Matrimonio Anhelado

9. Divorcio.

A la semana de mi picnic con el Uchiha, este me cito a comer nuevamente unos pasteles con él en la misma pastelería, pero en ningún momento mencionó que llevaría a un amigo suyo que me presentaría.

- Un placer, soy Inuzuka Kiba.

Un chico lindo e hijo heredero de tres de las seis clínicas veterinarias que posee su familia, y no sólo eso, sino que sus clínicas son de las más conocidas del país por su gran equipamiento.

Sasuke nos presentó e invitó a comer a ambos. Esté chico es muy imperativo, sacó distintos temas para tratar conmigo y pues, resultó ser que he congeniado también con él.
Todo estaba muy bien, pero que desagradable se volvió todo cuando Sasuke me dijo que Kiba también está sabedor de la aventura de mi marido y la Yamanaka.

- Para ser sincero, muchas familias ya lo han visto pasearse con ella en las ciudades cercanas. Pero nadie dice algo, eso se considera de mala educación por aquí.

Lo primero que le digo, y lo primero que hace esté idiota. Tantos aires de educación que se da, y ni ser discreto junto con su amante puede hacer.

- Que vergonzosa situación. De seguro las burlas hacia mí ya empezaron.

Me sobe la sien con un poco de fuerza, en cualquier momento me va a dar un dolor de cabeza muy feo por el coraje, de verdad que no sabia cómo proseguir en este caso.

- No se preocupe, que el único que está siendo mal visto es Neji.

El hombre comía y comía mientras seguía la conversación, me hacia pensar que este tema es algo de lo más normal.
No entendí del todo al Inuzuka, proseguí en mirar al Uchiha en espera de una mejor explicación.

- Se refiere a que tú estas destacando laboralmente más que Neji, eso te mantendrá protegida de las críticas. Entonces todo lo que tú crees que te llegaría a ti, en realidad le tocará a él.

- Bueno, entonces que se siga exponiendo mucho más.

No es por desearle mal ni nada pero, el mismo se está haciendo la maldad. Yo no le obligue a irse con ella ni exponerse de está manera; yo sí estaba dispuesta en tener un buen matrimonio con él, sí sentía o siento esa chispa de sentimientos por Neji.

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Fueron un par de meses más que me tomó sacar otra línea de ropa, ropa que contenía diseños tanto para mujeres de complexión ancha y delgada por igual.
Ese fue otra éxito más que le daba a la empresa Hyuga, éxito que me está haciendo destacar más en este mundo de la moda.
¿Y mi marido? Pues no se apareció ni para burlarse de mis diseños. ¿Y saben qué es lo peor?... Que sí esperaba que llegara.

Sólo estuvieron conmigo desde la mañana Lee, Temari y hasta Kiba, quien ya se ha vuelto un gran amigo cercano gracias a Sasuke. Para la celebración estuve con ellos y también ambos Uchiha, pero mi marido nunca llegó.

Nuevamente recibí flores de "P", amistades lejanas y mis padres que no pudieron asistir, pero ni un insulto de quien esperaba.

Sí, me estresa y me molesta su actitud de porquería, pero maldito corazón tan bipolar que me ha estado haciendo flaquear desde que lo vi besarse con la Yamanaka.

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Para la noche de ese mismo día, escuche la discusión que tuvieron él y padre por no llegar conmigo. Padre estaba más que furioso porque no llegó ni a saludar a mis invitados que me acompañaron en el día.
No escuchaba por completo desde mi cuarto, pero sí medio entendí que padre le dijo que mejor los hermanos Uchiha me acompañaron que él, que yo estaba logrando tener más amistades y logros que Neji.

- ¡Te dije que esa Yamanaka te llevaría a la ruina! - escuche gritar a padre - ¡Tú trabajo en la empresa ya disminuyó, vienes cuando quieres y todavía eres tan descarado con esa mujer!

En todo el tiempo que llevo viviendo aquí, no había escuchado a padre estar así de furioso, ni siquiera cuando hay algo mal en la empresa.

