Cap. 7

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Uraraka Ochako

Después de ese día no vi a Toga en varias semanas, las cosas en el pueblo estaban tranquilas, pero Bakugou en varias ocasiones me había estado molestando, sigue sospechando, ya que, las veces que íbamos de expedición, les había dicho a las chicas donde dirigirnos para traer más víveres, era una zona donde la rubia me había indicado, una donde los Ticker no se pasean por ahí, ya que, no les llamaba la atención. Por esas cosas y porque a veces volvía con pocas provisiones, seguía lo que hacía, además, últimamente me había enfocado en mi pequeña investigación personal, había averiguado demasiado.

Los Ticker eran personas del pueblo Banuk, ese era mi pensamiento, no como los demás creían que eran demonios, o incluso, seres malditos por los dioses. Muchos en el pueblo tenían la marca que la rubia me había dicho, pero había otros que no la tenían, incluidos niños, ya sabía que pasaría con ellos.

Más allá de eso, el origen seguía siendo algo misterioso, la marca no se desarrollaba mientras crecías, nacías con ella. Tambien, me había dado cuenta que la Revelación de Instinto no te quitaba tus recuerdos, Toga me contaba que muchos de su aldea extrañan a su familia que sigue siendo Banuk, era algo pasajero solamente cuando vivías ese momento exacto. Sus colmillos se acentúan para intimidar, sus orejas puntiagudas agudizan su audición, ya que, desde hace mucho tiempo eran cazados por nuestro pueblo, se les confirió también una rapidez extraordinaria, la rubia muchas veces me hacía demostraciones saltando en las copas de los árboles, y nunca podía ver cuando regresaba a mi lado. Aún así, con todas esas cosas, no podía descifrar como acabar con aquella condición.

-Es más difícil de lo que creía.

Intentaba anotar algunas posibles soluciones, pero ninguna era coherente. Dejé por un momento lo que estaba haciendo, había empezado a darme hambre y tenía que saber cocinar algunas cosas, pensaba de vez en cuando, ¿Le gustará si le llevo de mi comida? La rubia se emocionaba cuando le llevaba dulces, y me parecía realmente adorable, quería compartir un poco más con ella.

Unos golpes en la puerta llamaron mi atención, no esperaba recibir visitas hoy, tampoco había pasado tanto tiempo con las chicas.

-Ochako, aquí estabas -la pelirrosa con alegría se presentaba en mi casa- traigo algunas provisiones para ti.

-En buen momento, Mina, pasa, así podemos comer juntas.

Mi tarde fue un poco más alegre, con la pelirrosa preparamos el almuerzo entre risas y anécdotas, hablábamos de todo un poco, su compañía era realmente buena, no había salido de expedición con ellas, pero me contaba que habían seguido mis consejos para ver las zonas donde recolectar las provisiones, y que ninguna se había encontrado con algún Ticker, eso era bastante bueno.

-¿De dónde sacaste esa ubicación? -preguntó de la nada- ha sido una fuente confiable de recursos, el pueblo está feliz con todas las cosas.

-Pues, la encontré en una expedición-mentí- nos habíamos separado y después no tuve tiempo de contarles o que fuéramos a investigar.

-El jefe Bakugou todavía está molesto por eso, pero está satisfecho con lo que hemos hecho, es una caja de sorpresas.

-No lo tomes en cuenta, Kats es impredecible y jamás vas a poder encontrarle razón o darle el gusto en lo que él quiere.

Reí un poco mientras ordenaba, no sentí respuesta de Mina, de hecho, se había hecho una especie de silencio incómodo, como ella estaba a mis espaldas, me giré para ver que había ocurrido, y vi que en sus manos cargaba mi libro de investigación, lo miraba con ligero terror.

-¿Qué has estado haciendo, Ochako?

-Déjame explicarte, Mina -intenté acercarme a ella para poder recuperar mi libro, pero ella lo apartó- lo necesito, por favor, devuélvemelo.

"Suertes diferentes" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora