[ABO] Mi omega es de la Tierra

53

Capítulo 53

　　"¿Qué has dicho?" Ye yun no parecía entender, se sentó en la cama y lo miró fijamente.

　　Rafael pulsó el botón de repetición de la prueba y el robot doméstico volvió a realizarla con rapidez, y los resultados fueron casi exactos.

　　"Estás embarazada", confirmó finalmente Rafael, cogiendo a Ye yun en brazos y haciéndola girar varias veces con una sonrisa en la cara.

　　"Mareado, mareado", gritó Ye yun, aferrándose al cuello de Rafael, "bájame".

　　Rafael se apresuró a dejar a su omega en el suelo y lo envolvió cuidadosamente en sus brazos: "¿Estás bien, cariño?".

　　"Estoy bien", contestó Ye yun, "¿cómo es posible, creía que tardaba años en concebir?".

　　A los batfarianos les resultaba difícil concebir, y normalmente tardaban unos años después de casarse en tener su primer hijo, y él y Rafael sólo llevaban unos años juntos.

　　"Cariño, tú no eres como los demás", dijo Rafael, abrazándolo íntimamente y besando su pelo, "eres un ángel del cielo".

　　Nunca había pensado que tendría hijos, aunque había aceptado el hecho de ser un omega, incluso en celo, porque Rafael había sido tan considerado con él, cumpliendo siempre sus deseos con amor, sin avergonzarle lo más mínimo, sino haciéndole sentir la felicidad de estar con su amante. Sintió la felicidad de estar unido a su amante.

　　Pero tener un hijo le resultaba tan extraño que nunca había pensado en quedarse embarazada.

　　Rafael percibió sus emociones, "¿No estás contento?"

　　Ye yun negó con la cabeza, no descontento, pero sin saber cómo tomarlo.

　　"Cariño, no esperaba quedarme embarazada tan pronto", Rafael puso su gran mano en el dorso de la suya y se acarició la barriga, "pero siempre he imaginado tener un hijo, un hijo que herede nuestros genes, que sea listo y bonito y vivaz y travieso. Le enseñaría todo lo que sé, le enseñaría a pilotar Mace, le enseñaría a aprender todo tipo de cosas, le enseñaría a construir un cuerpo fuerte y le llevaría por todas las estrellas".

　　"Y luego las historias que nos contaba para aprender a amar", dijo Rafael, mirando fijamente a los ojos de Yegun.

　　"Él es el cristal de nuestro amor, el mejor regalo que Dios nos ha dado, y lo amaré, lo protegeré y le daré lo mejor de todo".

　　"Espera la llegada del angelito conmigo, ¿quieres?"

　　Ye yun se sintió tan conmovida por las tiernas palabras de Rafael que estuvo al borde de las lágrimas. Qué maravilloso era criar a un hijo con alguien a quien amas, verlo crecer, convertirse en adulto, encontrar su amor, vivir feliz para siempre y mantener sus vidas juntas.

　　Ye yun acercó las manos de Rafael para que lo rodeara por completo: "Yo también estoy feliz, Rafael, es nuestro bebé favorito".

　　Rafael sonrió y besó a Ye yun: "Pórtate bien, descansa y mañana llevaremos a nuestro pequeño a Felipe".

　　***

　　A la mañana siguiente, Rafael llevó a Ye yun al Instituto de Medicina y pidió a Philip que le hiciera un examen completo.

　　Después del examen, Philip los miró con asombro: "Ye yun, estás embarazada de casi dos meses".

　　Yeyun agachó la cabeza avergonzado y Rafael lo levantó: "¿Cómo está el feto?"

　　"Ye yun y el feto van muy bien, el feto aún no está formado, es sólo un germen, pero se está dividiendo muy activamente, creo que no tardará en ver un bebé casi listo", Phillip asintió en el panel de control, "los resultados de la prueba genética han llegado. Los resultados de las pruebas genéticas ya están, es un poco alfa, felicidades".