•Capítulo 7

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Departamento de Dante

Dante: Adelante mi reina.

Alejandra: Gracias caballero.

Dante: No es tan lujoso como tu casa pero es mi hogar.

Alejandra: Esta muy lindo amor.

Dante: Que pasa? (la abrazo por la espalda) porque esa carita.

Alejandra: Tengo un poco de miedo, ya sabes...Camila me ha preguntado porque llego tarde y si hoy no llego va a sospechar.

Dante: Amor...te entiendo pero tú tienes derecho a salir, a tener nueva pareja.

Alejandra: Eso lo se pero cuando sepa quien es mi pareja.

Dante: Hermosa (se puso frente a ella) nos amamos y esto lo vamos a superar, sabemos que se va a poner en contra pero se le pasará y va a entender, prométeme que no nos vamos a separar cuando eso pase, prometelo.

Alejandra: Si, si lo prometo.

Dante: Vamos a pedir comida y...

Alejandra: No, nada de eso, yo cocino veremos qué hay en la nevera.

Dante: Vas a cocinar para mi?

Alejandra: Mhm (abriendo la nevera) veamos.

Mientras Alejandra cocinaba, Dante la abrazaba por la espalda, reían y jugaban, ella jamás se había sentido así tan amada y ese niño lo logró...

Dante: Estaba delicioso, haces magia, con solo unas verduras y algo más mira todo lo que hiciste.

Alejandra: No exageres.

Dante: No exagero, así como no exagero que eres la mujer más hermosa del mundo, más sexy, más...

Alejandra: Ya basta de alagos y vamos a lavar los platos.

Dante: Después, ahora tengo una mejor idea (abrazándola por la espalda).

Alejandra: A si? Cual?

Dante: Ven a mi recámara que tengo algo que mostrarte.

Alejandra: A donde me lleva señor?

Dante: Al fin del mundo si pudiera.

Dante la llevo a la ducha, le quitó la ropa e hizo mismo con la suya, la tomó del trasero y la pegó a él, besándola con pasión, con locura, entre jadeos, Alejandra bajo sus besos hasta quedar de rodillas, Dante jadeó al saber que se venía, ella tomo en sus manos la erección y él soltó un gruñido, lo acarició y lo puso en su boca, lentamente lamiendo sin dejar de tocarlo, Dante la tomó del cabello, cuando no podía más, la cargó, la puso contra los azulejos y ella enredo sus piernas en su cintura...

Dante: Quiero estar dentro de ti, te necesito ahora cosita (entrando en ella muy despacio) Aleeeee..

Alejandra: Aaaaahhh.

Alejandra se aferró a la espalda de Dante, él la tomó del trasero y con cada estocada y los gemidos de ella, Dante ya no podía más y acabo en ella, después de unos besos, siguió besandola, acariciando y lamiendo los senos, bajando más hasta abrir las piernas y llegar a la intimidad, Alejandra gritó de placer mientas él sin dejar de lamer metió sus dedos, ella lo tomó del cabello moviendo sus caderas, gimiendo de tanto placer, los movimientos eran cada ves más rápidos, Dante no paraba hasta que arrasó un orgasmo, entre besos reían, jugaban y después de una larga ducha se fueron a la cama...

A la mañana siguiente
En la cocina

Dante: Buenos días princesa, que rico huele (abrazándola por la espalda).

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