- ¡Es tú culpa! - abrí ligeramente la puerta para escuchar mejor - Te dije que me casaría con Ino, pero no me hiciste caso y tú mismo decidiste aceptar casarme con Tenten.

- Sus padres no la ofrecieron, yo te ofrecí para casarte con ella.

Con razón, ya se me hacia raro que mis padres hayan aceptado venderme con los Hyuga. El ofrecido fue Neji, no yo.

- ¡Con más razón!, entonces no esperes que el matrimonio que tanto anhelas para nosotros se haga realidad. Al menos no con ella.

Lo escuche dar un portazo de la puerta principal, y minutos después se marchó en su auto.
Esto estaba llegando muy lejos, yo no quiero hacer infeliz a nadie. Y mucho menos a un hombre que está enamorado de alguien más.

Lo que me queda es pedirle a padre que autorice nuestro divorcio. Me siento mal por Neji.

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Era hora de ir al trabajo, y también el momento de hablar con padre.

- Tenten, si tú quieres el divorcio con Neji, accederé sin ningún problema.

Se me adelantó al tema, pero agradezco que sea más consiente que su hijo.

- Sí, me quiero divorciar de Neji. - suspire - Es, más idiota de lo que pensé.

Tuve que limitar mi lenguaje con padre, se le ve achicopalado por el tema. Y también lo estoy, porque muy dentro de mí sí esperaba un cambio suyo, pero pues no.

- Entiendo. Yo me haré cargo de los papeles.

Eso fue lo último que se dijo en el transcurso, después todo se volvió en un silencio muy incómodo.

Al llegar a la empresa cada uno se fue a su oficina, no había ánimos el día de hoy, pero debo trabajar para al menos ser aceptada en alguna empresa como diseñadora; si se hace el divorcio no pienso seguir trabajando aquí.

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Toda esa semana no asistió Neji al trabajo ni tampoco llegó a casa, sólo supe que se mantenía al día con su trabajo por medio de su mano derecha, el señor Maito Guy.

Al parecer no quería ni ver a padre, eso impedía que se le pudiese hacer llegar los papeles del divorcio. No quedaba de otra más que esperar hasta que se le bajara el enojo.

Mientras tanto, yo asistiría a la fiesta de cumpleaños número veinticuatro de Kiba, una celebración que hará un poco en grande en su mansión.
Llegaría en compañía de los tres Uchiha que tengo como amistad más cercana aparte del festejado.

Tan sólo pusimos un pie en la mansión, se dio a notar que está seria una de esas fiestas locas que están más llenas de alcohol que de comida. Una noche larga y alocada es lo que me espera aquí, eso seguro.
Por ello me vestí con mi mejor vestido para la ocasión, justo como me lo recomendó Kiba: un vestido de color lila que se amolda de maravilla a mi cuerpo que he logrado mejorar gracias al gimnasio y mis dietas. Es de mangas caídas, con un ligero escote tipo V y que me tapa sólo dos tercios de mia muslos. Zapatillas con un color parecido al de mi vestido y de tacón medio; y finalmente, mi cabello que normalmente uso en uno o dos chongos, está vez lo deje lucirse estando suelto.

- ¡Tenten!, eres toda una diosa. - exclamó Kiba al verme - Caray, me siento en el cielo al ver a dos diosas aquí conmigo.

Kiba nos abrazaba a Temari y a mí mientras seguía elogiando nuestra belleza. Recién empezaba la fiesta, pero ya sentía una vibra pesada que me estaba haciendo sentir incómoda.

La mano de Sasuke sobre mí cintura fue lo que me regresó a donde debía estar, acto seguido, se acercó hasta mi oído.

- No voltees, Neji está aquí y mantiene su mirada sobre ti.

Ahora entiendo esa mala vibra que estaba sintiendo, no esperaba que fuese él y mucho menos creí encontrarlo aquí.

- ¿Y él qué hace aquí?

- Eso pregunta le a Kiba. - bufé.

Yo creí que se llevaba mal con Neji, pero parece que estoy mal informada con las cosas.