se mostraba sonriendo, fingiendo, con una máscara que pronto se iría quebrando.
Reía en la escuela pero en su casa era otra cosa totalmente diferente, lloraba, se autolesionaba, gritaba, golpeaba... Siempre era la misma rutina.
Hasta que no pudo más.
Decidido, se sentó en su escritorio y escribió una carta para que alguien la lea, si es que había alguien a la que le interesará.
“Para quién sea que lea esto:
No pediré perdón por qué no me arrepiento de esto, la verdad es que estoy cansado, estoy cansado de pretender, de aguantarme, de tragarme todo lo que siento. Mis padres realmente no se sienten como unos, nunca he recibido un «Te amo» o algo parecido por parte de ninguno de ellos, no tengo amigos, no tengo a nadie, estoy solo.
Me molestan por ser raro, pero yo no les he hecho nada realmente, soy buen estudiante, tengo calificaciones perfectas y no hablo con nadie, no sé que es lo que les hice.
En fin, simplemente haré esto de una vez por todas por que mi vida no vale la pena, estoy harto y realmente no tengo una razón por la que vivir.”
— Dazai Osamu.
Dobló el papel y lo dejo en este mismo escritorio.
Decidido fue a la mesa de noche al lado de su cama y abrió el bote de pastillas antidepresivas, esas mismas que lo mantenían sonriendo y riendo en la escuela.
Tomo un vaso de agua y sirvió un tanto de pastillas en la palma de su mano.
Las tomó.
El castaño río cínico antes de acostarse a dormir y con suerte (no realmente) no despertar nunca y acabar con su miseria.
Pero como bien dicen, las cosas pasan por algo y tal vez ese algo sea algo mejor.
Las pastillas no hicieron efecto y despertó tranquilamente.
— Jodida mierda... — Dijo con molestia pero algo invadió su mente.
No era el, eran ellos, ellos eran el problema por tratarlo así sin razón, ellos eran los que merecían cosas malas en vez de el.
Dazai decidió cambiarse de universidad, lo logro con éxito, paso el examen requerido con calificación perfecta.
El primer día de clases se levantó más temprano a vendar sus brazos y cuello, para ocultar las marcas de autolesion que tenía.
Se puso el uniforme y se arregló un poco el rostro y el cabello para salir de casa, la universidad no se encontraba muy lejos de esta así que se fue caminando.
Esperaba que fuera algo mejor.
Finalmente llegó y entro a su aula asignada dónde vio que molestaban a un chico, apretó el puño y se acercó dónde los tipos que molestaban a aquel chico.
— ¡Déjenlo manga de imbéciles! ¿¡No tienen nada productivo que hacer!? — Dazai sabía perfectamente como se sentía el acoso y no quería que ninguna persona pase por lo que el pasó.
Los tipos lo miraron y se sintieron atacados e intimidados, apesar de no ser una agresión como tal se sentían intimidados por la mirada del castaño así que se fueron.
El castaño no dudo más y se sentó dónde le habían indicado, junto al chico que había defendido segundos atrás.
— ¡Hola! Soy Osamu Dazai, me dijieron que me sentara a tu lado, por cierto, ¿Estás bien? Esos tipos... — El castaño fue interrumpido por aquel chico.
— Si, si, estoy bien, es tradición que me molesten, es normal... Supongo, Ja... — Esa risa sonaba incómoda así que Osamu rápidamente cambio el tema.
— Dime, ¿Cuál es tu nombre? — Dijo Osamu brindando especial atención a aquel pelirrojo.
— Nakahara... Chuuya Nakahara. — Chuuya siempre ha sido torpe en hablar con los demás puesto a qué nunca hablaba con nadie, a decir verdad... Estaba solo.
Estaba...
Estaban.
Osamu paso el día con su nuevo amigo, desde ese momento se volverían inseparables.
El inicio de una gran amistad y... Romance.
Pero esa historia ya se la saben.
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Porcelain [Soukoku]
FanfictionDónde Chuuya es un pobre chico lleno de problemas y crisis hasta que llega ese chico raro que lo defiende de unos matones.