Cap. 4

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Toga Himiko

Los días pasaban y no había vuelto a ver a la chica, me posaba sobre la copa de los árboles esperando a los buscadores para ver si ella estaba entre todos, pero no fue así.

En nuestra aldea la comida está escaseando otra vez, Shigaraki realizó una reunión para poder conversar la situación, al parecer algunos tendrían que salir de la provincia de Frozen Wilds para buscar otro lugar donde establecernos.

Al terminar la reunión, junto al peliceleste salimos a dar una vuelta por la aldea, lo ayudaría a ver la situación como tal, pero a algunos de los rebeldes, no les gustaba mi presencia.

-Dabi, Twice y Compress fueron reprendidos -comentó con calma- no volverán a acercarse a ese grupo de buscadoras Banuk.

-Tsk, a mí no me importan, que hagan lo que quieran -intenté ocultar mi rostro de felicidad por aquella noticia, tenía que hacerme la indiferente.

-Himiko, no quería mencionarlo en la reunión, pero, tienes que dejar de acercarte a los Banuk, te estás exponiendo.

-No me acerco a ellos, los detesto.

-Me informaron que estos días estuviste con una buscadora, una chica castaña -suspiró- entiende que no has tenido tu Revelación de Instinto, cerca de ellos solo aumentas tus posibilidades de que suceda.

-Pero, quiero saber más de ellos -solté con un puchero que claramente no iba a ver- ella es la única que no me ha atacado como los demás, ella bajó su arma para hablar conmigo, cuando más expuesta estaba.

-No te confíes de eso -puso su mano en mi cabeza para alborotar mi cabello, luego apuntó levemente mi máscara- reprimes tanto tu naturaleza, que pronto puede pasar cualquier cosa.

Con un ligero berrinche lo dejé solo para adentrarme en el bosque, donde subí a los árboles para hacer lo que consideraba, mi nueva rutina, ver si la chica castaña aparecía, aunque todo fue en vano porque no apareció ningún buscador.

Con los días, entendí que cada dos días iban a hacer expediciones, no siempre cazaban ni recolectaban, exploraban nuestro territorio, no sé con qué fines. Reposaba a lo largo en una rama cuando escuché las voces de aquellas chicas, me incorporé levemente para ver quien venía.

-Es la chica del cuerpo bonito, la de pelo rosa y la chica que me recuerda a una ranita -suspiré- otra vez no vino.

En parte me desesperaba, pero no entendía, ¿Qué me importaba a mí si ella venía o no? Había asuntos más importantes que estar observándolas.

-¡Chicas! Me retrasé, perdón -antes de irme, escuché a lo lejos una voz que me resultó familiar, enfoqué mi vista y fue cuando la vi.

-A buena hora, chica tonta.

Sonreí para mis adentros, quizás sería buena idea molestarla. Vi como se reunían todas para hacer su estrategia de hoy, muy interesante, una vez que se separaron, de árbol en árbol seguí a la chica. Esta, se alejó un buen resto, ¿Qué planeaba? En unos arbustos dejó caer su lanza y se sentó, abrió un extraño libro mientras anotaba unas cosas.

-Que aburrida.

Solté desde la rama arriba de su cabeza, pero algo en su libro me resultó familiar, lo vi un poco mejor, tenía un dibujo, ese cabello, esa máscara, eran bastante parecidas a alguien que conozco a la perfección.

-¿Desde cuando me dibujas? -sin reparar en mis acciones, había bajado hasta estar frente a ella, causándole un gran susto. Me regañé mentalmente, fue lo primero que me dijeron que no tenía que hacer, y aquí estaba frente a una Banuk

-Dios, pensé que...-la interrumpí.

-¿Te atacaría? -ella negó con su cabeza, lo que me dejó confundida.

-Pensé que una de las chicas había encontrado mi lugar secreto.

-¿Lugar secreto? -la miré intentando no soltar una risa- es un bosque, niña, te encontrarían en cualquier parte.

Ella se sonrojó levemente apartando su mirada, apretaba el libro en su pecho, me causaba curiosidad, ¿Ella era igual a los demás? Me agaché hasta su altura para mirarla bien, sus rasgos faciales eran muy bonitos.

-¿Puedo?

Apunté su libro, no esperaba que me lo pasara, pero con algo de timidez, asintió mientras lo extendía hacia mí. Me senté de piernas cruzadas a hojearlo y su contenido me impresionó, las hojas que recorría, hablaban de los Ticker, datos que ningún otro Banuk imaginaba, podía conocer, las últimas hojas trataban sobre mí, como era mi apariencia, la primera vez que tuvimos contacto, como iba vestida, era raro si lo pensaba.

-¿Por qué escribes sobre mí? -pregunté sin mirarla.

-Porque quiero conocerte -respondió- no solo a ti, a todos los que son como tú.

¿Estaba bien de la cabeza? Con otro Ticker seguramente no le iría muy bien, Dabi casi la mata, con los otros no habría diferencia. Hojeé más aquel libro, tenía más cosas pero de una persona en específico, conocía su nombre, sabía de quien trataba ese relato.

-Uraraka Yumiko -ella me miró impresionada- una Ticker que se quitó la vida después de saber que, su Revelación de Instinto le hiciera acabar con su única familia directa.

-Mi madre -su mirada era algo triste- ella estudiaba a los Ticker para intentar regresarla a la normalidad, pero, no obtuvo resultados. No pensé que ella se había quitado la vida.

-¿Tú quieres seguir ese legado? -asintió- te vas a meter en problemas.

-No si me quedo contigo.

La miré algo incrédula, ¿Acaso pensaba pedirme que nos viéramos más seguido? No podía ignorar lo de la Revelación de Instinto, lo que Shigaraki decía era verdad, pero, esta chica me demostraba que podía haber un cambio en todo esto, que pudiésemos ser solamente una comunidad, o si no era así, que el trato fuese mucho mejor. Le devolví su libro mientras me levantaba con un leve sonrojo.

-Está bien, te ayudaré, Uraraka -su rostro se iluminó como una niña pequeña, ¡Dios que linda!- pero tus amigas no deben saber que te relacionas conmigo, no confío en los Banuk.

-Te doy mi palabra de buscadora...eh...-ella juntó sus dedos algo avergonzada- ¿Cuál es tu nombre?

-Toga. Toga Himiko.

Ella volvió a sonreírme, que molesto, sus mejillas probablemente eran tan rosadas y regordetas por todo lo que sonreía. Sentí lejos unas pisadas que venían hacia donde estábamos, así que, volví a la rama de aquel árbol para alejarme por las copas de los demás árboles, no sabía si estaba bien lo que estaba haciendo, pero, yo también quería conocerlos mejor, toda mi vida he estado con los Ticker, no pude vivir como una Banuk como los demás, incluso Eri pudo vivir años como ellos, hasta su Revelación de Instinto, a pesar de ser pequeña, sus padres le dejan de vez en cuando algunas canastas con comida y algunas notas. Es triste, saber como llora porque los extraña y no poder verlos nuevamente, me parte el alma, por eso intento ser su figura materna en esta tierra de locos. Siempre he pensado que si mi historia fue de esta manera, quizás es por algo, no mentiré al decir que odio esta maldición, pero si esta chica podía hacer algo para revertirla, o hacer un lugar mejor, podría intentar ayudar.


**Espero tengan una buena lectura nwn mi Toga preciosa y yo estuvimos de cumpleaños, que lindo compartir signo con ella:3 mucho amor para ustedes criaturitas ♡**

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