[ABO] Mi omega es de la Tierra

27

Capítulo 27

　　En la cena de ese día, Rafael le preguntó a Ye yun: "¿Cómo has estado?"

　　"Pues estuvo bien, Mousse me llevó a muchos sitios, a Minsbruck, donde tú ibas al colegio, y a ver la nieve del monte Averill", respondió Ye yun.

　　"No está mal", asintió Rafael, "Si dice tonterías, no le creas, su cerebro principal está cargado de tantos programas basura que a veces entra en caos".

　　Ye yun miró a Mox  y asintió con una sonrisa.

　　Mox estaba furiosa al lado

　　-Maestro, me estás calumniando, ¿cuándo he corrido el caos?

　　"¿Has descargado todos esos programas desordenados?"

　　-- "Maestro, esos programas funcionan, realmente, no ha notado lo cerca que está Ye yun de usted, eso es porque he estado susurrando cosas bonitas en su oído durante los últimos días, he aprendido de esos pequeños programas.

　　"Bien, entonces deja este programa y borra el resto".

　　-Oye, Maestro, no, he estado recogiendo todo esto durante mucho tiempo, no puedes ver cómo todo mi trabajo duro se va por el desagüe ......

　　El general Rafael bloqueó las principales ondas cerebrales de Murth y lo dejó solo, llorando y balbuceando.

　　A veces se preguntaba por qué su mecha era tan infantil, con su afición a espiar y coleccionar, para no pensar que no sabía que estaba escondido en el botón espacial ese día, cuando no tuvo tiempo de ocuparse de él, y no había tenido tiempo de ajustar cuentas.

　　"General Rafael, quiero ir a casa de Hill mañana, hoy me ha mandado un mensaje diciendo que han vuelto de su luna de miel y me ha invitado a su casa".

　　"Vamos, que Murth te siga".

　　"Sí".

　　Después de la cena, los dos caminaron hacia su habitación en el primer piso, y cuando llegaron a la puerta de la habitación de Ye yun, Rafael se detuvo de repente y le miró.

　　Ye yun también se detuvo y lo miró con un poco de sorpresa, sin saber por qué se había detenido.

　　"Lo siento, he estado tan ocupado últimamente que no he tenido tiempo de sacarte", dijo Rafael, mirándole a los ojos.

　　"Está bien, sé que estás ocupado con tu trabajo, no te preocupes por mí".

　　Ye yun le miró fijamente e inclinó rápidamente la cabeza, los ojos de Rafael eran profundos e inexplicablemente tensos.

　　"Ye yun", Rafael se acercó un paso y él se asustó y retrocedió, apoyándose en la pared, sintiendo que su corazón latía inexplicablemente más rápido.

　　Rafael avanzó y lo inmovilizó contra la pared.

　　Un olor irresistible emanaba del cuerpo de Rafael, penetrando en sus fosas nasales, y su mente empezó a divagar.

　　"Mírame", susurró Rafael.

　　Ye yun no pudo evitar mirar a los ojos de su compañero, que eran de un color oscuro, como el mar en la noche.

　　Rafael se levantó la barbilla y se la frotó con dos dedos.

　　Sus dedos eran largos y fuertes, con un grueso y fino callo, y sus ásperos dedos frotaron suavemente la delicada barbilla de Ye Hyun, sintiendo que el pequeño omega en sus brazos temblaba ligeramente.