Mi celular comenzó a sonar y la música comenzó a llenar poco a poco toda la habitación haciéndose casa vez mas molesto, la tenue luz se colaba a través de las cortinas que cubrian la ventana, tuve que obligarme a abrir mis ojos y mire a los lados, mi novio no está en la cama pero mire al baño y la puerta está abierta, tiene esa costumbre de ducharse así. Tenuemente se escucha el ruido de fondo de el agua cayendo.
Me senté en la cama y mire a mi mesita de noche y me incline para poder tomar el celular y ver que pasaba, era mi madre llamándome, sonreí porque llevo una semana o mas sin hablar con ella y ya que Gregory se esta duchando no vi mal el contestar así que lleve el celular a mi oído.
-Hola mamá, buenos días. - Saludé buscando con la mirada a Elliot el cual estaba echado en el suelo jugando con uno de sus juguetes.
-Buenos días, cariño, perdona que te moleste tan temprano, solo quería saludarte y saber como estas. - Respondió animada y era lindo escucharla, mucho mas escucharla bien.
-Estoy bien y no molestas mamá... ¿Cómo esta todo en casa? - Pregunte con curiosidad mirando el anillo en mi mano y jugueteando.
-Bien, tu padre ya esta mejor de su corazón, gracias al dinero que dio Gregory, le agradeces de mi parte. - Me alegraba mucho escuchar eso, saber que papá esta bien luego de el infarto que tuvo me hace muy feliz.
-Yo le digo mamá... me alegra escuchar eso. - Respondí mirando hacia la puerta del baño y luego regrese la vista a mi mano.
-Te extraño mucho mi niño. - Se escucho nostálgica y yo también la extraño.
-Yo también mamá, prometo tratar de irlos a visitar pronto. - Solo tenia que convencer a Gregory y podría ir.
-Sigo creyendo que estas muy pequeño para vivir solo con alguien tan mayor... pero lo entiendo, no presionare de nuevo con lo mismo.
-no estoy tan pequeño mamá, en unos meses cumplo 18 y todo esta bien. - Respondí con algo de duda.
-Lo se cariño, lo se, voy a preparar el desayuno a tu padre, hablamos luego.
Nos despedimos y suspire, tal vez tiene razón, es un poco difícil hacer todo, pero un poco de esfuerzo no me va a matar.
-¿Estabas hablando con quien? - Di un brinco cuando escuche la voz de Gregory y voltee a verlo y luego me gire para poder regresar el celular a la mesa de noche.
-Mi mamá, llamo para agradecerte el dinero que diste para la recuperación de mi papá... me conto que esta mucho mejor. - Sonreí quitándome la sabana de encima para poder bajarme de la cama. - Ya te voy a hacer el desayuno.
-No, amor, mejor date una ducha y yo hare nuestro desayuno. - Lo mire algo sorprendido y Asentí muy emocionado.
-¡Claro! Eso es genial, me daré la ducha.
Me fui al baño algo rápido para soltar mi cabello y peinarlo, no me gusta mojarlo tan temprano así que me hago un moño, lo tengo largo, debajo de los hombros así que no es difícil peinarlo así, a Gregory le gusta largo y aunque no se peinarlo mucho trato de aprender.
Mi ducha fue rápida, solo para refrescarme y quedar bien. Cuando estaba lavándome los dientes Elliot empieza a morder mi pantalón y me reí porque se que es porque tiene hambre, es como un niño buscando atención y eso se me hace adorable.
-Ya te doy de comer. - Respondí y al parecer me entendió porque se quedo quieto pero no quiero dejarlo esperando mucho.
Salí del baño y me fui a la cocina y buscando en los muebles de abajo la comida de Elliot y le serví en su plato, comenzó a comer de inmediato y me doy cuenta que tal vez le estoy dando muy poca comida o el corre mucho y la quema rápido porque le da hambre a cada rato.
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Elliot. Mi verdadero amor.
Novela JuvenilErick se da cuenta que las cosas no son como siempre pensó, que su perro es más inteligente de lo que parece y sobre todo, que el verdadero amor puede tocar la puerta cuando uno menos se lo espere cambiando toda la realidad en la que antes se vivía...