Cuando despierto, porque la luz ya está molestándome, abro los ojos de golpe, apenas recuerdo que no estoy solo.Mi respiración se agita porque, aunque parece que él también tiene flojera, Ohm ya está mirándome con una sonrisa.
Llega a mi mente el recuerdo de que no tengo ropa encima y el día está iluminando todo el lugar.
Él me puede ver ahora, tal como soy.
Ya no creo que funcione cubrirme, porque no sé hace cuánto despertó.
—¿Qué pasó? —pregunta acercando su mano a mi cara, y me alejo al instante.
—Sé que me veo mal…
—Nanon —dice mirándome a los ojos— ya fue suficiente, ¿sí?
—No para mí —susurro bajando la mirada— tengo miedo.
—No tiene que ser así, ¿acaso no notaste ya lo que opino de tu cuerpo?
Niego con la cabeza, y él resopla.
—¿No te lo demostré anoche?
Eso me intimida.
Me pone aún más nervioso que vuelva a acercarse, para besarme.
Quisiera poder solo disfrutar esto, pero no puedo.
Siempre he estado en un constante estado de defensa y no logro relajarme por completo.
—Apenas desperté y te vi dormido, pensé en que eres precioso, no hay nada más que tenga para decir.
—¿De verdad?
—Sí.
Eso me deja algo tranquilo, aunque podría estar mintiéndome, para que no me sienta mal.
—¿Hoy si podemos quedarnos acá? —me pregunta ocultando su rostro en mi cuello.
—Si eso quieres…
Él sonríe, soltando un suspiro.
—Perfecto.
—Lo siento, Ohm —digo atreviéndome a pasar la mano por su cabello— sé que puede ser cansado tener que hablar con alguien que pone en duda todo lo que dices.
—No voy a negarte que me has hecho sentir mal un par de veces, pero lo comprendo, así que no debes preocuparte.
—Es que estás todo el tiempo tratándome como si fuera alguien normal.
—Es porque eres normal, Nanon.
—No estoy acostumbrado a eso —le cuento apoyándome en él— incluso mamá es algo cruel conmigo porque soy… así.
—¿Así de lindo?
—Sabes que no me refiero a eso.
—Yo digo lo que veo, y tú deberías empezar a verte a ti, sin condicionarte por lo que dice la gente, aunque sea tu mamá.
—Sé como me veo.
—Tú ves a la persona que ellos ven, porque te importa mucho lo que piensan, pero yo no te veo así.
—¿Cómo me ves tú? —pregunto en un susurro.
—Veo más de lo que tú ves, y deberías empezar a hacerlo.
Sonrío, mucho más relajado.
—¿No te avergüenza?
—¿Tú?
—Aunque intentes tratarme bien, sé que eres capaz de ver la realidad —respondo señalando mi cara— tú sabes lo que piensan, acabas de decirlo.
—¿Me ves esforzarme por tratarte bien?
—No, pero…
—Lamento si eso es lo que transmito, aunque no entiendo qué es lo que estoy haciendo mal.
—No estás haciendo nada mal, Ohm.
—Entonces ya deberías saber que no hay forma de que yo me avergüence de ti.
Mi corazón está bastante agitado.
Tal vez está siendo sincero, y empiezo a entender que intento obligarlo a pensar, como yo creo que debería pensar.
Estoy prejuzgando a Ohm, como los demás hacen conmigo.
Me trato todo el tiempo como si no valiera, y saboteo cualquier cosa buena que puede pasarme.
Yo soy la persona que más daño me hace.
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Fuego | Ohmnanon
FanfictionEn un viaje de la universidad, Ohm intenta hablar con Nanon, aunque él no quiera.