Uraraka Ochako
Los dos días habían pasado, y volvieron pero con pésimas noticias, nos habían reunido a todos los buscadores para hablar de la situación, en la operación, los Ticker los habían emboscado y Deku había muerto. Todos teníamos el corazón en las manos, fue una noticia que no la esperábamos, saber que uno de mis amigos no iba a volver jamás, me destrozaba el alma, más sabiendo que no pudimos darle una despedida apropiada.
El pelirrojo nos contó lo sucedido, y como siguieron al grupo de Ticker hacia el bosque, pero que una vez ingresaron, los perdieron de vista, el líder Bakugou estaba tan enfocado en encontrarlos que, no les importó que estuviese anocheciendo, era una total misión suicida, sabiendo que ellos agudizaban sus sentidos en la noche.
-Lo único que encontramos -seguía su relato- fue una chica rubia que dejó inconsciente a nuestro líder.
-No tenía intenciones de pelear -mencionó el bicolor- pero estaba muy molesta.
-Estaban en su territorio -mencioné- además, si iban con intenciones de atacar, pudo haberlos matado, deberían estar en deuda porque los dejó vivir.
-A mi si me dio miedo -confesó el pelirrojo- el líder Bakugou no despertó hasta que llegamos al pueblo, está furioso.
-No es para menos -habló Mina- nos quitaron a Midoriya.
-Hablaré con él -aclaré- quizás podamos hacer algo.
-No te lo recomiendo, pero hazlo si quieres.
Los chicos siguieron conversando, yo entré a su habitación para poder hablar con él, estaba tendido en su cama cubriendo su rostro, podía sentir la rabia con solo verlo, a pesar de que jamás lo iba a admitir, Deku era uno de sus mejores amigos.
Me acerqué lo suficiente para poder sentarme a su lado, dejé leves caricias en su brazo intentando darle apoyo, me miró con cierto agradecimiento a pesar de ser más rabia que persona.
-Me las pagarán -dijo al cabo de un rato.
-Kirishima dijo que se encontraron con una chica rubia...
-A ella también la mataré -me interrumpió- debió esconder a sus compañeros para librarlos de nosotros.
-No es la manera, Bakugou.
-¡Casi te matan también! ¿Y sigues diciendo que no es la manera?
Me quedé en silencio un momento, pensábamos cosas muy distintas, para mí no era lo correcto salir y matarlos por todo lo que ha pasado, tenía que haber algo más que pudiésemos averiguar de ellos y porqué hacen lo que hacen.
El cenizo se sentó en la cama mirándome un poco más desafiante y dolido, quería ayudarlo de alguna manera, sabía el peso que tenía que soportar en estas situaciones. Con algo de delicadeza, llevé mi mano hasta su nuca y lo atraje para poder juntar nuestras frentes.
-Saldré y la encontraré, la traeré frente a ti para que te dé explicaciones.
-¡Keh! Como si pudieras, cara redonda -ví cómo cerraba sus ojos frente a tal acción y respiraba algo más relajado, esta era una costumbre de nuestro pueblo Banuk, en momentos de despedida y cuando necesitas un apoyo emocional, juntas tu frente con la de alguien más, para traer algo de paz.
-Haré mi mejor esfuerzo, lo prometo -suspiré algo aliviada, se encontraba algo mejor.
-Que tu camino lo iluminen los dioses.
-No eres tan viejo como para decir esas cosas.
Ambos soltamos una leve risa al separarnos, él alborotó un poco mi cabello para luego levantarnos juntos, buscó entre sus cosas, una armadura que pudiese servirme mejor, además de mi lanza que me había quitado al llegar al pueblo después del ataque, si saldría nuevamente, tenía que ir preparada.
Salí a reunirme con los demás, no sabía si las chicas me acompañarían para hacer una corta expedición, ya le había mencionado al pelirrojo que estaba autorizada por el jefe, no podían negarme una salida. Tan pronto como pude, me coloqué la armadura y equipé mis armas además de bolsas de recolección, de todas las chicas, iría con Yaomomo, las demás tenían que hacer unos pequeños trabajos en el pueblo de manera comunitaria, repartir la comida recolectada y asegurarse de que no le faltara a nadie.
En la puerta de salida hacia el bosque, Jirou nos acompañó para despedirnos, primero se despidió de mi, y luego de Yaomomo, que duró un poco más, mantenían sus frentes un poco más de tiempo unidas mientras que la pelinegra le robaba un ligero beso para mencionarle que volvería pronto, así ya después, pudimos partir.
