Nauseas

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La noticia del embarazo del omega del Hokage se espacio solo en su circulo social más cercano. Naruto era un jinchuriki cosa que lo ponía en una situación difícil dado a que no faltaría el idiota que intente usar la debilidad del embarazo para su beneficio.

—¡Felicidades-ttebane!— Kushina sonreía contenta besando las mejillas de su hijo.

Minato lloraba desconsolado, no solo le habían quitado a su hijo ahora sería abuelo. ¡era muy joven para ser abuelo!. Su alma de alfa aún no permitía soltar totalmente a Naruto, era territorial y ante sus ojos aún era un cachorrito de zorro, indefenso... algo travieso pero inocente. 

—¡Matare a ese idiota!— grito molesto antes de sentir un fuerte coscorron de parte de su omega.

—¡Ni se te ocurra, Minato ya deberías haberlo visto venir, son esposos-ttebane.

Le lanzo una mirada de advertencia era divertido ver al alfa sumiso ante su omega dominante pero es que ellos eran así, un alfa tranquilo, sereno casado con una omega más loca que una cabra. Y se amaban como la primera vez que se vieron en la academia.

—¡Esposos mis nalgas!.

Naruto rodo los ojos al ver una nueva pelea infantil entre sus progenitores, a veces creía que el omega en la relación era Minato.

¿No estás feliz Kurama? Seras abuelito.

Callate mocoso no me hables en ese tono, no soy abuelo de nadie.

Eres como un padre para mi kurama...

—Eso más o menos soy cachorro...

El omega sonrio feliz saliendo de su espacio mental y notando como sus padres ahora ya estaban abrazados.

—¿Ero-sannin y Tsunade-bachan vendrán?.

—Estaban de luna de miel.... seguro no tardan en regresar. ¿Por qué?— cuestiono el rubio mayor.

—Es en la única que confío para llevar el proceso de mi hijo. 

Kushina sonrio — No debe tardar, Obito y Kakashi también están en camino... pero kakashi está molesto por tu embarazo... jejej.

¡omega enojado no era bueno!.

—¿Vendran con Rin?.

Rin Uchiha Hatake, una linda omega de cabello mitad negro y mitad plateado y ojos ónix como sus padres. Era la hija de ambos nombrada así en honor a su difunta amiga.

—Si, al igual que Sasuke y Naruko-ttebane

Naruko Uzumaki Namikaze hermana dos años menor del rubio, omega y pareja del alfa Uchiha Sasuke.

—No nombres a ese roba princesas aquí, mira que llevarse a mi hija a sus viajes dimensionales... — hizo una mueca de desagrado al recordar como su hija contenta le dijo que se hiria con el emo de su novio.

Niño malandro que conviva con ella por que Naruto y el hermano del mocoso malandro eran novios. ¡mira que cosas!

—Bueno cuando supo que konohamaru le gustaba Naruko no dudo en llevársela-dattebayo.

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Los primeros meses de embarazo los mareos matutinos eran todo un tormento para el omega, su hijo no daba tregua, su olfato se puso más sensible y no toleraba los olores fuertes.

Itachi contento salió más temprano del trabajo, estaba emocionado por ver a su omega y consentir a su cachorro aún no nacido. Paso antes al restaurante favorito de su pequeño esposo, comprando un poco de ramen preferido para luego ir a casa. Los dangos, la sandía y cualquier cosa dulce eran la adoración de Naruto.

Al llegar a casa busco a su esposo, encontrando lo sentado en la alfombra frente al televisor, su mejilla estaba apoyada en la mesa mientra veía la televisión concentrado.

—¿Itachi?— levantó la mirada al escuchar el ruido de las llaves siendo colgadas.

Su emoción fue evidente, se colocó de pie para correr hacia su alfa,  asustando al mayor. No quería que su lindo esposo hiciera ningún tipo de esfuerzo, podría lastimarse. Apenas el omega llego a el lo rodeó con sus brazos soltando su aroma.

—No deberías correr así, podrías caerte.

Naruto sonrió, desde la noticia su alfa se había vuelto uno sobreprotector y paranoico creyendo que incluso el aire frío podría lastimarlo.

—Estoy bien-ttebayo— Su dulce aroma a frutos secos salió, llenado a su alfa de tranquilidad.

Itachi sonrio complacido abrazando más a su omega teniendo cuidado ante sus ojos aquella hermosa figura era como un cristal que se podría romper y el debía protegerlo, además de que no solo era él ahora. Llevo su mano derecha al vientre  algo abultado de su esposo acariciando el refugio de su cachorro, entusiasmado por conocerlo al fin.

—Gracias Naruto... por darme una familia... por un cachorro que algún día me dirá papá. — repartió besos en el rostro del menor quien sonreía sonrojado contento que incluso dejó salir sus colas de kitsune.

Ya que tenían el instinto de un animal el de Naruto era un zorro mientras que el de Itachi el de un lobo. Por lo tanto, ambos podían presentar el rasgo de ese animal, naruto podía mostrar nueve colas de zorro asemejándose a Kurama y era por ello una de las razones que la aldea le temia, sus orejas zorruna reemplazaba a las humanas.

Sin embargo Naruto dejaba a relucir sus peculiares características cuando estaba seguro, tranquilo o extremadamente feliz. Las lagiemas se alojaron en los ojos de ambos futuros padres, se daban mimos entre ellos.

Naru... no sabes lo mucho que mi corazón desborda de felicidad al notarte así, tan bello y brillante tan contento que llegas a las lágrimas... prometo que toda la vida será así, que las únicas lágrimas que derrames sean de felicidad... mi omega,  mi luna, mi corazón, mi vida, mi amor, tantas palabras que no definen todo lo que eres para mi. ¿Es por que eres mi destinado?.  La diosa no se equivocó y me dio a tan hermoso compañero... naruto ámame como yo te amo a ti.

—¿En que piensas?— cuestiona el omega al ver a su alfa, no se han movido de su sitio.

—¿como crees que sea nuestro hijo?.

Naruto no lo había pensado... ¿será rubio o pelinegro? ¿Pelirrojo? ¿O una extraña combinación de los dos?. ¿Un niño o una niña? ¿Con la personalidad de ambos? ¿tendría el espíritu de su padre o de su madre?.

—No importa,  será mi cachorro y lo amaré apenas lo vea así como lo amo al saber que esta en mi vientre...

Naruto posó su mano arriba de la mano de alfa posada en su veintre.

El azabache le dio la razón antes de acordarse que traía consigo una bolsa, la recogió del suelo sacando los envaces con el ramen de su esposo.

—Toma.

Naruto sonrie en grande al ver el envase, rápido ambos se acomodan para poder degustar el platillo creado por dioses. Claro hasta que abre el empaque y el olor llega a sus fosas nasales... el aroma tan fuerte impacto de lleno y tan rápido como se sentó se levantó corriendo al baño.

Bebé ¿por qué me haces esto?.

Itachi sostenía su cabello y planeaba con cariño su espalda, cuando terminó le ayudó a limpiarse y le jalo al retrete.

—¿Estas bien?.

—Mi bebé odia el ramen-ttebayo... — llora dramático.

Itachi solo puede consolarlo.

—Ya mi amor, tranquilo. Quizá... no le guste ese sabor...

Baby en proceso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora