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Ambos chicos iban saliendo del edificio uno junto al otro. De a ratos se miraban y se daban una que otra sonrisita, y sino, estaban hablando sobre temas de interés de ambos, cantantes, series, películas, música, hobbys. 

En cierto punto Felix quedo paralizado, quieto, helado, por así decirlo, quedo mirando un punto fijo en la calle sin decir nada. El castaño al instante lo noto, al no sentir la presencia del rubio a su lado. Dejo de caminar y volvió hacia atrás a preguntarle porque había hecho eso.

–Félix? Paso algo? –Lo miro preocupado–

–Que va a decir mi madre cuando vea que llegue a casa contigo? Aunque vos sigas, el hecho de que me hayas acompañado –Lo miro con aquellos ojos brillantes algo apagados.

–Tranquilo, tal vez no este y no dice nada –Intento tranquilizarlo, el sabia que al rubio le daba algo de miedo su madre, tal vez porque una vez lo golpeo por haberle contado que beso a un chico, o tal vez por el hecho de que siempre lo maltrato.

–Eso espero, no sabría que hacer sino, pero ya, no importa, creo –Dio su mejor intento de sonrisa y siguió adelante echándole alguna que otra mirada a Hyunjin.

El camino no fue la gran cosa, iban dando pequeñas charlas, reían juntos e incluso se tomaron una foto, ambos la compartieron por Instagram.

Lo mejor de todo, es que los dos chicos pensaban en lo mismo que estaba pensando el otro, lo mismo.

Hyunjin ocupaba su mente para pensar en lo linda que era la sonrisa del rubio, y como podía hacer para parecer brillar tanto estando lleno de preocupación por dentro.

Mientras que Félix, se ocupaba de convertirse en un manojo de nervios cada que sentía la mirada del chico sobre el, en acelerar su corazón cada que hacían contacto visual.

Definitivamente ambos estaban en una de las mejores etapas de la vida, estar enamorados. Y no estaban enamorados de una chica, lo hacían de un chico.

Solo que, ninguno de los dos aceptaría ese sentimiento. No lo harían porque se conocían hace poco tiempo, no tenía lógica en sus cabezas poder amar a alguien sin saber nada de su vida, así que no lo iban a aceptar.

Aunque en ambas cabezas cabía la posibilidad de que el chico que tenían enfrente fuera lindo y todo lo que querían, algo así como su tipo ideal.

Pero todos los pensamientos de ambos se esfumaron al llegar frente a la casa y ver cómo su madre estaba en el patio, esperando al chico.

El castaño no sabía que hacer, se quedó tieso a un lado de Félix, mientras que este ideaba que decirle a su madre.

Aunque el mayor se le adelantó.

–Buenas tardes, señora Lee, acompañe a Félix para darle un pequeño informe sobre cómo está la situación, usted cree poder hablar otro día? –Miro pidiendo ayuda al rubio para que dijera algo.

–Claro, en ese caso, Hyun ya se va, no? Luego hablan por redes -Rio nervioso y le hizo una seña al chico para que se fuera.

Este obedeció y se fue de su patio, dejando a la madre del opuesto pensando en varias cosas, y la principal era porque estaban tan nerviosos los dos.

Aunque la señora lo dejo pasar y al instante en el que el chico desapareció, miro al rubio con la cara totalmente seria, cosa que asustó al chico.

La mujer se corrió a un costado dejando pasar al chico, ambos entraron y la señora Lee dió un portazo que se escucho a metros.

Félix se dio vuelta sobre sus pies y miro a la mujer que tenía enfrente, cuando sintió la mirada seria sobre si mismo, un escalofrió le recorrió el cuello y la espalda, dándole una sensación rara.

...
A partir de ahora, puede haber lenguaje ofensivo, maltrato físico o psicológico, tal vez puede ser feo para otros leer eso, y tambien que quede claro que no pienso asi, y que mucho menos querria transmitir algun tipo de pensamiento homofobico o algo asi, es un libro.
...

La madre se acerco con una mirada desafiante, mientras se levantaba las mangas del suéter que traía. En un momento se paro frente a el y se quedo mirándolo fijamente, hasta que comenzó a hablar cosas repugnantes, una vez mas.

–Lee Felix, porque mierda llegas a mi casa con un estúpido chico? Pense que te había dejado claro aquel día el nivel de asco que me generan las personas que se aman sabiendo que son del mismo sexo, no crees que por eso te mande a un psicólogo? –Después de escupir cada palabra en la cara del rubio, la pelinegra alzo su mano y dio un fuerte golpe en la mejilla de Felix.

El menor solo intento no soltar lagrimas, era lo que menos queria, su madre le decía que eso era de "gays maricones" o de personas que eran enfermos mentales, que los hombres no lloraban.

–No piensen que los voy a dejar ir así nomás, no vino a darme un informe sobre tu asquerosa enfermedad, creen que yo soy estúpida? Literalmente venían a las risas, parecían dos malditos enamorados, que va a decir la gente cuando los vea? Que son dos enfermos? Que yo me llegue a enterar que vas al psicologo solo por ese estúpido castaño, si lo hago, creeme que no vas a poder salir de esta casa para contar cómo mierda te deje claro, que la mujer, va con el hombre, dos hombres juntos dan repugnancia –Le dió algunos golpes fuertes, dejando al rubio a poco de llorar.

El menor estaba a punto de rendirse, de llorar y dejarse golpear por aquella mujer.

Aquella mujer a la cual le confío ese secreto, el cual cambio todo. Aquella mujer la cual dia a dia lo maltrataba psicológicamente de todas las formas existentes posibles, que le decía infinidad de palabras ofensivas, pero ya, no le dolía exactamente eso.

Le dolía que siempre le estuviera diciendo cosas de ese tipo, sabiendo que Félix era una persona homosexual, pero lo que no sabía era que lo estaba dañando. Claramente ella creía que el era un hombre, que no lloraría y nada lo dañaría.

Y el rubio solo sabía que el único chaleco antibalas que tenía en ese momento, era el castaño. El cual hoy lo acompaño a su casa, dejando un montón de problemas, pero al menos se quedaría con esos bonitos recuerdos y momentos, que por más feo que estuviera el día, esos recuerdos harían que todo fuera mucho más lindo.

Mientras tanto Hyunjin en su casa escribía nuevamente en aquel diario, expresando cada sensación que sintió al estar con el rubio, cada sonrisa que recibió, cada mirada que le dió.

Todo lo que sucedió ese día, quedó guardado en ese diario, en esos insignificantes pedazos de papel, que cobraron sentido en el momento en el que Hyunjin escribió sobre el, en el que toco el papel y dejo sus sentimientos allí, que escribió con todo el cariño y amor que le tenía al rubio.

Tal vez Félix necesitaba que Hyunjin, de cierta manera, escribiera sobre el, que le expresará cada sentimiento que sentía por el y que lo tocará, que dejara todo allí. Pero sabía que eso no iba a suceder, jamás. El castaño era solo su psicólogo, no?.










psycologhist [hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora