WARRIORS los cinco clanes

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- Garra de Zarzas, ¿quieres cazar conmigo? - le preguntó Tormenta de Hojas.

- ¿Es una patrulla? - preguntó Garra de Zarzas llena de sueño.

- No... es solo por cazar algo juntas - maulló la gata gris y blanca.

- Es que ahora estoy muy cansada, necesito dormir - maulló Garra de Zarzas.

<<Todo antes de cazar contigo>> penso para sus adentros.

- Si me guardas rencor por lo del aprendiz... lo siento... sé que deberías ser tú quien tuviera a Zarpa de Tordo. Yo... ¡no sé ni cómo enseñarle algo! ¡no tengo experiencia para esto!

Garra de Zarzas sintió una puntada de lastima, no quería herir a la gata. Aunque si que le guardaba rencor por lo del aprendiz, en el fondo sabía que no era culpa suya, si no de Estrella Fugaz.

- Si quieres podemos cazar juntas mañana, hoy estoy agotada y no puedo ni moverme. Y si quieres, te puedo ayudar con tu aprendiz - le explicó Garra de Zarzas.

- ¡¡Gracias Garra de Zarzas!! ¡me voy a cazar! ¡nos vemos mañana!

Garra de Zarzas se quedo mirando cómo la gata desaparecía por la barrera de zarzas, en realidad no tenía nada de sueño, solo que tenía que investigar la amenaza antes de la asamblea. Garra de Zarzas salió sin que nadie la viera, no quería que nadie le pidiera que organizara una patrulla o qué vaya con ellos en la patrulla.

Fue entrando en el bosque, campañol y lo cazo, así al menos tendría alguna excusa. Fue entrando en el bosque, paso por delante del hoyo de un tejón que echaron hace tiempo, también por el árbol gigante... al final llegó donde había más maleza en el bosque, era el lugar más difícil de patrullar y hacía tiempo que no patrullaban allí. No había casi presas, así que no iban mucho por esa zona. Garra de Zarzas entro, le costaba caminar con tanta maleza allí. En ese momento se quedo enganchada a unos cuantos zarzales. Empezó a tirar para salir de allí, lo consiguió dejando bastantes mechones de pelo en el zarzal. Pero al salir se tropezó con una rama y salió rodando. Cuando se levanto, vio que estaba en un sitio donde nunca había estado, era un claro lleno de arboles altos y arbustos, estaba despejado. Al fondo vio un camino entre la maleza, parecía haberlo hecho un monstruo grande. Garra de Zarzas siguió por el camino de la maleza, hasta que al final noto barro bajo sus patas, miro abajo y vio las huellas más grandes que había visto nunca.