Toga Himiko
Algo inquieta jugaba con una hoja del árbol donde me encontraba, se estaba tardando más que otras veces, probablemente este día, Uraraka no vendría, que aburrido, había acostumbrado a pasar tiempo con esa buscadora, era en cierto modo, muy divertido.
Volví sin más a la aldea, no tenía nada bueno que hacer, así que, fui a casa. Al llegar, Camie se encontraba recostada en su cama, me vio llegar y con cierta rapidez se acercó a mí.
-¿No tuviste suerte?
-¿Suerte en qué?
-Pensé que estabas cazando algunos buscadores -suspiró- tenía fé en que trajeras la cena.
-Perfectamente puedo cocinarte alguna cosa -hice un puchero- no tienes porqué cazar a los Banuk.
-Lo siento, señorita correcta -de pronto, ella empezó a olfatear el aire, su rostro mostraba un ligero asco, se acercó más de la cuenta a mí, pegando mi espalda a la pared, su respiración cerca de mi cuello hacía cosquillas.
-Camie, ¿Qué tienes? -desvié mi mirada avergonzada, ella no se comportaba de esa manera nunca.
-Hueles raro -ella me miró seria- ¿Haz estado con alguna buscadora? Hace mucho que siento este desagradable aroma.
-¿Cómo crees? Shigaraki fue claro en decirme que me alejara, no tengo porqué desobedecer.
-Himiko, sabes que no dejaré que te acerques a los Banuk, tu Revelación de Instinto no se ha...-la interrumpí.
-¡Ya lo sé! ¡No necesito que me lo recuerdes!
Ella con cierto enojo, tomó de mis muñecas para subirlas sobre mi cabeza, se acercó lo suficiente a mi rostro enseñando sus colmillos, dentro de todos los Ticker de la aldea, Camie resultaba ser una de las más peligrosas, y si algo le molestaba, no dudaría en darme una lección. No quise sucumbir a su intimidación, las dos podíamos jugar al mismo juego, por lo que, mis colmillos también se hicieron presente.
-Solo lo hago porque somos amigas y quiero protegerte-ella apretaba con fuerza su agarre.
-Sé cuidarme sola -solté- no necesito una niñera.
Las peleas entre Ticker podían sentirse a una distancia considerable, los gruñidos que soltábamos, eran característicos de un enfrentamiento, si algún otro Ticker o incluso un Banuk estaba cerca de un enfrentamiento así, era mejor no intervenir, porque ambas partes solo se concentrarán en la lucha y en su adversario, una especie de trance que muy pocas veces puedes romper.
-¡Ya basta! ¡No se peleen! -la voz de la peliblanca llegó a nosotras, ambas reaccionamos al ver a la pequeña que había llegado corriendo a casa, sus ojos tenían pequeñas lágrimas amenazantes de correr por sus mejillas- Camie, por favor, suelta a Himi.
Ella le obedeció con cierta culpa en su rostro, sabía que odiaba actuar por impulso, por eso tampoco podía enojarme con ella, ambas actuábamos de formas distintas, pero sabíamos convivir y demás juntas. Suspiré resignada, me acerqué a Camie para que nuestras narices rozaran, y moví mi cabezaa como si de un beso esquimal se tratase, ella también lo hizo, ya estaba todo perdonado. Consideraba que ese gesto, era uno de los que más me gustaban en nuestro pequeño pueblo, se hacía al pedir perdón, era vergonzoso, pero bastante normal entre nosotros.
-Ahora un beso -dijo la pequeña, a lo que la miré para regañarla- tenía que intentarlo, son mi pareja favorita.
-Himiko no me acepta, Eri, no puedo hacer mucho -esta suspiró algo "apenada", pero no pudo evitar reírse.
-No le sigas el juego, por favor.
-Amargada- en un acto repentino se acercó para robarme un ligero beso, sonrió victoriosa y se fue a acostar nuevamente en su cama mientras mi rostro ardía- tengo que aprovechar las circunstancias cuando no tienes tu dichosa máscara.
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"Suertes diferentes"
FanfictionUna es una híbrida exiliada, la otra es una buscadora. El pueblo de los Banuk tiene una extraña "maldición", convirtiendo a sus habitantes en "Ticker". Una quiere vivir como humana, la otra quiere terminar la guerra entre ambas especies. -¡Necesito...