Al cabo de un rato, habíamos recolectado gran cantidad de bayas y unos cuantos animales pequeños, era todavía de día y no nos habíamos encontrado con algún Ticker que nos quisiera hacer la tarde imposible.
-De seguro la gente quedará contenta con toda la comida que llevamos -mencionó Yaomomo con una sonrisa- aunque hubiese sido mejor estando todas.
-Pues si, es divertido salir en grupo -sonreí también- demos una vuelta más y nos vamos.
-Claro.
Nos separamos por un momento, en mi camino encontré un río, ¡Podíamos llevar algunos peces! La idea me emocionó mucho, iba a llamar a la pelinegra pero el sonido de un chapoteo me puso en alerta. Seguí un poco más el sendero del rio para llegar a un pequeño valle, estaba algo alejado de la salida del bosque y lejos de donde se había dirigido la pelinegra, tomé mi lanza más segura para adentrarme en los arbustos y ver que provocaba aquel chapoteo, lo más probable es que hubiese un Ticker. Separé algunas ramas y vi aquello que estaba en el agua, me sonrojé al notar el cuerpo de una chica, estaba desnuda de espaldas hacia mi, la mitad de su cuerpo sobresalía del agua, su piel era blanca, con algunas cicatrices en sus brazos y omóplatos. Su cabello suelto, llegaba un poco más abajo de sus hombros, no podía apartar mi mirada, era simplemente...
-Hermosa -al parecer lo había dicho muy alto, ya que la chica se giró en mi dirección, portaba aquella máscara que recordaba muy bien- eres tú...
Sentí un gruñido provenir desde la chica mientras se cubría e intentaba salir del agua, me apresuré a salir de los arbustos para que pudiese verme mejor.
-No quiero pelear, no te haré daño -me acerqué un poco para bajar la lanza, mantenía mis manos en alto, sin ninguna trampa entremedio- ¿Lo ves? No quiero molestar.
-¿Qué quieres? -ella habló mientras se colocaba su ropa.
-Eres la chica que me salvó de los otros Ticker -solté algo sonrojada- yo quería...
-¡En serio estás viva! -con algo de prisa, ella corrió hacia mi, por un momento me dio miedo por si iba a atacar, solo cerré mis ojos, ella tomó mis manos con energía- Dios, pensé que habías muerto.
-Yo...-me sentía avergonzada, su tacto era muy cálido, sus manos muy suaves, sus dorados ojos reflejaban una gran alegría, una que bajo esa máscara de seguro la manifestaba con una gran sonrisa- estoy bien, gracias a ti.
-Tuviste suerte de que anduviese cerca, ellos no hubiesen tenido piedad.
-¿Por qué tu si?
Esa pregunta descolocó un poco a la chica, soltó mis manos y retrocedió un poco, más se puso alerta al sentir como Yaomomo se acercaba, estaba empezando a llamarme y no estaba muy lejos de donde me encontraba. Miré a la chica, esta solo saltó a un árbol cercano y se alejó.
-Ochako, pensé que habías regresado -la pelinegra algo exhausta llegó a mi lado- ¿Qué encontraste?
-Nada, regresemos.
Nuestro camino hacia el pueblo fue casi en silencio, estaba pendiente de mi descubrimiento de hoy y repasaba cada vez más las facciones de la chica. Al llegar, Yaomomo se ofreció a llevar las provisiones con los demás, yo me dispuse a volver a casa, había sido una salida algo ajetreada, pero eso no me detuvo para tomar el libro de mi madre e intentar buscar la respuesta a lo qué pasó hoy, ella se veía diferente a todos los Ticker que he visto, se comportó como una chica normal, eso me hacía querer verla otra vez, averiguar más de ellos y su condición, odiaba decir que estaban malditos, como toda la gente aquí los llamaban, demostraría que no son malos, aunque tenga que poner todo de mi en ello.
**Holi criaturitas del bosque:3 disfruten la lectura nwn probablemente suba algunos más. Mucho amor para ustedes:3**

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"Suertes diferentes"
FanfictionUna es una híbrida exiliada, la otra es una buscadora. El pueblo de los Banuk tiene una extraña "maldición", convirtiendo a sus habitantes en "Ticker". Una quiere vivir como humana, la otra quiere terminar la guerra entre ambas especies. -¡Necesito...