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Jungkook sentía una gran ansiedad.
Una que podía llevarlo al borde de su cordura.
Ya había pasado una hora y no tenía noticias de Minnie, los demás estaban a su lado de la misma forma, bueno, los humanos, porque los híbridos estaban jugando a algo que sinceramente nadie les colocaba mucha atención.
Sintió unas manos en sus hombros, mirando que a su izquierda se encontraba Bangchan y Woojin con una pequeña sonrisa y a la derecha Taehyung con su típica poca expresividad.
—No debe de colocarse de esa forma señor Park, vera que unas horas todo esto habrá acabado y estará con Jimin —menciono el chico rubio.
—El chico tiene razón Jungkook, sabemos que fue lo que dijo Minho y no es fácil, es complejo pensar que puedes perder a alguien de la cual depende tu felicidad.
Los cuatro chicos observaban a los híbridos jugar en el pasillo siendo un poco callados para no molestar a los demás pacientes.
No se separaron pues era mejor darle apoyo al alto quien parecía ansioso.
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Horas, y horas y más horas pasaron y no tenían respuestas.
Los demás fueron a almorzar, pero Jungkook se había negado pues no pensaba dar un paso lejos de aquella sala de espera.
